miércoles, 25 de junio de 2014

La redención y la muerte de Lena Svensson

Mora es un pequeño pueblo sueco de moral casi victoriana situada a orillas del lago Sjlian más o menos hacia el centro del país. Es el pueblo natal de Greta Lindberg al que ahora vuelve esta pelirroja, de carácter tozudo, valiente e inteligente, a curarse de mal de amores.

Mora es ese pequeño pueblo a menudo vestido de nieve que salvando las distancias ficticias, en longitud y latitud, nos recuerda Saint Mary Mead. Y es que Agatha Christie está omnipresente en toda la novela.

Así, Greta considera El caso de los anónimos como una de sus mejores novelas y destaca Misterio en Pale Horse por el predominante e interesante papel que tiene Ariadne Oliver, posible alter ego de la Gran Dama del Crimen.

No deja de ser curioso que Nina Wallström, a quien aún no conoce pero no tardará en hacerlo, sienta identica pasión aunque su preferida sea Muerte en la vicaría.

Greta está a punto de canviar la trayectoría de su vida tanto en lo profesional como en lo sentimental, pero ni ella misma sospecha hasta que punto el vuelco va a ser tan exagerado: sus inclinaciones literarias están a punto de convertirse en realidad.

Hija de sueco, inspector de policía en activo y de inglesa, poetisa, fallecida en accidente de tráfico; y ella, sueca, profesora de literatura y voraz lectora, en especial de novela policiaca y en particular de Agatha Christie, a quien idolatra hasta el punto de que su loro hembra, de raza gris africana y nueve años de edad, se llama Miss Marple y si tuviera una librería sería temática de novela policial, enigma y misterio con Club de Lectura incluido y la llamaría Némesis  en homenaje al título de la última novela protagonizada por Miss Marple.

Y ¿que le puede deparar el destino a alguien como ella?

Pues ni más ni menos que vivir en primera persona lo que tantas veces ha constituido argumento de sus lecturas. Y eso sin ir a buscar nada: al igual que sucede con miss Marple, Greta no va a resolver crímenes sino que estos vienen a ella para ser resueltos.

Karl Lindberg es el inspector de la policía local, viudo y padre de Greta y quien siempre deseó que su hija siguiera sus pasos en el cuerpo, cosa que está haciendo de forma oficiosa ya que no está calzada con zapatos oficiales sino con zapatos de calle.

En la comisaría tiene como equipo a Mikel Stevic, un policía a quien el pensar más con la cabeza pequeña y calva que con las neuronas de la grande le provoca sentimientos encontrados y encuentro de problemas; y a Nina Wallström, buena y pragmática profesional pero comedida con sus sentimientos hasta más allá de lo que debiera pues desde hace tiempo suspira por su jefe Karl.

También aparece Hanna Windfel, su mejor amiga que siempre la está animando y que se postula como una fotógrafa con porvenir.

Y un personaje entrañable es Pernilla Apelgren, a quien deseamos más protagonismo en las siguientes entregas y que recuerda a la Gladys Kravitz de la serie de televisión Embrujada, por estar todo el rato pegada a las cortinas de su casa espiando lo que sucede enfrente.

El asesinato es el motivo para que haya una investigación policíaca pero no es el fin en sí mismo, por lo que no hay recreación morbosa en el hecho en sí sino simple y llanamente constatación de una muerte por un tercero y desencadenante de las pesquisas oficiales y las paralelas de Greta. Un whudunit en toda regla.

Y aunque la resolución se desvele con bastante anterioridad al fin de la novela no por ello decae el interés, ya que al propio de haber descubierto quién está detrás ahora lo que interesa es saber cómo obtener pruebas incriminatorias para su confesión.

La Redención y la muerte es una novela que mezcla enigma policial, intriga, humor, romanticismo y costumbrismo de forma amable y sencilla y permite una lectura fácil y amena, con cierto aire juvenil, y sembrada de diálogos y referencias literarias de género que tanto harán las delicias de los seguidores del whudunit británico sin que le falte ningún ingrediente y permite una lectura sin sobresaltos y sin salpicaduras como a los componentes de club de lectura para primerizos.

Andrea Yungblut es el nombre de esta autora argentina que firma sus novelas eróticas como Breeze Baker, las novelas de suspense como Sienna Anderson, las románticas como Andrea Milano y las novelas de misterio policial como Lena Svensson. A prolífica difícilmente se le gana.

Emplear seudónimo con apellido nórdico y ubicar las novelas en Suecia ¿por qué será? ¿tirón de moda? Puede hacerle o no flaco favor a su literatura policial pero para los reacios al género que surgió del frío una aclaración: recuerden que la autora es argentina y no vive en Suecia: ¿sino de que iba a tener la novela ese aire latino a pesar de transcurrir en Mora?

Una recomendación a autora y editorial: si la edición es para España ojo que los giros hispanoamericanos no dan sensación de localismo sino de mala corrección. Y chirrían notablemente esos modismos en boca de un nórdico.

A este primer caso de Greta Lindberg le siguen dos más ya publicados: El Cazador y la Presa, y El Ángel y el Infierno, próximamente en este blog.

La banda sonora de la novela la compone ABBA, en particular Gimme, gimme, gimme (la preferida de Miss Marple, el loro, no la anciana), el grupo In Flames y el grupo Evergrey liderado por Tom Englund.

Pinchen aquí para conocer el site oficial de Lena Svensson.

Post scriptum: la segunda novela de la serie ya está reseñada en este blog, pinchen en el título para leerla: El cazador y la presa


martes, 17 de junio de 2014

Blacksad 5 Amarillo de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido

Blacksad vuelve con música de motor, ya de coche, un cadillac eldorado, ya de moto, en una aventura homenaje a las road movies del cine norteamericano. Con sus amplios escenarios naturales y con sus icónos culturales que convertidos en objetos de consumo se han dedicado a exportar durante años.

Amarillo es una aventura atípica ya que en esta ocasión a Blacksad lo contrata el azar para transportar un Eldorado de Nueva Orleans a Tulsa y es éste mismo azar quien lo arrastra en una persecución que tiene mucho de cine y mucho de introspección personal no solo de los protagonistas sino de toda la generación contracultural americana que se vino a conocer como la Beat Generation.

Siempre hemos querido ver las road movies como un viaje hacia la libertad, no siempre alcanzada. Como un recorrido físico de traslado a otros lugares, para conocer nuevas gentes y nuevas comunidades y como un recorrido mental de descubrimiento y superación personal. Aunque la realidad, mucho menos romántica, haya significado la mayoría de veces huídas hacia delante con trágico final.

En esta road movie no falta de nada: moteros, gasolineras urbanas, plantaciones de maría, circos ambulantes, trenes de largo recorrido, estaciones de tren y estaciones de autobuses... hay de todo y por ese mismo motivo tal vez haya demasiado. El argumento abarca mucho y aprieta poco.

La historia de esta quinta aventura de Blacksad tiene su epicentro en Amarillo y éste es el color que el álbum adquiere por medio del coche, de los campos de cereales, de la carpa del circo, del león protagonista y con el que refleja sentimientos negativos: envidia,  cobardía y miedo.



Los colores de las cubiertas de Blacksad componen un mensaje asociado a un tema de los que componen el mainstream de argumentos de novela negra, y así en cada uno de los álbumes, juegan con el negro para hablar del luto de un crimen pasional, del gris para denunciar al blanco racismo, del rojo para hablar de espionaje y química, con el azul llega el blues, el jazz y la droga y ahora el amarillo.

Y hablando de colores es todo un alarde de ingenio lingüístico el juego de palabras sobre decoloración, Colorado, de color, colorido , entre el guacamayo rojo y Blacksad, ¡sin ofender claro!

Esta nueva entrega de Blacksad toma una deriva más ligera respecto las anteriores que la lleva a experimentar nuevas fórmulas en la narración de historias y en la forma de dibujarlas.

Los autores siguen escogiendo temas clásicos mil veces contados para reinventarlos y reinventar al cómic. Si en las anteriores entregas estaban claros los casos en los que Blacksad intervenía de justiciero acreditado, en esta su presencia es más coyuntural que determinante.

Sirve más de hilo conductor de una historia en la que no es el protagonista principal de la misma. Blacksad transita por la aventura viviendo lo que sucede a su alrededor a ratos como parte activa y a otros como espectador. Tanto es así que incluso no sale en bastantes páginas.



Comparado con los otros álbumes el dibujo de Juanjo Guarnido presenta cierta desafección, tratamiento apresurado de los fondos y menos detalle en general con un leve giro expresionista que no acaba de cuadrar ni con el personaje ni con la antropomórfica visión, que precisan un toque más figurativo, que es el sello distintivo de la obra.

Y lo mismo pasa con el guión de Juan Díaz Canales que pasa de puntillas sobre varios temas, recoge solo la anécdota y le da cierto tratamiento frívolo sin  profundizar en la denuncia como nos tenían acostumbrados dejando la historia solo esbozada.

La road movie ha salido rodada por la utilización de tópicos y por ese mismo motivo no ofrece sorpresa ni creatividad, ni en el desarrollo ni en el desenlace y tampoco ofrece renovación.

Ciertamente Amarillo es el álbum más flojo de la serie, el menos negro y aún y así un cómic de gran nivel: nos habían llevado al universo y ahora el cielo nos parece poco.

No es fácil ir superando el listón y tampoco lo es mantener el nivel pero habida cuenta del tiempo que media entre álbum y álbum no deberían conformarse.

Y como hicieran con álbumes anteriores, en las guardas de la contracubierta nos regalan un bonus en forma de fotos tomadas durante la aventura como recuerdo.

Recuerden los álbumes anteriores en esta reseña de este mismo blog y no olviden recrearse con el primer guiño y con el segundo.

viernes, 13 de junio de 2014

Gran Hotel Babylon por Enoch Arnold Bennett

La presencia de unos clientes millonarios neoyorkinos, Theodore Racksole y su hija Helen Nella, en el comedor de un lujoso hotel inglés tiene como resultado un inicio absolutamente demoledor de una trama repleta de ironía, humor e intriga policial en un contexto de choque cultural.

¿Cómo es posible, se pregunta el mundano y decidido Theodore, al que sólo le falta el sombrero de cow boy, que en un hotel de tanta categoría no le puedan servir un Beso de Ángel?

La aristocracia británica y europea frente a la riqueza americana: un duelo que siempre genera disparatadas y cómicas situaciones (recuerden sino las relaciones de Jeeves con los americanos).

El Gran Hotel Babylon, situado en el Embankment, ofrece sus exclusivos servicios a privilegiados clientes, entre los que se cuentan los representantes de la realeza mundial, o sea a la crème de la crème, desde que fuera fundado en 1869 por Félix Babylon, un suizo que gestiona su hotel con la precisión de un reloj, suizo, y la discreción de un banco, suizo.

Conocido, por reyes y princesas, como "donde Félix" el hotel tiene puerta para la realeza y puerta corriente. Tiene al mejor chef, Rocco; al mejor maître, Jules; y a la mejor secretaria, la señorita Spéncer, para ofrecer lo mejor y garantizar el correcto, silencioso y tranquilo funcionamiento en cada ámbito.

Pero este remanso de paz, este pedazo de paraíso en la tierra, ve rota su armonía por la aparición de un cadáver y unos sucesos que tienden al embrollo y al mal gusto de implicar en la trama las dependencias del hotel con los detestables barrios portuarios y las timbas de juego con señoritas de tuteo fácil.

Intrigas políticas, derechos sucesorios, secuestros, desapariciones, y la muerte, ingredientes comunes que generan una combinación improbable pero que se resuelve con ingenio convincente.

Enoch Arnold Bennett
Enoch Arnold Bennett presenta una trama ágil y muy dinámica gracias a una buena dosificación de los distintos efectos tragicómicos. Con medida precisión, suiza.

Escrita en 1902 hay que, como sucede con los vinos añejos, abrirla con condescendencia para poder apreciar convenientemente sus sutilezas y su ingeniosa trama que hace hincapié en los tics sociales de la época.

Por ese motivo es probable que el argumento pueda parecer un poco simplista para los gustos contemporáneos muy distintos a los existentes en el momento de su publicación, pero no desmerece.

Son de esas novelas que hoy son tratadas con ligereza por su evocación a folletín. La fuerte presencia de la novela negra, cada vez más tortuosa, ha ido relegando a un segundo plano estos clásicos de novela policial, que sin embargo resultan muy entretenidos y descongestivos de empachos psicóticos y serial killers.

Estamos ante una lectura ligera y desengrasante pero no por ello obra menor.

Coctail Beso de Ángel
Y por si Theodore se les presenta en casa aqui tienen una receta para preparar un delicioso Beso de Ángel, de las tantas como tipos de beso hay:

Verter una taza de café en el fondo de una copa, encima añadir la mezcla de de 3 onzas de crema de cacao con 1 onza de brandy, coronar con 2 onzas de crema de leche dulce o condensada o chantilly i espolvoree canela por encima.



domingo, 8 de junio de 2014

Los crímenes del NO-DO de Carlos Schenner


El NO-DO, Noticiario Documental, es un corto de de noticias y reportajes que se dedica a glosar los actos del Generalísimo Francisco Franco (inaugurando obras públicas, pescando truchas, pasando revista a las tropas…), de su esposa Doña Carmen Polo (apadrinando un orfanato, entregando el premio a la mejor labor de punto, recibiendo una representación de maestros de Formación del Espíritu Nacional…), los de sus ministros y todos aquellos festejos que sirvan para mostrar la cohesión social y la algarabía popular (momentos estelares de una corrida de toros, goles para la historia de la liga de fútbol, danzas de los juegos florales…) que se disfrutan en esa España que venden como grande y libre, y vive encerrada entre fronteras por que nadie la quiere y cuyos habitantes sufren la opresión diaria en cualquiera que sea su quehacer.

Este NO-DO que se emite obligatoriamente en pase previo a la película de la sesión continúa de cada cine es ahora, 1957, el medio elegido para difundir con ánimo desestabilizador unos mensajes ideológicamente más cercanos a los motivos que desencadenaron la Guerra Civil que los que ahora interesa divulgar.

Los crímenes del NO-DO es la novela que penetra en el secreto que esconden las cintas de celuloide que contienen algo más que las imágenes previstas.

Madrid, 1957, el inspector Marcos Pueyo es encargado de calentar sillas de cine visualizando No-Dos para confirmar la denuncia anónima recibida de que en algún momento de la proyección se pueden leer dichos mensajes y descubrir quien se esconde detrás de esos actos y que pretende: un paso atrás en el tímido movimiento aperturista y la legitimidad internacional del régimen puede estar en jaque.

Barcelona, 1957, el inspector Antonio Merino es encargado de descubrir la posible conexión entre maquis y militantes anarco-sindicalistas en las huelgas estudiantiles cuya revuelta amenaza con trascender los muros de la universidad y extenderse a otros sectores: la imagen de una sociedad movilizada podría desmantelar el disfraz de paz con el que nos ve el mundo exterior.

Unas muertes en ambas ciudades vendrán a enturbiar la situación añadiendo un plus de complicación a las investigaciones ya iniciadas que un delgado hilo casi invisible puede acabar uniendo.

Marcos Pueyo, defensor convencido del régimen, y Antonio Merino, con más dudas que convicciones, son antiguos combatientes de la Guerra Civil que fraguaron una amistad que continúa a pesar de sus diferencias ideológicas y la distancia geográfica.

Ahora sus investigaciones los volverán a unir y saber negociar sus controversias puede ser capital para afrontar los riesgos a los que deberán enfrentarse.

Los crímenes del NO-DO presenta un macro escenario histórico ideal para desarrollar una compleja novela negra que no acaba de encontrar su lugar argumental al desarrollar diferentes tramas a diferentes velocidades.

El título y el inicio sugieren una prometedora evolución argumental que no acaba siendo correspondida por mezclar demasiados temas y por exceso de información histórica.

El autor Carlos Schenner demuestra haberse interesado profundamente y documentado sobradamente pero una cosa es tener la información, otra transmitirla y, lo más difícil, saberla integrar en una trama fabulada sin que chirríen ni una ni otra.

Este omnipresente rigor histórico, minuciosa y magníficamente documentado en hechos y en nombres, y que enmarca tan bien el argumento es a la postre quien lo condena ya que el dispar desarrollo de las tramas y ante todo, y sobre todo, su final no encajan en el modo de hacer y de ser para la época que con tanta precisión se ha descrito.

Para quien quiera saber más sobre el NO-DO pinchen aquí para acceder a la web de rtve con casi todos los archivos; para los demás basta con visionar de nuevo la cabecera para evocar aquellos maravillosos años.


Cabecera del NO-DO

domingo, 1 de junio de 2014

The glades, serie de TV

The glades es una serie policial de la televisión americana que ha dispuesto de 4 temporadas para ganarse un puesto en la jungla y ha perecido en el intento.

Esta última temporada de la serie, la 4ª, con la que se despide de la parrilla de programas, no ha hecho más que evidenciar que no resolver las carencias y repetir episodio tras episodio el mismo esquema argumental con el mismo tempo narrativo y el mismo procedimiento policial en la investigación acaba aburriendo.

Así la serie se despide sin acabar y dejando inconclusas todas las subtramas empezadas y con un cuerpo sangrando en el suelo y es que estaba prevista una continuidad que la audiencia no ha concedido y la decisión ha sido decapitarla.

El espectador acaba perdiendo interés a medida que se acumulan los episodios. Se haya cometido como se haya cometido el crimen y sea quien sea la víctima todo es un dejà vu debido a esta poca capacidad de generar sorpresa cambiando de paso.

Viendo la serie en inmersión se aprecia claramente la escaleta utilizada por guionistas y realizadores, repetida una y otra vez incluso los actores han acabado abandonándose a una mecánica rutina:

El cuerpo es descubierto por personal ajeno al asesinato y que ya no vuelve a aparecer. Tres únicos sospechosos. Interrogatorios sucesivos a los tres en lugares diversos: su casa, su lugar de trabajo, comisaría. Cada interrogatorio finaliza recibiendo o efectuando una llamada de teléfono por parte del detective y dejando flotando un comentario gracioso en un juego de palabras decepcionante. Detención de uno de los sospechos con esposas ante un público que no demuestra gran sorpresa cuando debería de escandalizarse. Actitud chulesca rozando la grosería por parte del detective en el trato con los sopechosos. Y entre medio arrumacos con su eterna novia Callie, comentarios chistosos con Carlos y órdenes despóticas impartidas a Daniel.

Detective Jim Longworth
Jim Longworth (interpretado por Matt Passmore) es el detective del Departamento de Policía de la cálida Florida, venido del frío Chicago, que resuelve los crímenes casi por eliminación de sospechosos después de interrogatorios y contrainterrogatorios.

Forense Carlos Sánchez
Para ello cuenta con la ayuda de Carlos Sánchez (Carlos Gómez) el patólogo forense temeroso del mundo oculto y Daniel Green (Mur Jordan) un becario, estudiante de posgrado enamoradizo, que con sus habilidades informáticas se convierte en el verdadero resolutor, no reconocido, de los casos.

Enfermera Callie Cargili
Y en su vida particular es Callie Cargili (Kiele Sánchez) una enfermera siempre apesadumbrada (incluso cuando rie transmite tristeza) y con un hijo adolescente, fruto de un matrimonio interrumpido por la cárcel, quien le cura las heridas físicas y también las del corazón.


Un total de 49 episodios de The Glades (13 por temporada excepto la 3 con 10) que entretienen pero que no aportan nada nuevo al género y menos que permita un recuerdo más profundo que un comentario indulgente y agradecido a la primera temporada donde parecía que se jugaba con producto fresco y al no saberlo conservar ha acabado pasándose.