martes, 25 de junio de 2013

El Mentalista 5ª temporada

Después del estratosférico final de la temporada anterior, esta nueva temporada, la 5ª, no podría empezar con un capítulo con más fuerza que, aunque con final previsible por los antecedentes, despierta inmediatamente el apetito por ver como va a evolucionar.

Las series tienen esto: empezar fuerte para conseguir seguidores y terminar la temporada aún más fuerte para mantener el interés que debe aguantar unos meses hasta el reinicio.

Esta quinta temporada de El Mentalista mantiene el elenco de personajes ya conocidos y sus vidas tampoco no han evidenciado grandes cambios aunque haya evoluciones, algunas curiosas, en sus personalidades y formas de entender la vida.

Con los casos auto conclusivos y la subtrama lineal de John el Rojo más viva que nunca se mezcla también un arco argumental de varios episodios no lineales en los que Lisbon se empecina conscientemente en atrapar un peligroso asesino que por su posición económica y sus poderosos contactos se convierte en un rival casi imposible de batir y cuyo tour de force depara episodios de fuerte tensión narrativa.

A destacar el quinto episodio donde un flash back explica el como y porqué Patrick Jane entra a formar parte del equipo de Teresa Lisbon lo que se agradece después de tantos episodios de convivencia.

En otro capítulo la aparición del fantasma de una adolescente, espíritu de su hija muerta que le ruega deje en paz la venganza y se dedique a vivir, hace tambalear el equilibrio emocional de Patrick y le induce a flirtear con drogas blandas.

Esta quinta temporada ha mostrado la suficiente continuidad a su esquema como para no decepcionar a los seguidores fieles pero a la vez ha sabido madurar los guiones y hacer los episodios más adultos y por tanto más interesantes. Ha retomado secundarios anteriores para seguir pintando la parte psicológica de cada uno de los personajes principales que con el paso de las temporadas ven pasar también los años y por razones obvias han de evolucionar en su modo de vivir los acontecimientos.


Teresa Lisbon demuestra una particular visión de la justicia, casi a modo personal, no dudando incluso en chantajear jueces para conseguir órdenes de registro que le permitan atrapar a un peligroso y escurridizo, por poderoso, asesino del que solo ella parece tener clara su culpabilidad.

Van Pel se limita a navegar por internet consultando datos en un triste papel de analista, reducido a secretaria de lujo, lejos del trabajo de campo que tanto la motiva, aunque una salida inteligente y digna la libra durante unos capítulos de estas tareas; ha tenido que paga el hecho de estar embarazada en la realidad y que los guionistas no lo hayan podido extrapolar a su personaje.

Kendall Cho, que curiosamente parece haber perdido el hábito de leer, tiene una sorpresa impensable al encontrarse con su última amiga, con la que compartiera momentos de intensidad amorosa y vital, y cuyo reencuentro lo pone en el terrible dilema de ser fiel a su ascética ética personal y policial o hacer la vista gorda.

Wayne Rigsby separado de su mujer y al cargo de su bebé y mientras se las ve y se las desea para ejercer de padre primerizo y soltero y abnegado defensor de la ley, se topa de nuevo con su padre, otra vez sospechoso de un delito y supercontento de descubrir que es abuelo. La ausencia de Van Pel le despierta ese sentimiento que en su día compartieron y al que no está dispuesto a renunciar; todo dependerá de si a ella le sucede lo mismo.

La temporada la cierra un suculento e inquietante episodio final que acota el universo para descubrir la identidad de John el Rojo reduciéndolo a siete nombres. Siete sospechosos y uno de ellos es, inexorablemente, el despiadado asesino cuya caza da vida a esta serie. Siete sospechosos y todos nos resultan de sobra conocidos. Pero algo hay nuevo y es que John el Rojo demuestra una gran capacidad analítica y una brillante inteligencia; algo que podíamos suponer o imaginar pero que ahora constatamos de facto y que incorpora una amenaza anunciada.

Una quinta temporada que curiosamente en lugar de repetirse en su forma, ha sabido consolidar sus principios y parece más rejuvenecida que nunca y capaz de encarar las que faltan para llegar a la octava, anunciada como la última. Aunque nunca se sabe.

Recuerden, pinchando aquí, las temporadas anteriores.

Post scriptum: ya disponible la reseña de la 6ª temporada

miércoles, 19 de junio de 2013

Martyrium por Vicente Garrido y Nieves Abarca

Con Martyrium el thriller de este país se reinventa y se pone a la altura, sino las supera, de las mejores novelas mundiales de este género.

A los amantes del thriller les ha tocado la lotería: primero Crímenes Exquisitos y ahora su continuación, Martyrium, que guarda relación muy directa por los personajes y por la trama. Por lo que puestos a leer empiecen por la primera.

Una trepidante trama que desarrolla simultáneamente varias investigaciones y que entrecruza y entremezcla las pesquisas con una habilidad admirable. Que mantiene la tensión en todos los frentes sin desfallecer en ninguno. Una trama con más de una escapatoria que puede conducir o no a la verdad y que reinventa la palabra fin al no considerarla final.

Roma, cuna del catolicismo, ¡que mejor lugar!, es el escenario elegido para este vía crucis de penitencia, dolor y muerte. Sus iglesias, su santidad y su religiosidad piadosa son el combustible perfecto para que en el interior de un asesino diabólico se inflame el deseo, la lujuria y el sadismo.

Il monstro de Roma, como se le empieza a conocer, recrea obras de arte religiosas en sus macabras performances con un gran parecido a lo que hiciera El artista en Crímenes Exquísitos y la policia romana precisa de ayuda para entender a lo que se enfrentan una vez constatado que ese tipo de crimen no es algo que ocurra a menudo.

Si en la primera Valentina Negro, Javier Sanjuan y Lua Castro exponían a cuerpo gentil su total implicación en el caso que tenían entre manos, en esta segunda, con situaciones aún más peligrosas y escabrosas, se constata que su tesón y entrega es aún más palpitante.

Vicente Garrido y Nieves Abarca demuestran conocer y dominar los resortes del thriller, saben templar el tempo narrativo e ir intercalando la parte de investigación que toca en cada momento en un género del que hasta ahora las grandes obras siempre han venido del exterior, pero que con las novelas de este tandem de escritores ya es posible no solo encontrarlo aquí sino exportarlo afuera.

Martyrium mantiene el equilibrio entre acción, suspense, violencia y sexo, aunque rebaja el tono cool y sofisticadamente ecléctico de Crímenes Exquísitos, en donde rozaba la pedantería, y aunque sigue citando marcas de ropa, de vehículos, de establecimientos y de bebidas, éstas están más al alcance del conocimiento del público medio lo que facilita su comprensión y su acercamiento. Aunque el público medio no acompañe el postre bebiendo Livio Felluga Picolit.

Así como el género negro y el policial tienen un público adepto, el thriller es también santo de devoción de muchísimos lectores que lo disfrutarán relamiéndose por lo que apunta a best seller.

Toda novela lleva implicita su propia banda sonora, la BSO de Martyrium tiene estas melodías:

Aparición de la Iglesia eterna, Messiaen
Suite para violonchelo nº 1 en sol mayor, Johann Sebastian Bach
Someone like you, Adele
The Harry Lime theme, de El tercer hombre, Anton Karas

Martyrium, decíamos, es la novela que sigue a Crímenes Exquisitos que fue la primera (véan aquí la crítica)

Post Scriptum:

La reseña de la tercera novela de la serie pinchando sobre el título 'El hombre de la máscara de espejos'

viernes, 14 de junio de 2013

El origen del mal de Jean-Christophe Grange

Si al primer día Dios creo la luz y la separó de la oscuridad debió de olvidar un rincón por iluminar.

Un rincón donde ninguno de los seres creados en días posteriores llegó a conocer ni habitar.

Un rincón donde se desarrolló una forma de vida incorpórea que parasita mentes para sobrevivir dando origen a actuaciones inmisericordes y viles. El origen del mal.

Antes de empezar la lectura de esta novela, escuchen el Miserere y disfrútenlo en toda su magnificencia. Después de leer el libro tal vez no deseen repetir la audición o ya no sean capaces de oirla igual y sería una lástima no haber conocido la música libres de todo pensamiento; una lástima no disfrutar de esa polifonía de otro mundo.

Antes de empezar la lectura de esta novela reflexionen sobre su capacidad de soportar dolor y si precisan de una imagen mental para determinar el umbral de tolerancia visualicen una mezcla de nazis y sus atrocidades denominadas experimentos, niños y su inocencia y pureza, guerras en África y sus primarios instintos y dictaduras sudamericanas, especialmente la chilena, y sus torturas y desapariciones. ¿Se hacen una idea?

Si se sienten con fuerzas para continuar sepan que la novela empieza con un asesinato y una investigación policial en la que pronto se establece una trabada relación entre los inspectores Lionel Kasdan y Cédric Volokine.

Antihéroes con más fracasos y derrotas en lo personal como éxitos y victorias en lo profesional.

Lionel Kasdan, inspector de la Brigada Criminal, armenio, mayor, ortodoxo, perseverante, viudo con un hijo, David, al que no ve desde hace dos años; padece dolor de estomago que soporta con medicinas y conduce un Volvo tan viejo y apedazado como él.

Cèdric Volokine, inspector de la Brigada de Protección de Menores, ruso, joven, turbulento, instintivo, soltero, ahora apartado del cuerpo por ser drogadicto en período de desintoxicación.

Ambos con historias personales que dan para sendas novelas, ambos de personalidad compleja y que necesitan colaborar entre ellos y confiar plenamente ya que a partir de un cierto punto, en el que van a atravesar un umbral sin opción de retorno, está en juego no solo el esclarecimiento del caso sino la propia supervivencia.

Un asesinato descubierto por el padre Sarkis y cometido junto a un órgano en su iglesia de Saint Jean-Baptiste de culto monofisita, en la rue Goujon de París. La víctima es Wilhelm Goetz, chileno, músico y director de coros infantiles. 22 de diciembre de 2006.

Pronto se evidencia que este asesinato no es ni un acto improvisado ni el leit motiv del argumento, solo el inicio de una trama tan rica y variada como espeluznante y aterradora.

Por ese motivo deriva rápidamente de su inicio cien por cien policial haciendo paradas por el reportaje histórico, la crítica política y envolviendo al argumento con tantas razones y explicaciones que desvirtúa la tesis inicial para obtener una obra que resulta apasionante por sus continuos giros a ritmo de puro thriller, aunque personalmente lamente esta transformación ya que diluye un interesante punto de partida en un conjunto resuelto con los parámetros de una película de serie B.

Jean-Christophe Grange fiel a sus principios despierta sentimientos en sus lectores sin importarle para nada las secuelas que pueda dejar. Denuncia lo que la Historia no se atreve, alerta de los riesgos de convivir con seres infectos y putrefactos por su inexistente moral y su alto nivel de fanatismo radical. Y plantea valientes reflexiones sobre el mal y la maldad.

La BSO de la novela la componen piezas de gran trascendencia en la historia de la música clásica y de una gran sensibilidad:

Miserere de Gregorio Allegri
Variaciones Diabelli de Beethoven
Ofrenda Musical de Johan Sebastian Bach
El clave bien temperado de Johan Sebastian Bach
El coro de los peregrinos (Tanhauser) de Richard Wagner

Para acompañar y endulzar el amargo sabor que deja la novela tengan a mano unas Baklavas: basicamente triangulos de pasta hojaldrada rellena de miel y nueces, tipicamente armenias.

Del mismo autor y en este blog: Los ríos de color púrpura (pinchen aquí)

martes, 11 de junio de 2013

Interrobang: fake VI

Los fakes Interrobang son un divertimento que consiste en tomar prestadas imágenes de aquí y de allá y adaptarlas al símbolo interrobang que es el que da nombre a este blog y al mestizaje de géneros negro, policial, detectivesco y enigma que hoy se da en nuestras lecturas en civilizada convivencia.

La Trilogía de la crisis es como denomina Petros Márkaris una serie de tres novelas ambientadas en la actual crisis griega. Una crisis devastadora de vidas humanas y de principios éticos y morales.

En la web de la Biblioteca Joan Oliva de Vilanova i la Geltrú se ve una ilustración de las novelas de esta trilogía, las dos primeras ya han sido comentadas aquí, en este blog, en la que falta definir la cubierta y el título de la tercera y última.

Interrobang ha aprovechado el interrogante para elaborar su fake número seis. Ya saben: es un inocente guiño.


Hay otros fakes interrobang y están aquí

viernes, 7 de junio de 2013

Liquidación final de Petros Márkaris

Liquidación final es la segunda novela de la trilogía de la crisis (la primera fue Con el agua al cuello) y en ellas el escritor Petros Márkaris utiliza los patrones, los códigos, de la novela negra como un medio para explicar de forma crítica la situación social, política y económica por la que está atravesando Grecia desde que se produjera su rescate por la Unión Europea bajo el control de la troika a través de los mecanismos reguladores pertinentes.

Márkaris traza un argumento policial como quien tira una línea recta y a continuación le va poniendo ramificaciones y hojas y flores para vestirlo, al modo como los antiguos judíos alargaban los caracteres de la escritura aramea para hacerlos parecer ramitas y que resultasen ilegibles a los ojos de sus perseguidores romanos.

Pero a Márkaris se le nota que la línea recta no encierra el mensaje principal. Son los, teóricamente, adornos en donde se apoya su verdadera intención. Donde muestra su sufrimiento, rabia e impotencia por ver hundirse un pueblo, su pueblo, en una desesperación que conduce cada vez más al suicidio.

Tremendas las páginas iniciales de esta Liquidación final.

Por eso esta trilogía de la crisis trasciende el concepto funcional de la novela negra y abraza el realismo social. Por eso su contenido policial está poco trabajado y por eso el argumento no presenta la complejidad propia del género que tan bien ha cultivado Márkaris ya que lo ha subordinado a la denuncia.

Es así que esta segunda novela de la trilogía, Liquidación final, es hermana gemela de la anterior, Con el agua al cuello, y por nacer después es tan calco que casi podría obviarse.

El comisario Kostas Jaritos de nuevo atravesando Atenas de arriba a abajo, en un escenario caótico de conductores cada vez más resignados. De nuevo bajo el yugo ministerial de lo políticamente correcto, y en esta ocasión hay premio en juego.

La crisis es la que es. Por tanto estamos ante la representación de una única obra y Petros Márkaris presenta diversos actos de esa tragedia griega en los que da retoques a sus personajes habituales afectados de lleno por la situación y les pone un crimen entre las manos. Por necesidad, más que por leit motiv. Y la novela se resiente. Desciende la creatividad y el suspense policial y gana en, pírrica victoria, la denuncia sobre la corrupción política y la intervención a los medios de comunicación.

No somos los únicos en notarlo, incluso Jaritos lleva a Adrianí a cenar fuera hartos de oír cada noche los mismos discursos, los mismos mensajes en los noticiarios de la televisión. Casi como quejándose a su creador Petros Márkaris de que está haciendo lo mismo con su novela.

Márkaris compensa con su peculiar sentido del humor, ironizando sobre la manera de ser de sus compatriotas y sobre la manera de hacer aunque ahora sea hacer nada; compensa con su cotidianeidad familiar no solo con Adrianí, sino con su hija y yerno y sus consuegros; compensa cuando muestra el desmoronamiento de las tradiciones por la necesidad de reinventarse como persona y como profesional que tienen las mujeres y que se muestra en la actitud de Katerina; compensa con la sabiduría popular que demuestra Zisis para llegar a donde los razonamientos intelectuales y las lágrimas sentimentales no alcanzan ni a arañar la superficie.

Liquidación final es la segunda novela de la trilogía de la crisis (la primera fue Con el agua al cuello, pinchen aquí para leer la crítica y para encontrar la receta de los Souvlakis)

Post scriptum: ya disponible la reseña de la novela que completa la Trilogía de la Crisis: Pan, Educación y Libertad.   

lunes, 3 de junio de 2013

Seis aciertos y un cadáver de Francesc Montaner

El azar y la suerte son las dos variantes que condicionan la existencia humana hasta tal punto que incluso el libre albedrío no es más que una apuesta subordinada a ellas.

Así el elenco de personajes que pasean por esta novela no se dedican a lo que se dedican por voluntad propia sino porque una decisión les ha conducido a ello.

En la madrugada de Río de Janeiro se encuentra un cadáver en la playa. Indocumentado. Por fuera vestido de Armani y por dentro de tatuajes; es joven, atractivo y su cuerpo atlético aparece destrozado por una gran paliza, por si fuera poco de su garganta y traquea el forense extrae dieciséis monedas. Una de 2 euros acuñada en España.

Contactos entre la policía carioca y española deciden que Daniel Prats, inspector de homicidios de Barcelona, se desplace a Brasil para ayudar en las pesquisas y repatriar el cuerpo.

Prats es un policia por necesidad que no por vocación que ni siente ni se esfuerza por encontrar. Está divorciado y en materia de sentimientos es incapaz de comprometerse y cuando da un paso para acercarse a un hijo que no conoce lo frenan de inmediato unos tibios argumentos, lo que prueba que su deseo era apetito y no verdadera hambre. Y todo porque no tiene claro nada. Porque no sabe que hacer con su vida más que vivirla, aunque no se sepa como.

Las policías de ambos países colaboran en la identificación del difunto y en reconstruir sus últimos momentos de vida, sus movimientos en días anteriores para determinar las causas de la muerte y encontrar a los culpables.

Seis aciertos y un cadáver es una novela en la que no hay buenos ni malos, y los que ejercen de buenos y malos lo son por las circunstancias y no por su condición. Y en cualquier momento pueden dejar de ser uno para pasar a ser lo otro. Todo es cuestión de azar y suerte y de un libre albedrío que deja elegir pero que no advierte suficientemente que toda decisión conlleva una consecuencia.

El argumento gira en torno a estas reflexiones y en como cada cual se camela la vida con lo que tiene y lo que sabe, siempre barriendo para casa; pero lo hace pormenorizando demasiado en las vidas de los personajes, eso si, todos de personalidad seductora y carismática, pero que justifica una y otra vez abusando de excesos narrativos que convierten al lector en un ente pasivo. Y esto en novela negra es un crimen.

A Francesc Montaner la trama se le ha ido un poco de las manos y le ha hecho sufrir una falta de ritmo y unos cambios de velocidad que hacen dificil cautivar la atención y solo se motiva cerca del final cuando un giro imprevisto absolutamente canalla le da un toque de aire fresco que hace suponer que, bien hilvanada, esta novela hubiera podido ser un puntazo.

Seguramente la próxima.