Tercera edición ya de una gran novela. |
Hay una excepción y es el hierático personaje, El Hombre
sin Nombre, que encarna Clint Eastwood en la Trilogía del dólar de Sergio Leone
y es que él no tiene nada que perder. Tal vez por eso fue por lo que cuando
Eastwood empezó a dirigir le dio más protagonismo a sus personajes que a la
acción. Sin temor a perder no se puede querer.
Y Mat Fernández, que quiso, que quiere y que seguirá
queriendo, sabe que en la guerra que está a punto de entrar seguro que perderá
a alguien o a algo.
Mat Fernández es el detective privado canario que acepta
investigar la muerte de un chaval en Barcelona. Un caso de violencia en el
Raval. Uno más.
A Mat la vida se ha empeñado en ofrecerle, mediante este
caso, respuestas no deseadas a preguntas que nunca se formuló. Reencuentros con
fantasmas del pasado que no se cubren con sábanas pero si arrastran cadenas; de
recuerdos, de ausencias y de incertezas.
En el mundo del hampa existen los hampones, los
rastreadores y los capos. Los primeros son prescindibles, los segundos son
ejecutores y los últimos son dirigentes. Tan dirigentes que no solo dirigen a
los segundos sino también otras empresas solventes y políticamente correctas
para aumentar el poder y el saldo propio y de otros. Que tu mano izquierda no
sepa que hace la derecha aunque ambas estén gobernadas por el mismo cerebro.
Corazón no hay.
A Mat Fernández entrar en guerra con esa gente no le ha
resultado difícil, salir de ella indemne si se antoja complicado. Gente que no
se detiene ante nada, que no muestra atisbo alguno de sentimentalismo. El
dinero no entiende de eso. Y a Mat le importan las personas y sabe que sus
decisiones ya no solo le atañen a él y eso inspira temor.
Nunca
bombardees Pearl Harbor. Nunca despiertes a un gigante dormido.
Nunca te vanaglories de tumbar a alguien hasta estar seguro que no volverá a
levantarse.
No haber leído las dos entregas anteriores con el mismo
protagonista, Los ojos del puente y Un camino a través del infierno, se antoja ahora, después de leer esta tercera Nunca bombardees
Pearl Harbor, un fallo afortunadamente reparable (que solucionaré de inmediato). No porqué haya continuación
en la trama, si la hay no se detecta y no afecta, sino porqué el personaje se
lo merece.
Javier Hernández Velázquez |
Esos son los rasgos característicos de la novela de Javier
Hernández Velázquez. Alguien cuya obra deberían admirar.
No deben dejar pasar esta novela sin leerla. Sergio Leone, Ennio
Morricone y Akira Kurosawa lo harían si pudieran y Clint Eastwood seguro que lo
hará si la recibe.
Me la apunto. Me gusta mucho las investigaciones en barrios con el rollo de El Raval. Creo que es un entorno en el que se pueden contar grandes historias. La editorial es la misma que la de una obra que recomendaste hace tiempo que salía un tipo en traje con cara de felino ¿verdad? ¿Cómo se llamaba que perdí el sitio donde estaba anotada?
ResponderEliminar¡Un placer leerte como siempre, Jordi!
Ya no quedan junglas adonde regresar, encontrado. ¡¡Séptima edición!! Tengo que hacerme con ello.
EliminarNo te va a defraudar.
EliminarUn abrazo!
Efectivamente de Carlos Augusto Casas y si la editorial MAR es la misma, cuida bien el acabado final y el tamaño de letra y color del papel.
EliminarEsa reseña me da ganas de leerla ya, veré si la consigo en librerias "de viejo" y sino a una de las grandes, debe encontrarse seguro. Gracias por el análisis :)
ResponderEliminarEstoy seguro que no te defraudará.
EliminarSaludos!