The Killing: un drama criminal |
He aquí una serie que pierde los papeles a poco de empezar
y no los encuentra en ningún momento, aunque tampoco parece que haya nadie desesperado buscándolos.
Sus tramas son tramposas y manipulan descaradamente al espectador,
el desarrollo argumental pierde foco y se dispersa en secuencias que nada
aportan y mucho aburren.
Su personaje principal, la detective Sarah Linden (interpretada
por Mireille Enos) se presenta como un ser incapaz de
mantener relaciones cordiales con nadie y ganar el primer premio, si se
otorgara, a la peor madre del mundo, la peor pareja sentimental y profesional (su
compañero Stephen Holder (Joel Kinnaman) puede dar fe de lo borde que
es) y casi el premio a la peor policía, habida cuenta que o tiene iluminaciones
resolutivas o va a remolque.
Y si este es el personaje que se buscaba crear, nada que
decir. Lo han clavado y el dramatismo y angustia existencial están garantizados. Solo que resulta forzado y con ello poco creíble.
Y aún hay más: el procedimiento policial es nefasto y casi
nada reglamentario ya que se saltan los derechos Miranda a cada ocasión, se acreditan como si vinieran de un país vecino, molestan e interrogan
sin autoridad y la investigación avanza a golpe de casualidad. Se acusa a
cualquiera que remotamente pudiera tener relación en una suerte de prueba error
a ver si acierto, diálogos ausentes y cuando está presentes poco aclaran y
mucho confunden y silencios, demasiados que propician que cada cual los
interprete a su manera y se causen destrozos casi irreparables en personas
inocentes tomándose otros la justicia por su mano.
The killing, inicialmente una temporada, renovada con
dificultad por una segunda (algo intuyó la productora) y después de enterrarla
resucitada para una tercera (las productoras son las únicas que tropiezan con
la misma piedra) y nuevamente como Lázaro rescatada de entre los muertos para
una cuarta (‽) y, esta vez parece que va la vencida, última y refinitiva.
La serie es la versión americana del original danés Forbrydelsen (traducido como Crimen) y
al no conocerla desde aquí es imposible establecer comparación.
La pareja de detectives protagonista Stephen Holder y Sarah Linden |
The killing no es una serie policial al uso, es más bien un
drama con crimen y esto es probablemente el motivo de su seguimiento y agrado.
El peso que tienen las personas y sus relaciones es superior al de la
investigación criminal y tomada así resulta interesante ya que los personajes tienen todos su qué y es puramente casual que todos carguen con su cruz y tengan cosas que ocultar.
Ni los propios detectives se escapan de su mayor
protagonismo como personas que como policías. Eso la hace distinta y es el
aporte, el único, valioso y diferencial con otras series; la lástima es que no
saben resolverlo.
Las dos primeras temporadas giran alrededor del asesinato
de una joven en Seattle, donde transcurre la serie, coexistiendo con varias
subtramas; un Seattle cotidianamente lluvioso, gris y deprimente. En la tercera
un asesino en serie es el objeto/sujeto de investigación y es autoconclusiva,
¡pero de qué manera!, probablemente nadie imaginaba una cuarta y cerraron de un
portazo sin tener en cuenta que caerían los cuadros colgados de la pared.
He soportado las tres primeras para darle cuerpo a esta entrada. Ya no he podido con la
cuarta.
A mí me fue mejor (jajaja). La verdad es que me gustó, las vi todas las temporadas porque me engancharon los personajes. Por cierto, el policia hace de "malo" en películas y series, es la primera vez que lo veo en otro rol, y no lo hace mal.
ResponderEliminarLos protagonistas creo que bordan el papel y si, coincido contigo en que los personajes son los que aguantan ya que la trama, a mi modo de ver, hace aguas.
EliminarUn abrazo Ethan!
Con buenos ingredientes la verdad es que el resultado es como mucho "random". Yo me la acabé de ver por saber cómo terminaba simplemente, pero concuerdo en bastantes puntos contigo.
ResponderEliminar¡Un placer leerte como siempre, Jordi!
En la cocina pasa igual: no basta con tener buenos ingredientes si luego no los sabes combinar y cocinar adecuadamente. Al final te lo comes igual pero hubiera podido ser mucho más sabroso.
EliminarUn abrazo Roberto!