Alternando trama histórica con trama de ficción histórica. |
Todos sabemos quien es El hombre que mató a Sherlock Holmes. A Sherlock Holmes lo mató Arthur Conan Doyle despeñándolo
por las cataratas de Reichembach en El problema final o eso se nos hizo creer,
ya que al cabo de unos años el detective reapareció de forma misteriosa.
Y de lo que en la caída acaeció y de lo vivido durante su
ausencia no se tiene mayor noticia que los intentos reconstructores de la
historia a cargo de una serie de escritores participantes de lo que se ha
venido llamando El Gran Juego y que
ha procurado verdaderas joyas inscritas en el otro Canon Holmesiano, el de los pastiches y con grandes
representantes en castellano.
El hecho es que Arthur Conan Doyle atentó deliberadamente
contra la vida de Sherlock Holmes agobiado por los celos como muestra su
confesión escrita en su diario, o eso dice Alex Cale que afirma haberlo
encontrado.
Sin embargo, para desasosiego de los asistentes a la
convención donde Alex va a exponerlo, es asesinado antes de poder demostrarlo y
a partir de aquí la búsqueda del manuscrito siguiendo el modo deductivo que
hubiera empleado el propio Holmes será la misión de Harold White, un neófito de
la sociedad Los irreductibles de Baker Street pero fanático como el que más,
acompañado de la joven periodista Sarah Lindsay.
La novela va alternando tiempo anterior, donde se narran
los hechos vividos entre Arthur Conan Doyle y su amigo Bram Sotker, el autor de
Drácula, que son los que ocupan las páginas del diario perdido y que supone
descubrir las habilidades como detective del propio Conan Doyle estimuladas
ante el hecho de que puede llegar a ser encausado criminalmente.
Y lo alterna con el tiempo actual, más de un siglo
después, que ocupa la búsqueda del mismo diario empleando las mismas habilidades
detectivescas. Dos líneas temporales que se acaban uniendo de una forma muy
meritoria.
El
hombre que mató a Sherlock Holmes es una novela que alterna
trama histórica con trama de ficción histórica y que supone además de una
tremenda labor de documentación una más que ingeniosa forma de viajar en el
tiempo sin hacerlo.
Graham Moore |
Graham
Moore ha escrito una novela que, en su debut, trasciende el entretenimiento.
Original, divertida, emocionante y entusiasta y que logra
que Sherlock Holmes esté presente en toda la obra sin aparecer en ella, algo
que consigue empapando las figuras de Arthur Conan Doyle y de Harold White de la
personalidad del genial detective.
Una novela policiaca que mantiene la intriga a lo largo
de la trama con dos interesantes casos a resolver y después de resueltos en aquello que
se lee en la Nota del Autor.
Tiene muy buena pinta, me lo llevo apuntado, creo que me gustará.
ResponderEliminarBesos
Me ha resultado una lectura muy entretenida. Ya dirás a ver si coincidimos.
EliminarBesos!
Me la apunto. Mira que soy muy remilgado con la obra paralela que ha generado el fenómeno Holmes, pero me fío de tu criterio.
ResponderEliminar¡Un placer leerte como siempre, Jordi!
Pues mira porqué el Canon es muy conocido y perfectamente acotado que si no algunos pastiches colarían como originales e incluso quedando en muy buena posición. De todos modos El hombre que mató a Sherlock Holmes no es un pastiche.
EliminarUn abrazo!
Me parece más que interesante. Y no la conocía (imperdonable por mi parte...). Y si habla de la amistad con Bram Sotker, vamos, que voy de cabeza. ¡Gracias!
ResponderEliminarNo solo habla de su amistad sino que participa activamente en la historia.
EliminarSaludos!