La sangre de un vu' cumprà también es roja |
La Navidad llega inexorablemente cada año despertando
sentimientos enfrentados pero generando siempre ilusión, aunque sea en algún
lugar recondito del pensamiento. Una ilusión infantil, inquebrantable, y
manifestada, quizás, a través de un imperceptible gesto.
Guido Brunetti se sorprendre a si mismo el enfrentarse al
abismo que supone intentar comprender que a cada uno de nuestros gestos, de
nuestros actos, a cada nanosegundo de nuestra existencia se producen igualmente
más de dos mil millones de gestos y actos simultaneamente: uno por cada
habitante del planeta.
Y que, logicamente, no todos responden al mismo estimulo: hay amargura, placer, dolor, hastío, ilusión, ensueño, placidez,
desesperación...
En cada uno de nuestros momentos, hay otros momentos para
otros. La Navidad de cada cual es distinta de la de los demás.
La Navidad supone también regalos. Darlos y recibirlos. Para unos, derroche de
ostentación y riqueza añadida, para otros, un momento de ilusión robado a la
realidad. Los regalos suelen ser materiales pero también los hay intangibles.
No se tocan, pueden no verse, pero se
sienten.
Quien elige un regalo acude a tiendas físicas o virtuales
para su adquisición. Pero los vu' cumprà
también son una alternativa. Resultona y barata. Aúnque sea copia. Aunque sea
ilegal. A los menos favorecidos no les importa el establecimiento donde se haya comprado.
Vu' cumprà en Venecia |
Los vu' cumprà
son a Italia lo que los top manta en España: vendedores ambulantes de origen
africano. El neologismo proviene del sonido 'Vuoi comprare?' con que vocean su mercancia.
Los vu' cumprà extienden su manta y exhiben junto a su mercancia su soledad y su desdicha,
bajo el orgullo de defender su condición de persona, de ser humano que demanda,
suplica un trato igualitario.
Incluso en el acto de morir se puede ser igualitario.
Como igualitaria ha de ser la investigación policial para esclarecerlo. Aunque
el muerto sea un 'vu cumprà y
precisamente por eso.
El comisario Brunetti deberá hacer frente a un caso de
asesinato de un vu cumprà que le supone
una constatación sociológica de lo que los inmigrantes, con o sin papeles, son
personas que solo buscan sobrevivir un poco mejor de lo que lo harían en su
entorno nativo, aunque el precio que deban pagar para ello solo lo conocen
quienes lo padecen.
Y como marido y como padre también deberá hacer frente a
un contraste de pareceres familiar fruto de prejuicios inducidos y asumidos sin
recelar.
Piedras
ensangrentadas narra la investigación de un asesinato que
encierra una trama policial en una Venecia en la que los turistas disfrutan de
su particular Navidad. Una Venecia llena de frío y humedad.
Donna
Leon
manda un mensaje navideño cargado de crítica social en una novela con distintos
niveles de lectura: una apasionante novela policíaca; una interesante reflexión
sobre el endogamico sentido de ser ciudadano de primera.