La casa de papel, donde se fabrica el papel. El papel moneda. |
La casa de papel es una maqueta. La maqueta de la casa donde se fabrica el papel. El papel moneda.
La esperanza es que nada salga mal aunque todos, El
Profesor, Berlín, Tokio, Nairobi, Moscú, Denver, Río, Oslo y Helsinki saben que,
en cualquier momento, todo puede ir mal. Hay que ceñirse al plan. Y si lo hacen conseguirán salir
de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre con un botín de 2.400 millones de
euros.
El plan es un magnífico ejercicio de análisis de
comportamientos, de variables y de posibilidades; de estrategia, de ataques y
defensas, de contraataques… donde todo lo previsible se ha previsto; no en vano
es el fruto de varios años.
Pero siempre hay que considerar el factor humano. Y el
ser humano tiende a ser condescendiente a la emoción de los sentimientos con los
que condiciona a la conducta y el comportamiento puede comprometer el plan.
La primera parte, la que lleva a entrar en la Fábrica y a
someter a los rehenes se lleva a cabo con precisión de relojero pero a medida
que avanza el tiempo de encierro, tanto por parte de los atracadores como por
parte de los rehenes como de la policía se van sucediendo situaciones, algunas
de esas emocionales que decíamos, que suponen un nuevo giro de tuerca que
parece cerrar cualquier atisbo de solución.
Los atracadores |
Los perfiles están admirablemente definidos, no sobra ni
falta ninguno; no hay extralimitación en las actuaciones que resultan
absolutamente convincentes hasta el punto de consiguen que toda la serie,
aunque se sepa que es ficción, tenga un nivel de verosimilitud excepcional.
La serie muestra un casi perfecto equilibrio entre las
secuencias de acción y las de situación, buscando la relajación después de
disparar las pulsaciones, en un ritmo constante que consigue mantener la
atención cautiva a lo largo de todo el episodio y de toda la serie si la ven
por inmersión.
Los policías |
Una única temporada de 18 episodios repartida en dos
partes de 9. La primera parte aprueba con sobresaliente y en la segunda se lo
juega todo. Este otoño el desenlace.
La serie que no pueden dejar de ver. A nivel de las
mejores películas de este subgénero de robos de grandes proporciones. Una
gozada.
Aquí una escena de gran emoción, casi comparable con el canto
espontáneo de La Marsellesa en el Rick's Cafe Americain en la mítica
Casablanca. Es aquella en la que Berlín quiere obligar a El Profesor a cumplir
una promesa de vida.
Post Scriptum: Pincha aquí para leer la reseña de la conclusión de la serie (sin spoilers)