Las rosas solo son rosas cuando dejan de ser capullo y florecen; y pese a su corta vida conceden intensa fragancia y color. Efímero como todo lo bueno.
Las novelas negras de Ingrid Noll parecen padecer, afortunadamente, del mismo mal, son tramas que permanecen encerradas hasta que eclosionan y lo hacen con sencillez, pero con rotundidad; mostrando, como lección práctica, que incluso de lo malo se saca algo bueno.
Las siempre complicadas relaciones familiares, con quienes se convive y con quienes solo hay encuentros puntuales, exactamente igual que con los amigos, tanto los más allegados como los menos, conducen a situaciones en las que el egoísmo, la envidia y la mezquindad, si no han estado cuidadosamente encerradas bajo llave, pueden tomar el control y despojando de toda hipocresía a quienes las han descuidado descomponer todas esas relaciones en un sinsentido.
Annerose, ama de casa, casada y madre de una pareja de preadolescentes, pintora habilidosa y aficionada de miniaturas sobre cristal, siente que su felicidad hogareña se tambalea el día que sospecha que su marido, Reinhard, tiene una aventura.
La rosa roja puede tener muchos significados, pero el más corriente indica pasión. Y si alguien regala rosas rojas a tu marido, las sospechas son inevitables y la situación o se aclara o se aclara.
El suspense
se va desplegando lentamente como lo hace una rosa al abrirse y al igual que
ella una vez expuesto ya no puede retrotraerse.
Ingrid Noll es capaz de tomarse a broma las circunstancias más escalofriantes con las que puebla sus argumentos; donde otra gente destacaría el lado sórdido, ella realza la cuestión poética y, sobre todo, práctica de la situación.
Su literatura es inteligente y elegante, sus novelas cortas, su sentido del humor se muestra en diálogos, tramas y desenlaces y su velada crítica es tan translucida como el pétalo de una rosa dormido durante años entre las páginas de una novela.
Son
lecciones de vida de una escritora, encuadrada en el género de suspense
psicológico, que nunca defrauda y con la que resulta muy agradable compartir
unas horas de felicidad lectora.
En este blog ya se reseñó su novela "Como una dama"