martes, 20 de agosto de 2013

La llave maestra de Masako Togawa

La llave maestra es una novela intimista y enternecedora. Pausada y emotiva. Su lectura es abrirse a una nueva experiencia. Novela negra a la japonesa, ya saben: distinta.

Los Apartamentos K de Tokio van a ser desplazados cuatro metros en toda su estructura, desde la base hasta el tejado, cinco plantas, ciento cincuenta habitaciones, cincuenta años de antigüedad; en un laborioso, estudiado y sincronizado trabajo de ingeniería que garantiza que la intervención será tan suave que ni el agua de un vaso se derramará.

Los días previos al escogido para la magna empresa han estado repletos de ruidos y polvo, irritabilidad y nerviosismo, temor y expectativas. Los obreros han excavado los cimientos para armar todo un entramado mecánico que permita el deslizamiento. En los apartamentos se teme que no salga bien y que los secretos que se guardan en el interior de las habitaciones queden al descubierto. exponiendo sin protección el orgullo y la dignidad de las mujeres, única inquilinas, que los habitan.

Los Apartamentos K para damas es un edificio construido al final de la II Guerra Mundial para acoger y dar refugio a mujeres necesitadas, bajo un régimen estricto para la presencia masculina: pueden entrar a visitar, previa acreditación, pero no quedarse a pernoctar y menos a vivir.

Hoy, pasados los años, sus habitantes ya no son las jóvenes a las que las normas pretendían evitar disgustos o sorpresas no deseadas; son ellas mismas si, pero envejecidas igual que lo ha hecho el edificio, y más de una lamenta la severidad con que fueron enclaustradas. El edificio ha perdido lustre con el tiempo igual que las vidas de sus inquilinas, solteronas y viudas desesperadamente conscientes de que su ocasión ya pasó, el tiempo no perdona y la juventud no regresará.

Sus inquilinas están estructuradas en comités por planta y celebran reuniones periódicas para resolver lo que convenga o para ponerse al día con los últimos chismes. Siempre que exista un colectivo existen interacciones entre sus miembros: de respeto, afecto, simpatía... y también de desdén, desprecio, envidia... Así son siempre los seres humanos, ya sean hombres o mujeres.

Pero cuando desaparece la llave maestra que abre todas las habitaciones, las tensiones particulares se dejan de lado y todas las residentes viven bajo un intenso temor. En una de ellas nace una obsesión que la conduce a una búsqueda en la que puede encontrar más de lo que pretende.

Un secuestro infantil, el robo de un instrumento musical, la proliferación del Oshizu, un culto religioso basado en charlatanería que gana adeptas, actos que desencadenan otros actos que se entrecruzan en las vidas de esas mujeres, todas con un pasado propio y a su vez con uno colectivo y que tienen claro que todo crimen lleva en si mismo su propio castigo.

No hay que escribir sobre grandes crímenes o grandes delitos para obtener una novela policíaca. La llave maestra es un claro ejemplo de ello.

La novela policíaca y la novela negra japonesas lo son por su condición y no por su contenido, lo son por su forma de construir la narración y apelar a los sentimientos más íntimos de sus protagonistas. Lo son por el modo en como articulan cada personaje adaptándolo al papel que la sociedad y el momento han decidido para cada cual.

Los actos no son confrontados bajo la maniqueísta lupa del bien o del mal, blanco o negro. Solamente expuestos como ropa tendida al sol. Como diciendo es lo que hay y no juzguen sino quieren ser juzgados.

La llave maestra es una novela corta. Poblada de las vivencias y desesperanzas personales de un grupo de mujeres representativo de la sociedad nipona del momento que Masako Togawa exhibe como ejemplo de que todo el variopinto comportamiento humano cabe en una gran caja de zapatos o en este caso en un bloque de apartamentos.


Masako Togawa (1933), mujer extrema y polifacética en su forma de ser y de actuar, es considerada uno de los pilares de la cultura japonesa y es que no solo cultiva la novela negra (de veinte novelas parece que solo han traducido al castellano tres: La llave maestra, Lady Killer y Un beso de fuego), sino que es guionista de televisión (la serie Playgirls), actriz de cine y cantante (vean aquíen youtube, uno de sus varios videoclips).

Post scriptum: lean la reseña de Lady killer de la misma autora.

6 comentarios:

  1. No lo conocia pero parece muy interesante,me lo apunto,me ha encantado tu blog,ya que la novela negra es mi genero favorito,besotes

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    1. Triplemente agradecido Susana, por comentar, felicitar y hacerte seguidora. Sigue así ;-)

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  2. Me lo acabé ayer y me ha encantado la obra. Muy japo, supongo, me recuerda un poco a Kawabata, pero mucho más comprensible. Me ha parecido cercana, tanto en los personajes, como en la forma de escribir. Y eso ya es difícil cuando hablamos de una forma de vivir taaaaan alejada a la nuestra. A la mía por lo menos.
    Gracias por descubrirmela! :D

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    1. Tanto la novela japonesa como su comida tienen en la simplicidad del tratamiento de los elementos/ingredientes su verdadera complejidad.
      Un placer Lola. Hasta la próxima!

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  3. Muy buen libro, lo leí en mi adolescencia y hace poco lo encontré en una biblioteca popular. El tejido entre los personajes y su relación con el edificio es genial.

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    1. Imbricación vital: el uno sin las otras y viceversa no existen.
      Gracias por pasarte por aquí y dar tu opinión.

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