domingo, 18 de julio de 2021

Las sombras del sótano de Tania Santana Ventura

Se suele escuchar que el cielo está arriba y que el infierno está bajo tierra; tal vez por eso los sótanos suscitan temor. Son el escenario ideal donde realizar actos deleznables u ocultar secretos inconfesables.

Lo sorprendente es que una hermosa y apacible casa puede contener un ominoso sótano; de igual modo que una persona omnívora puede llevar el calificativo al extremo e incluir carne humana en su dieta. Por fuera nadie lo diría. Por dentro muchos esconden un sótano.

En Inglaterra y en tiempo presente, los Baker, Robert y Gillian, matrimonio, y sus hijos Eliza y Luke se dirigen hasta Castle Combe, uno de esos pueblos que parecen salidos de un cuento, para pasar las vacaciones de Navidad.

Los adultos pretenden una ansiada desconexión de las rutinas que mejore su deteriorada relación mientras que sus hijos, desplazados a regañadientes, se entretienen observando pájaros, Eliza, y jugando, Luke, hasta que unos sucesos luctuosos van a voltear la vida del pueblo y la de los recién llegados, generando un desasosiego que parece no tener fin.

La novela parte de lo cotidiano, lo familiar, lo conocido, para ir elevando el tono y pasar de la luz a la oscuridad hasta conseguir un clímax final sorprendente, inesperado y más ominoso si cabe que todo lo narrado con anterioridad.

La autora, Tania Santana Ventura, conocedora de que el verdadero terror no se viste de monstruo sino que pasa desapercibido, desarrolla, en esta novela negra, unos personajes que cuando acaba el relato no son, no pueden ser, los mismos que empezaron.

Para ello trabaja a fondo su aspecto psicológico de modo que nos permita conocer que uno no es como nace sino como se hace. El avance en la trama va mostrando como son en realidad y no como aparentan ser y lo consigue empleando dos voces, en primera persona, una narrativa y la otra epistolar, para que alternativamente tomen el control del relato.

Emplear la voz de Eliza como narradora permite un tono de lenguaje juvenil y coloquial, muy creíble, sin complejidades lingüísticas ni frases rebuscadas lo que se traduce en una lectura ligera pasa páginas.

El ritmo está acompasado para avanzar presentando hechos sin dar pistas de lo que está por venir, lo que permite gozar de la incertidumbre que debe ofrecer toda novela de suspense que se precie.

Tania Santana está iniciando un camino que tiene mucho recorrido y amplio horizonte.

Pongan un sótano en su vida si quieren vivir sus inclinaciones noir en plenitud; y mientras no lo tengan lean esta novela que les acercará a vivir esa sensación. Y si cenan filete, que sea poco hecho, pasado sería un crimen.

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