martes, 18 de abril de 2023

El hombre que mató a Antía Morgade de Arantza Portabales

En 2021, después de 23 años de aquella muerte, el suicidio de Antía Morgade ¿o tal vez no fuera tal?, que destruyó la unión del grupo, se reúnen las seis personas supervivientes para una cena de reencuentro. Algunas están triunfando, otras llevan vidas sencillas y hay quien está recuperándose de su bajada al infierno.

Es Santiago de Compostela; el restaurante es con terraza para ver los fuegos del Apóstol. Luces en el cielo que no consiguen iluminar la negrura del alma de quien es capaz de asesinar.

Estamos ante una novela que es a la vez novela policiaca clásica y novela negra. Y es que reúne los requisitos de ambas. Para bien.

Es novela policiaca clásica porque revisita a Agatha Christie y en especial a una de sus obras superlativas. Círculo cerrado de sospechosos, todos posibles culpables, todos con motivos, todos con oportunidad y muchos muertos.

Y es novela negra porque abre una brecha a un elemento externo y porque incorpora algo tan en boca de todos actualmente como es el abuso de menores en centros tutelados y denuncia no solo la aberrante actuación que suponen los actos en si, sino el reprobable silencio cómplice y los intereses que los organismos institucionales y rectores de las iniciativas anteponen a las vidas humanas. No solo por las muertes, ya de por si motivo penal, sino por las infancias truncadas, las ilusiones de futuro rotas y la desconfianza asentada.

Malear los sentimientos de los débiles es una de las grandes lacras adheridas a la condición (in)humana.

Arantza Portabales conjuga ambos géneros en frases breves cortadas con punto y seguido. Con muchos diálogos y cortos soliloquios cuando los capítulos se relatan en primera persona. Va creando tensión al tiempo que recuerda a la Gran Dama del Crimen y emula su tempo para el suspense.

Recorta cada personaje de su tiempo pasado y lo pega en un presente que construye a partir del temor a no tener futuro. La muerte se les apareció entonces y vuelve a aparecer ahora. Y todo el miedo de antaño resurge con fuerza y con él el recelo a confiar en nadie y a temer a todo y a todos.

La autora, por si esto fuera poco, se anima a abrir un tercer frente encendiendo los ánimos, ya de por si caldeados, en la comisaria, con una suerte de triangulo amoroso donde la jerarquía, la ambición y la atracción física y sentimental lanzan dardos envenenados desde su vértice a quien se pone por delante.

Novela policiaca clásica, novela negra contemporánea y novela procedural romántica. Tres en uno. Y nada chirría. Léanla y compruébenlo.

De esta misma autora en el blog pueden leer la reseña de Belleza roja

 

 

miércoles, 12 de abril de 2023

Haiku para un cadáver de José A. Bonilla

De un viaje realizado con mente abierta y de textura de esponja se vuelve distinto, y a quien no le haya pasado es que no es viajero sino turista.

Japón y su capital Tokio, como cualquier otro país y ciudad, y tal como se explica en el prologo de esta novela, tiene su cara A y su cara B. Y quien la visita, sea turista o viajero, por negocios o por placer, solo atisba a observar pequeños retazos de una sociedad que en cambio tiene muchísimo por conocer, aunque poco quiera mostrar.

Haiku para un cadáver es una novela negra con tanta trama social como criminal y es que, en este caso, es practicamente lo mismo, que incide y denuncia lo que todos los habitantes de japón sufren y temen pero que por código de honor y tradición jamás se atreverán a reconocer.

Como los altos niveles de sucidios y de alcoholismo, la precariedad laboral de las mujeres que casi las aboca a ejercer de compañías de pago o a prostituirse puntualmente para salvaguardar el honor familiar o poder permitirse unos pequeños caprichos. Pero hay algo que si se reconoce y que el gobierno pretende erradicar sin conseguirlo que es trabajar hasta la extenuación y literalmente la muerte ya sea por devoción subsidiaria con el principio empresarial, o bien para poder hacer frente a la cantidad ingente de deudas, o bien para sobresalir y aspirar a un cargo superior.

En el argumento de Haiku para un cadáver hay de todo lo dicho y más y además está todo entrelazado para conformar una trama detectivesca que resulta muy estimulante. Tanto por lo intrincado del caso criminal como por ofrecer una radiografía de una capital y una sociedad que nos seduce, nos atrae y nos sorprende por su exotismo, sus colores, su comida y sus particulares costumbres.

Una de esas tramas que, como escenografía de teatro, muestran unos comportamientos que en su parte exterior son todo apariencia mientras que en su parte interior son todo andamios y oropel sujetado por cinta adhesiva y agujas imperdibles. Las máscaras impiden ver los verdaderos rostros. La felicidad fingida esconde la desesperación.

José A. Bonilla ha escrito la novela negra japonesa que los japoneses no escribirían. Ha compuesto una historia con un trabajado argumento repleto de personajes de carne y hueso que consigue emocionar e intrigar; que provoca entusiasmo y rechazo y que genera curiosidad y aversión; pero, sobre todo, lo ha desarrollado a modo de thriller por lo que consigue secuestrar la atención del lector hasta una serie de finales que como estaciones de Shinkansen se suceden a gran velocidad.

Haiku para un cadáver es una novela negra japonesa a pesar de haber sido escrita por un occidental desde fuera del archipiélago; y todas y todos quienes sean seguidores de esta corriente literaria, no pueden eximirse de su lectura pues se estarían perdiendo la oportunidad de vibrar y sufrir con una historia terrible que no solo entretiene, sino que además ilustra.

Ilustra no porqué contenga más de 100 notas pie de página aclaradoras de expresiones y comportamientos nipones, sino porqué describe lugares y ambientes de forma que el publico occidental pueda sentirse en Tokio, aunque nunca la haya pisado. Léanla y compruébenlo.

Un último apunte sobre su autor: José Antonio Bonilla acaba de ser nombrado ganador del Premio Black Mountain Bossòst 2023 de novela negra por su obra “La dama de niebla” que se editará próximamente.

miércoles, 5 de abril de 2023

Cloruro de sodio de Jussi Adler-Olsen

Un inicio que para nada hace presagiar la complejidad de la trama que se va a desarrollar en las siguientes páginas. Una investigación laboriosa, complicada y desconcertante. Un equipo policial, el Departamento Q, más cohesionado que nunca ante lo que se les viene encima. Un jefe, Carl Mørk, avanzando contra reloj porqué le queda poco tiempo y menos margen de maniobra. Y un montoncito de sal común, de cocina de toda la vida, que pasa desapercibido como en los sucesos a los que acompaña.

Si con esto no despierto su interés para la lectura, nada más puedo decir sin destripar el argumento.

Si son del Departamento Q, sepan que estamos ante una de sus mejores obras. Con mucho de procedimiento policial que propicia un avance lento de la trama para ir saboreando y degustando cada uno de los pasos de una investigación que para nada sigue una línea recta, dándole total verosimilitud a los hechos.

Poco también que decir de su autor, Jussi Adler-Olsen. sobradamente conocido por esta serie de novelas, la actual es la número 9, en donde desarrolla tramas de fuerte y controvertido contenido social que extrae de la actualidad para ir configurando, a través de sus obras, un mosaico de temas que invitan a la lectura y el debate.

Decir que Cloruro de sodio condimenta el panorama noir actual, podría parecer un recurso lingüístico demasiado fácil, pero esperen a leerla para comprobar como efectivamente entre tanta sosedad publicada, esta destaca notablemente.

La novela incide en lo poco que vemos por lo mucho que miramos y resalta el trabajo policial de toda la vida, que tan alejado está del que muestran las series televisivas obligadas por su ajustado tempo narrativo.

Hay puntadas sin hilo; hay pasos que no avanzan, sino que tropiezan; hay aciertos y desajustes. Como en cualquier investigación criminal de la vida real.

Si no conocen al Departamento Q ya va siendo hora que le den una oportunidad y Cloruro de sal es tan buena para ello como cualquier otro de sus títulos. Sus componentes les acompañaran toda la vida.

En este blog hay dos reseñas anteriores de esta serie de novelas por si quieren echarles un vistazo:

El mensaje que llegó en una botella

La víctima 2117


miércoles, 29 de marzo de 2023

Sota el fang de Joan Roca Navarro

Hi ha novel·les on la inquietud es transmesa més per les imatges mentals que son capaces de produir que per les descripcions en si. Son les que aprofundeixen en les ments dels personatges per extreure’n records de vivències que han quedat bloquejats per voluntat inconscient.

Son novel·les de noir psicològic. Els llocs dels escenaris dibuixen pors impossibles i els personatges son la seva encarnació catàrtica.

Al delta de l’Ebre hi ha maresmes que amaguen laberints en els que es molt fàcil entrar però gairebé impossible de sortir. Les petjades no son només la marca d’un avanç sinó un agafador per aferrar-se a la vida garantint el retorn.

Perdre el seu rastre és més que perdre el nord o el senderi, es perdre-ho tot.

En aquesta zona, fa força anys, al 1970, van desaparèixer tres infants: dues nenes i un nen. En poc espai de temps. Mai més se’n va saber res. Ara, s’ha trobat un braç, d’adult, d’algú que va tenir implicació en la historia.

I aquesta troballa reobre el cas mai tancat que les maresmes van engolir i silenciar. El Diari de Tortosa envia a August Lehmann a cobrir la noticia. A August no li fa cap gracia doncs es tornar al lloc on va començar tot, ja que ell és un dels damnificats de les desaparicions.

Joan Roca Navarro fa ballar els temps narratius i hi introdueix un ventall de personatges, cada qual amb les seves dèries, i els fa ballar al so de lo sobrenatural.

Agafa una historia de novel·la negra i la retorça per esgarrapar-li l’essència i presentar-la sota la mirada de qui coneix el Delta i sap que es molt més que un lloc per viure o fer-hi turisme. Sap que és un lloc a témer.

Sota el fang és una novel·la negra que fa por: qui es capça d’enfonsar la ma en un fangar sense saber que o, pitjor, qui, pot haver-hi sota?

El fang amaga objectes i essers capaços de viure-hi; i també amaga il·lusions, esperances, odis, rancúnies mentre acarona la solitud de qui no se sent volgut.

La parla autòctona del Delta es combina amb el català acadèmic i amb el sanglotar dels Balcans. Tot hi te cabuda enmig el canyissar i les aigües pantanoses.

Una novel·la negra bruta de fang, llegiu-la i temeu-la.

martes, 21 de marzo de 2023

Olor de difunt de Ludmilla Lacueva Canut

L’ambició ben entesa es palanca de millora i de canvi personal i social; mal entesa es arma de destrucció 360º, amb un diàmetre d’abast directament proporcional al de l’objectiu a aconseguir, quan més gran aquest, més ample l’altre.

I tothom que es trobi dins del cercle no està aixoplugat sinó al contrari, totalment exposat a les circumstàncies i a les conseqüències.

L’ambició es culpable de guerres entre països i entre famílies i entre persones. A qui el pica el cuc de l’ambició ja no te cura, i és que de diners i poder mai se’n te prou.

A Andorra, s’han trobat dos morts. Un conegut empresari del sector immobiliari i la seva ma dreta al negoci. Una parella que s’havia enllitat i a la que els llençols rebregats els han acabat servint de mortalla. Trets al cap i el cossos marcats a foc, com bestiar.

Una marca feta per un estri que acaba de viatjar en el temps i és que ja va ser emprada per un altre crim fa 70 anys i que al Climent, exbatlle i perdiguer sense llicència però tafaner com el que més, li porta records d’uns fets que suposava sepultats pels anys.

El comissari Cerni Llop porta la investigació que està empantanada ja que no li acaba de trobar la volta i li caldrà sort a més de paciència per desentrellar el cas.

Olor de difunt es una novel·la negra costumista construïda amb enginy i gran sentit del ritme. Amb força personatges, els del passat i els del present, que van entrant i sortint d’escena guiats amb destresa per l’autora que els hi va donant veu a fi d’anar avançant la trama.

Ludmilla Lacueva Canut escriu descrivint personatges i situacions i per tan pot dedicar els seus paràgrafs al relat i als diàlegs, el que fa que la seva obra sigui intel·ligent i agradable de llegir.

Domina l’art de l’equilibri temporal doncs no hi fa res que salti constantment del present a un passat recent i a un passat llunyà, ja que en cap moment es perd el fil de la narració sinó que les tres trames enganxen per igual i l’atenció no es dispersa. Una habilitat que no està a l’abast de qualsevol.

La lectura permet fer un viatget a Andorra; no a la de turisme d’esquí o la de turisme de botigues, sinó a la rural, la dels autòctons i les seves ancestrals normes de convivència, i paga la pena.