Blog Interrobang‽ cumple 9 años. Oigan, todo un mundo. Desde
su inicio acumula casi 470 mil visitas y 656 reseñas. Sin spoilers, sin
favoritismos ni prevendas y sin publicidad.
Reseñando desde una objetividad contrastable, intentando
explicar y argumentar y sin esconder verdades aunque no se proclamen a gritos.
El oficio de escribir merece todo el respeto. Es difícil
hacerlo y es difícil dar a conocer la obra y más en los tiempos que corren. Y
una vez publicada hay tanta tipología de gente que lee como de gente que
escribe y seguro que hay conciertos que aúnan como los hay que distancian.
Lo importante es creer en las propias capacidades y
escribir desde las tripas solo así se consigue transmitir de forma distinta.
Las obras escritas solo desde la cabeza acaban siendo clichés y en un amplio
bosque a oscuras, noir, es casi
imposible distinguir un árbol de otro.
Novelas, series de televisión, cómics son quienes se llevan
el trozo más grande del pastel de reseñas de este blog que cumple años.
Pero también hay espacio para la gastronomía, la música, el
teatro y los games. Incluso la magia, como equivalente a las novelas enigma, y alguna
que otra reflexión personal tienen cabida.
Eso si todo es de género noir. Todo criminal. Todo
Interrobang.
Dense un paseíto por cada una de las pestañas de la cabecera y verán
cuanto se ha dicho a lo largo de tantas reseñas y contrasten si están de acuerdo con ello.
Y lo estén o no, si encuentran que es trabajo honesto
recomiéndenlo. Ayuden a formar criterio propio a partir del contraste de opiniones.
Y que así sea por muchos años más. Besos y abrazos.
Tal vez los tulipanes dancen al son del viento, pero en
atmósfera controlada bajo techo no ha lugar. La danza de los tulipanes es un
eufemismo para explicar una ilusión óptica suscitada por una experiencia hipnótica
resultante de fijar la vista en esas flores.
Ane Cestero comanda en Euskadi la recién creada Unidad
Especial de Homicidios de Impacto, o sea aquellos que por su interés mediático
precisan ser resueltos con prontitud y tratar con tacto los medios de
comunicación. Para lo primero, Ane es ideal: buena profesional que no escatima
ni un minuto ni un esfuerzo en pro de la investigación. Para lo segundo, lo del
tacto, ya es otro cantar.
En un brutal inicio de novela, de gran impacto visual y
emocional, una mujer pierde la vida mientras tiene plena consciencia de ello.
La víctima sostiene un rojo tulipán entre sus dedos. Nada es casual y pronto
habrá más tulipanes y por consiguiente más víctimas.
La danza de los tulipanes es un vertiginoso viaje criminal,
quince días intensos durante los que vamos a conocer geografía ambiental y
humana. Con brillantes momentos puntuales como el avance por un mercado o las
conversaciones de bar, entre un sinfín más: surf, convento, actuación musical,
enfrentamiento familiar… y no es que existan esos lugares para que pasen cosas
sino que pasan cosas porqué existen esos lugares.
Cuando un autor consigue esto poco más se puede pedir.
Conseguir que armonicen de tal modo personajes y escenarios como para que nada
chirríe y permita al lector entrar de pleno en la historia olvidando que está ante una
representación resulta una experiencia maravillosa.
Ibon Martín va entretejiendo diálogos profesionales y
personales con pensamientos, descripciones de espacios abiertos con atmósfera de cerrados, intenciones
con acciones. Acelera en las rectas, cuando la trama lo
necesita, y reduce en las curvas cuando es aconsejable. Aparca en línea o en
batería según convenga y sabe, en todo momento, gestionar el ritmo y adecuar el suspense.
El autor escoge los elementos de cada género que le convienen en cada
momento y el resultado de combinar los referentes de la novela policiaca (lista
cerrada de sospechosos a cual lo es más), novela negra (denuncia varios temas tristemente
presentes en nuestra sociedad y con gran repercusión) y novela de suspense (la
voz de quien asesina avanza detalles que la investigación desconoce y mantiene
la lectura en vilo) es un híbrido tan acertado como complejo y como lo es el cuidado que requiere la hibridación de tulipanes.
En fin, estamos ante un thriller policial costumbrista en
toda regla. Un best seller de calidad internacional que si no acaba
reflejándose en la pantalla sería un error.
Ibon Martín
Es un caramelo dulzón pero que no empalaga y que deja un buen
sabor de boca y ganas de más. La composición del dulce, bien medida y mejor ensamblada,
es adictiva y satisface a cualquier paladar. Solo los exigentes le reprocharan al
autor que se apoye en sabores conocidos y de solvencia contrastable; que no
arriesgue, que se conforme con una voltereta cuando podría dar un salto mortal.
No puede no gustar a quienes tengan en los thrillers best
seller su referente en lectura de evasión y entretenimiento. Y estarán de suerte ya que todo
apunta a que va haber más casos que investigar para la Unidad Especial de Homicidios de Impacto comandada por Ane Cestero.
Ah! Y felicidades a la editorial y al equipo diseñador por
tan magnífica cubierta y contracubierta que dice mucho y transmite una
sensación que quienes lean entenderán. Y el efecto lluvia: chapeau! Y la
delicatesen de las guardas. Hacía tiempo que no me encontraba con un producto
literario tan bien presentado: gracias.
Cubierta del díptico del
Club de Lectura
nAvel·la criminal
Un club de lectura es un lugar de encuentro donde comentar lecturas comunes. Por lo que además de fomentar el hábito de leer y amar la cultura también tiene la responsabilidad de formar criterio y otorgar razones para favorecer la crítica más allá del me ha gustado o no me ha gustado. Hay muchos clubs de lectura por el mundo. Entre muchos están los que organizan librerías (generalmente hay que comprar el libro: les va el negocio y la vida) y los que organizan bibliotecas municipales donde los ejemplares se obtienen a prestamo con coste 0 o con el coste de cesión entre bibliotecas que suele ser de 1,5€. Y los hay de todos los géneros y corrientes literarias, Y por países. Y por épocas.
Seguro que hay otros clubs de lectura dedicados solo a
novela criminal, menos que los dediquen solo a escritoras, muy pocos que además
cuenten con la presencia de cada autora, casi ninguno que trate su obra en
lugar de un solo título y prácticamente cero que además de todo lo anterior
permita la entrada a oyentes.
El Club de Lectura nAvel·la criminal es, a todas luces y en noir, un club
distinto. Empezando por su nombre: nAvel·la (una variante de novela en catalán,
novel·la, que al substituir la O por una A pone el foco en la sección femenina
del colectivo de gente dedicada a la literatura.
Video de marca
Y criminal para dar cabida no solo a novela negra como se etiqueta hoy a todo lo que conviene, olvidando los matices de la policiaca, del thriller... Al neologismo nAvel·la hay que entenderlo con un doble
sentido, como el espejo unidireccional de una sala de interrogatorios de la policía, esos
tantas veces vistos en series y películas, que tienen doble cara: por un lado
espejo por el otro ventana.
Como ventana nos permite ver el interior de un mundo, el
literario, que aunque no lo parezca sigue dominado por un patriarcado rancio y
por un paternalismo vergonzante que ha evolucionado hasta permitir a las
mujeres escribir pero que difícilmente se reconoce su calidad. La ventana nos
permite ver lo que no se quiere mostrar.
Como espejo refleja la estupidez y el ridículo que supone
clasificar la novela, en este caso criminal, escrita por mujeres con un sinfín
de etiquetas a cual más imaginativa: domestic noir, femicrime, chiclit, women’s
fiction, grip lit... algo de lo que se libran las obras escritas por hombres.
¿Por qué será?
nAvel·la no supone que las obras de mujeres sean navelas y
las de los hombres novelas, sino que sugiere lo contrario: no más guetos. Si
los libros se editaran sin nombre, foto ni biografía los prejuicios
desaparecerían.
La mayoría de textos del siglo XIX publicados como anónimos
hoy se sabe que fueron escritos por mujeres que no podían acreditarlas ya que
la sociedad no lo aceptaba. Anónimo o con pseudónimo masculino era la única
salida.
Los grandes premios literarios siguen esquivando a las
mujeres, aunque en los últimos años, presionados por una sociedad en constante
evolución pro derechos de la mujer y de colectivo LGTBI, les hagan más caso.
Pero no se engañen: si pudieran no lo harían. Como igual
sucede con la novela criminal, presente en estos grandes premios cuando antes
era sistemáticamente rechazada y considerada de segunda. Pero hoy vende y los
premios ya no identifican la mejor obra sino la más interesante y adecuada bajo
el contexto mercantil.
Basten unos datos para quienes piensen que estamos ante una
leyenda urbana:
· Premio Nobel de Literatura, 114 entregados (el 2018 no se concedió
debido a un escándalo de abuso sexual en la propia Academia) 98 a
hombres y 16 a mujeres (14%).
· Premio Cervantes, el más importante de literatura en lengua
castellana, 41 entregados: 37 a hombres y 4 a mujeres (11%)
· Premio Pulitzer a ficción literaria (solo otorgado a personas
nacionalizadas americanas) 89 entregados: 63 a hombres y 26 a mujeres (29%)
· Premio Planeta 68 entregados de los cuales 52 a hombres y 16
a mujeres (23%) (y de las 16, 10 en los últimos 20 años)
· Premio Princesa de Asturias de las Letras, de 39 galardones:
32 a hombres y 7 a mujeres (18%) Los dos últimos años a Fred Vargas y Siri Hustvedt
(la que hasta hace poco era conocida como la
esposa de Paul Auster, obviando su independencia profesional y su calidad).
· Premio Goncourt, prestigioso premio francés a obras
literarias de ficción, 115 entregados de los que 104 a hombres y 11 a mujeres
(10%)
Y como colofón destacar que en la
RAE, la Real Academia Española, a lo largo de su historia han ocupado sillón 11 mujeres por 483 hombres. En la actualidad la distribución de academicos de número es de 38 hombres y 8 mujeres.
Este post se actualiza a 30 de setiembre atendiendo peticiones que demandaban información de premios de novela negra habida cuenta de la condición del blog. Esto es lo que se ha encontrado interpelando webs de festivales y certámenes y wikipedia:
· Premio Akron – 1 hombre y 0 mujer
· Premio Hammet – 37 hombres y 1 mujer
· Premio L’H Confidencial – 11 hombres y 1 mujer
· Premi Memorial Agustí Vehí – 4 hombres y 0 mujeres
· Premio Pepe Carvalho – 9 hombres y 5 mujeres
· Premio RBA – 11 hombres y 1 mujer
· Premio VLC negra – 5 hombres y 1 mujer
· Premio Wilkie Collins – 9 hombres y 1 mujer
El proyecto nAvel·la criminal quiere, con esta
discriminación positiva, idénticas oportunidades para la gente que escribe sea
del sexo que sea o elija la condición sexual que elija y que sea solo la
calidad y no los prejuicios quien dicte los criterios para editar o premiar o
seleccionar para formar parte de un jurado.
nAvel·la criminal empieza este curso 2019-20 con formato de Club de Lectura en la Biblioteca Municipal de Sant Quirze del Vallès con total apoyo por parte del Ayuntamiento comprometido con la igualdad de género. Y lo hace con un elenco de escritoras espectacular, entusiasmadas con la idea, y aspira a tener continuidad en los
próximos años y a diversificar sus actividades manteniendo el mismo objetivo. Lo iremos anunciando.
Se agradece que hayan leído hasta aquí y también cualquier comentario
y/o difusión que tengan a bien hacer.
En la Edad del Oro del policial inglés surgieron diversos
autores y autoras que han trascendido con mayor o menor fortuna, y entre ellas
está Annie Haynes.
Asesinato
en Charlton Crescent, con una edición magníficamente editada y
mejor prologada por ese erudito de la literatura victoriana que es Juan Mari
Barasorda, es la sexta novela de la autora, publicada en 1926.
Lady Anne Daventry tiene motivos fundamentados para
sospechar que está en peligro de muerte y decide contratar a un detective
privado, haciéndolo pasar por su secretario, para que desde dentro investigue y
desenmascare a quien le quiere tanto mal. Alguien necesariamente cercano.
La investigación debe llevarse en secreto y los interrogatorios con sutileza, pero una muerte inesperada da al traste con toda la planificación y cuidado.
Asesinato
en Charlton Crescent se estructura como un whodunit clásico. Más
teatral que literario ofrece una trama policiaca salpicada de amores, romances,
engaños, y estafas que resultan pueriles leídos un siglo después.
Sirve, no obstante, como la mayoría de obras de esa época,
como realista fresco de una sociedad con unos prejuicios tan indefendibles como
sus principios, su clasismo, su sentido del honor y su temor al qué dirán. Unas
tradiciones tan encorsetadas como el cabello embutido en un sombrero cloché.
A la trama principal, la policiaca, le faltan ingredientes
para darle consistencia y sabor y la comisión del asesinato, en la situación en
que se produce: habitación cerrada con cinco sospechosos y la víctima, es tan
arriesgada como un triple mortal sin red.
Annie Haynes
Annie
Haynes (1865-1929) empezó a publicar cuatro años después que lo
hiciera Agatha Christie, totalizando 12 novelas debido a su prematura muerte y
sin embargo algunos críticos se empeñan, sin sonrojarse en absoluto, en considerarla como su principal rival.
Léanla si les apetece un baño victoriano o un policial ligero y háganlo con indulgencia retrospectiva. Sin ella y
otras muchas hoy no tendríamos la oferta literaria policiaca que tenemos.
Los turistas ornitólogos son una rara avis, tanto como
las aves que observan embelesados y a las que procuran no alterar en lo más
mínimo no sea que perturben su rutina y enturbien su hábitat.
Lo que los ornitólogos persiguen es admirar a las aves
realizando sus tareas cotidianas: preparando nidos, alimentando polluelos,
cazando e incluso comiendo, claro que si la comida es una víctima humana, una
joven por más señas, no es plato de buen gusto para la vista de nadie ni buen
recuerdo para la mente.
El festín es con un cadáver que evidencia muerte
intencionada y que ocupa a la Guardia Civil de la zona que inicia unas
pesquisas con poca información aunque tenga un golpe de suerte con la ayuda
inesperada de unos amateurs.
La novela la protagoniza una pareja investigadora atípica
en la novela negra convencional como son un guía ornitólogo y una activa
ecologista. Y es que su temática también es atípica.
Un noir rural ecológico que se mezcla con uno de los temas noir
más despreciable como es la trata de mujeres. Dos tramas que, como trochas en
el monte, se acercan y se alejan y se entrecruzan para hermanar las favelas de
Río de Janeiro con los bosques de Soria.
Unas pocas horas acercan dos continentes. Unos simples hechos consiguen hacer cruzar líneas rojas en un gesto que nunca se hubiera creído y es que el odio es fuerte pero el amor lo es más. Y en esta novela hay de ambos.
Gonzalo Palacios Goikolea
Gonzalo Palacios Goikolea sabe de lo que escribe y consigue
dar no solo verosimilitud sino credibilidad a los hechos descritos, tanto que la
novela negra, una trocha, se acerca al docudrama, otra trocha y en esta entremezcla
de géneros y en su particular modo de resolución final ofrece un tratamiento
literario que se aparta de los cánones.
Hay denuncia social en ambas trochas, hay rabia e
impotencia también en ambas y hay crudeza en la violencia ¿acaso la violencia
no es así?
Esta novela negra apunta maneras aunque por el camino el
entusiasmo por contagiar el ansia de denuncia diluya la parte de ficción literaria: un poco más y es true crime; pero
les va a satisfacer por igual ya que aporta un punto de vista poco habitual sobre un
delito tan deleznable como el descrito, va al origen, y sobre el otro del que no he anticipado nada para no desvelar ni un ápice.
Hay que seguir este autor. Aún no ha dado ni de lejos todo lo
que puede.