Con Martyrium el thriller de este país se reinventa y se pone a la altura, sino las supera, de las mejores novelas mundiales de este género.
A los amantes del thriller les ha tocado la lotería: primero Crímenes Exquisitos y ahora su continuación, Martyrium, que guarda relación muy directa por los personajes y por la trama. Por lo que puestos a leer empiecen por la primera.
Una trepidante trama que desarrolla simultáneamente varias investigaciones y que entrecruza y entremezcla las pesquisas con una habilidad admirable. Que mantiene la tensión en todos los frentes sin desfallecer en ninguno. Una trama con más de una escapatoria que puede conducir o no a la verdad y que reinventa la palabra fin al no considerarla final.
Roma, cuna del catolicismo, ¡que mejor lugar!, es el escenario elegido para este vía crucis de penitencia, dolor y muerte. Sus iglesias, su santidad y su religiosidad piadosa son el combustible perfecto para que en el interior de un asesino diabólico se inflame el deseo, la lujuria y el sadismo.
Il monstro de Roma, como se le empieza a conocer, recrea obras de arte religiosas en sus macabras performances con un gran parecido a lo que hiciera El artista en Crímenes Exquísitos y la policia romana precisa de ayuda para entender a lo que se enfrentan una vez constatado que ese tipo de crimen no es algo que ocurra a menudo.
Si en la primera Valentina Negro, Javier Sanjuan y Lua Castro exponían a cuerpo gentil su total implicación en el caso que tenían entre manos, en esta segunda, con situaciones aún más peligrosas y escabrosas, se constata que su tesón y entrega es aún más palpitante.
Vicente Garrido y Nieves Abarca demuestran conocer y dominar los resortes del thriller, saben templar el tempo narrativo e ir intercalando la parte de investigación que toca en cada momento en un género del que hasta ahora las grandes obras siempre han venido del exterior, pero que con las novelas de este tandem de escritores ya es posible no solo encontrarlo aquí sino exportarlo afuera.
Martyrium mantiene el equilibrio entre acción, suspense, violencia y sexo, aunque rebaja el tono cool y sofisticadamente ecléctico de Crímenes Exquísitos, en donde rozaba la pedantería, y aunque sigue citando marcas de ropa, de vehículos, de establecimientos y de bebidas, éstas están más al alcance del conocimiento del público medio lo que facilita su comprensión y su acercamiento. Aunque el público medio no acompañe el postre bebiendo Livio Felluga Picolit.
Así como el género negro y el policial tienen un público adepto, el thriller es también santo de devoción de muchísimos lectores que lo disfrutarán relamiéndose por lo que apunta a best seller.
Toda novela lleva implicita su propia banda sonora, la BSO de Martyrium tiene estas melodías:
Aparición de la Iglesia eterna, Messiaen
Suite para violonchelo nº 1 en sol mayor, Johann Sebastian Bach
Someone like you, Adele
The Harry Lime theme, de El tercer hombre, Anton Karas
Martyrium, decíamos, es la novela que sigue a Crímenes Exquisitos que fue la primera (véan aquí la crítica)
Post Scriptum:
La reseña de la tercera novela de la serie pinchando sobre el título 'El hombre de la máscara de espejos'
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