Sangre, humor, gatos y algo sobrenatural. |
La mansión de los gatos es la tercera novela de la serie
Los misterios de la gata Holmes del prolífico autor japonés Jirō Akagawa, un
verdadero maestro del género.
El detective Yoshitaro Katayama, a quien la visión de la
sangre puede ocasionarle un desmayo, y su colega Ishidzu, a quien la visión de
los gatos puede ocasionarle también un desmayo, se ven envueltos en una trama que no carece
ni de sangre ni de gatos ni de desmayos.
El joven agente Ishidzu pretende a Harumi, hermana de Katayama, y
los invita a conocer su nuevo apartamento donde espera poder llegar, más pronto
que tarde, a vivir con ella. La visita se interrumpe cuando la policía se
presenta a un parque cercano advertida del accidente sufrido por un niño. Y no es
el primero; podría ser que los accidentes no fueran tales.
A todo eso hay que sumar que los habitantes de una pequeña
aldea cercana están siendo tentados por una inmobiliaria para vender sus
terrenos y casas y beneficiarse de las ventajas de una moderna urbanización.
Claro que para eso todos los habitantes han de estar de acuerdo y de momento no
es así.
La trama policiaca está surtida de esplendidos giros y
golpes de efecto que no permiten un respiro ni elaborar una hipótesis acerca de
quién está detrás de los crímenes.
Los toques de humor y los apuntes sobrenaturales sobre
seres populares en la cultura japonesa combinan a la perfección con los actos
de investigación y los procesos deductivos dando al conjunto el status de la
perfección de lo simple.
Todo es simple, es lo que es. La trama fluye sin nada que la estorbe o interrumpa y la lectura se completa en menos de lo que un gato tarda en maullar.
Como en la primera novela de la serie la escritura de Jirō
Akagawa es ágil y no hay cabida para adjetivos pomposos ni para descripciones
floridas, ni para disquisiciones mentales de los protagonistas ni para análisis
psicológicos de las situaciones.
Novela policíaca japonesa pero a imagen y semejanza de la
inglesa del siglo de oro. De esas lecturas agradables cuya esencia, en cuanto
se destapa, impregna el ambiente y perdura en la memoria con satisfacción.
Lean aquí la reseña de la primera novela de la serie Los misterios de la gata Holmes.