Y así sucede, al
producirse la muerte de una joven por problemas cardíacos en los primeros días
del viaje. Nada hace suponer que no sea de muerte natural, su familia a bordo
lo confirma, sino fuera que ha desaparecido un collar de diamantes de gran
valor económico y que la finada lucía a juego con su belleza.
Tal hecho dispara la
imaginación de Vereker, un diletante sin penurias económicas y con una gran
capacidad intelectual, enfocada en la investigación criminal, para relacionar
hechos y sacar conclusiones que cuenta con la colaboración de su amigo Ricky, a
modo de Watson, un mujeriego y bon vivant con los bolsillos siempre vueltos del
revés.
El argumento de Crimen
en alta mar está claramente definido en sus aspectos de presentación, nudo
y desenlace. Empieza a bordo del lujoso navío Mars, continua en Lisboa y
finaliza en Jevington, localidad en plena campiña inglesa.
Los desplazamientos
aportan un ritmo dinámico y los cambios de escenario dan pie a apuntes
localistas y gastronómicos que complementan el glamur asociado a este tipo de
relatos.
Personajes amables, humor inteligente, ambientes elegantes, servidumbre atenta, etiqueta y cortesía, crímenes respetuosos… los ingredientes indispensables e infalibles de la novela criminal británica del siglo de oro, del que Robin Forsythe, su autor, es notable exponente.
Así, la trama funciona
como un reloj y como tal es fiable en su capacidad para ofrecer un rompecabezas
complejo, que busca entretener y estimular la mente.
Si les va el policial clásico de principios del siglo XX no pueden perderse esta obra. Satisfacción garantizada.
0 comments:
Publicar un comentario