Imborrable, serie policial de televisión |
Si en su segunda
temporada flojeaba en esta tercera no le ha ido mucho mejor. Un tibio intento
de volver a los crímenes sangrientos pero infructuosamente secundado por unos
diálogos carentes de credibilidad, unas interpretaciones desestructuradas con
los guiones y una puesta en escena más que mejorable.
Sobre todo se podría
mejorar, para darle un mínimo de credibilidad y realismo, cada vez que Jay
teclea en su ordenador para localizar un dato y mostrar los resultados ya que resulta una acción más falsa que un duro sevillano.
La línea argumental, precisa, obscura e interesante, del
asesinato de la hermana de Carrie Wells que aguantó toda la primera temporada tenía
un alto contenido adictivo que sin embargo se decidió terminar de un plumazo, y
de forma totalmente inconclusa e insatisfactoria, dando pie a una segunda
temporada que sin ese agarre empezó en falso y padeció y mucho para conseguir unos pocos episodios
interesantes, eso si, sin ligazón alguna.
En esta tercera temporada
la habilidad de Carrie, su hipertimesia, ese trastorno psicopatológico que le
permite recordar y rememorar cualquier detalle o situación, el leit motiv de la
serie, se limita a aparecer al principio de cada episodio a modo de entradilla
en situaciones de atracción de feria y vuelve a hacer aparición para resolver
el caso pero sin la intensidad con que lo hacía en la primera temporada.
Esta tercera temporada ha
empeorado respecto las anteriores, y hacerlo peor que la segunda ya era
difícil. Por suerte todos aquellos televidentes que no padecemos hipertimesia
podremos olvidarla rápidamente.
El último episodio de la
temporada, poniendo a Carrie al borde de la muerte y cuya tensión debería de
provocar taquicardia resulta de un planteamiento tan poco creíble que se ve con
sorna y mofa. Y la reacción de los protagonistas no la hubiera escrito ni un
estudiante y si lo hubiera hecho lo habrían suspendido.
Casi lo mejor que lo
podría pasar a la serie era terminar aquí y eso es lo que la CBS, su
propietaria, había decidido sabiamente. Pero oh! Sorpresa A&E toma el
relevo y anuncia cuarta temporada y como no podía ser de otra manera anuncia
relevos interpretativos de los que de momento solo se salvan los protagonistas
principales que encarnan a Carrie Wells y Al Burns. Los demás a la hoguera.
Lamentamos perder a la forense Jane
Webster (interpretada por Jane Curtin) que sin duda ha sido lo mejor de estas
dos últimas temporadas. El rodaje ya ha empezado y se está a la espera de saber
la fecha de estreno de este cuarto intento al que le deseamos lo mejor, en beneficio suyo y egoistamente nuestro.
Carrie y Al sin aceptar su amor y sin madurar |
Así pues Carrie Wells
(interpretada por Poppy Montgomery) y Al Burns (Dylan Walsh) seguirán.
Esperamos que ya superadas sus puyas de instituto.
A los guionistas les iría
bien padecer o disfrutar, según se mire, un poco de la hipertimesia que padece Carrie
Wells para acordarse de lo producido hasta ahora y no repetir los mismos errores de las otras temporadas. Y al director
también.
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