La verdad está en el vino |
En el vino está la verdad y en la copa está el vino. Todo
empieza con Edouard que colecciona copas y todo acaba con Edouard que tal vez
ya no vuelva a coleccionarlas.
La inspectora Anne Oteiza pertenece a la Brigada de investigación
de delitos contra el patrimonio histórico. Anne es guapa, joven e
independiente, viste chupa de cuero conduce moto y calza plana. No tiene
veleidades gastronómicas y no le gusta el vino, más por desconocimiento que por
razón justificada. No triunfa en el amor, es reservada y mantiene secuelas post
traumáticas de un doloroso y espeluznante suceso de hace años.
Uno de esos que
más que cambiarte la vida te la destrozan.
Tiene en Sofía su única e íntima amiga. Y en su rutina
las pautas para no sufrir episodios de crisis tan incontrolables como para casi
llegar a perder el conocimiento. Por eso sufre anticipadamente cuando la
necesidad de investigar la desaparición de unas valiosas botellas de vino la
obligan a dejar Madrid y volver a San Sebastián. Allí donde fue tan feliz y tan
desgraciada.
Pero si hablamos de vino es imposible no hablar de
Francia ni de Burdeos, ni de los terroirs ni de los Chateaux: Rostchild,
Margaux…
In
vino veritas es una novela que armoniza hechos reales y
fábula, que discurre por los viñedos de Burdeos evocando tiempos pasados y
hermanándolos con tiempos presentes.
Nos habla de heroicidades de personas normales y nos
remite a la historia para entender el significado de lo que hoy bebemos.
Virginia Gasull la autora de In vino veritas |
Virginia
Gasull demuestra haberse documentado ya que la novela no
presenta fisuras en su apartado artístico e histórico como tampoco en las
páginas divulgativas de elaboración de vino aunque tal vez le haya quedado un
pelín tutorial pero teniendo en cuenta que iban dirigidas a la inspectora
Oteiza, o sea alguien que no solo no conoce el vino sino que incluso lo rechaza
se antojan casi indispensables.
Vino y erotismo |
Fascinante el párrafo destinado a explicar cómo realizar
una cata (claro que no todas acaban como la pormenorizadamente descrita en la
novela; por desgracia). Si en cambio resultan poco estimulantes y algo tópicas
las páginas dedicadas al sexo y al erotismo. Se describen como sabría un vino joven, ansioso y demasiado
evidente y les faltan matices que alarguen el sabor.
Toda búsqueda de tesoros, toda resolución de enigmas del
pasado tiene su punto romántico y en esta novela el romanticismo se adueña de
la trama y el conjunto resultante es una intrigante y entretenida novela de
aventuras históricas que cuenta con varios misterios a resolver.
No siempre una botella coupage es mejor que una
monovarietal y en esta novela tal vez haya exceso de mezcla y casi mejor que en
la próxima novela, perdón cosecha, se tenga en cuenta. Ojalá. Esto promete.
La portada es de las que llaman la atención, y eso siempre es un punto a favor.
ResponderEliminar¡Como siempre un placer leerte, Jordi!
Y perfectamente acorde con el contenido de la novela lo que supone que quien la haya hecho la ha leído y eso también se agradece y no que pusieran una botella de vino en primer plano y unos viñedos difuminados al fondo que hubiera podido muy bien ser ;-)
EliminarHace pocas décadas con una foto como la de la copa, genial, hubiera tenido que ir a La Modelo a llevarte libros puros.
EliminarComo siempre, me fío de tu criterio y la leeré.
Salud y.....
Las prácticas hedonistas tiene multiples vías de expresión y el degustar un buen vino es una de ellas.
EliminarSalud, placer y vino