miércoles, 10 de enero de 2018

Els enemics silenciosos de Mireia Llinàs


Al final de esta reseña en catalán encontrarán la versión en castellano.

Una novel·la negra que viatja al passat
Els enemics silenciosos es una novel·la negra que s’aprofita del recursos propis del thriller, per donar-li un enfocament molt aventurer, tant com suposa que la protagonista tingui l’habilitat de viatjar en el temps cap al passat; la qual cosa li permet desentrellar enigmes inherents a la investigació que en aquell moment estiguin duent a terme.

Nora Prim i Pere Tauler son la parella policial protagonista que treballen pel CIEC (Centre d’Investigació Estratègica de Catalunya). La estrafolària capacitat viatgera de la Nora es quelcom conegut , no només pels més propers, sinó també per tercers i no s’ha n’amaga ni tampoc rep escarafalls, ben al contrari: tothom espera que viatgi i torni amb la clau que li permeti tancar el cas amb pany i forrellat.

El cas que ara els ocupa te lloc a la Barcelona de 1949 on han mort la Dolores Rey, una prostituta de nivell i com a tal amb molt bones relacions amb diferents homes dels sectors més influents de la societat. Hi ha confusió respecte de qui i perquè la va assassinar i la Nora i en Pere son els més indicats per esbrinar-ho.

No es normal anar enrere per solucionar quelcom tan antic i la Nora, aquest cop, es trobarà amb més dificultats de les habituals per encaixar les aparicions en els llocs i moments precisos però es que a més hi ha algú que l’assetja perillosament i li cal, a més, ser curosa amb els seus actes a fi efecte de no alterar res que pugui repercutir en el present.

Las realitats paral·leles en les que viu permanentment la Nora, la del present, en colors vius, i la del cas de la Dolores Rey, quasi setanta anys enrere, en un to sèpia, donen joc per poder fer una rememoració de la historia contraposant-la a l’època actual i gaudint de les diferencies, algunes bones i d’altres no tant.

La seva vida també es veu sacsejada per aquests vaivens, li costa dur una vida normal i li costa establir relacions afectuosas i abocada a un amor impossible sentirà com si s’esquincés en dues persones diferents.

El viatge en el temps es quelcom que sempre ha fascinat a la humanitat i que la Nora pugui fer-ho i nosaltres puguem acompanyar-la es un regal de la autora Mireia Llinàs que no podem rebutjar i que molt hem d’agrair.

Cuida fins el més petit detall les descripcions dels llocs i dels ambients i de les relacions personals amb el que aconsegueix que les atmosferes socials de cada època semblin, a la lectura, quelcom tan natural com encendre un llum. Els llocs escollits per desenvolupar la trama son prou coneguts per tothom i els moments històrics en diferents dates també per tant resulta molt senzill ser còmplice de la Nora en la seva investigació criminal.

Mireia Llinàs, la autora
La Mireia aconsegueix que els lectors també viatgin, això si, sense materialitzar-se: com essers invisibles.

La Mireia Llinàs ha estat valenta escrivint una novel·la valenta, no es fàcil l’encaix de recursos propis de la ciència ficció amb la novel·la negra; amb una protagonista valenta, no es fàcil escriure en primera persona tot reconeixent les pròpies febleses i amb una crítica social valenta, no es fàcil deixar en boles la mala baba, per emprar una expressió per a tots els públics, del règims governants des de la postguerra civil.

I cal molt enginy per enquibir-ho tot en una lectura que, mantenint en tot moment l’interès policíac, sorprèn i entreté de valent. No la deixeu escapar.


Versión en castellano



Una novela negra que viaja al pasado
Els enemics silenciosos es una novela negra que se apoya en recursos propios del thriller, para darle un toque aventurero, como el que supone que la protagonista tenga la habilidad de viajar en el tiempo hacia el pasado, lo que le permite esclarecer enigmas que traban la investigación que en aquel momento estén llevando a cabo.

Nora Prim y Pere Tauler son la pareja policial protagonista que trabajan para el CIEC (Centro de Investigación Estratégica de Catalunya). La estrafalaria capacidad viajera de la Nora es algo conocido, no solo por los más allegados, sino también per extraños y no se esconde ni tampoco recibe aspavientos, al contrario: todo el mundo espera que viaje y vuelva con la llave que le permita cerrar el caso a cal y canto.

El caso que ahora los ocupa tiene lugar en la Barcelona de 1949 donde han asesinado a Dolores Rey, una prostituta de alto copete y por tanto con muy buenas relaciones con distintos prohombres de los sectores más influyentes de la vida social. Existe confusión sobre quién y porque fue asesinada y el equipo formado por Nora i Pere es el más adecuado para descubrirlo.

No es normal viajar a una fecha tan lejana para solucionar un caso tan antiguo y Nora, esta vez, va a toparse con más dificultades de las habituales  no solo para poder encajar sus apariciones en los lugares y los momentos precisos sino porque está vez hay alguien que la acecha peligrosamente, por si no hubiera poco con vigilar con no alterara nada que pueda afectar al presente.

Las realidades paralelas en las que vive permanentemente Nora, la del presente, en colores, y la del caso de Dolores Rey, casi setenta años atrás, en un tono sepia, dan juego para realizar una rememoración de la historia contraponiéndola a la época actual y disfrutando de las diferencias, algunas buenas y otras no tanto.

La vida personal de Nora también se ve afectada por estos vaivenes, le supone una dificultad enorme llevar una vida normal y le cuesta establecer relaciones afectivas por lo que se aboca a un amor imposible que siente que le parte en dos personas distintas.
El viaje en el tiempo es algo que siempre ha fascinado a la humanidad y que Nora pueda hacerlo y nosotros podamos acompañarla es un regalo de la autora Mireia Llinàs que no podemos rechazar y que debemos agradecerle.

Minuciosa hasta el más pequeño detalle en las descripciones de los lugares y de los ambientes y de les relaciones personales con lo que consigue recrear las atmosferas sociales de cada época haciendo que parezcan, a la lectura, algo tan simple como encender la luz. Los lugares escogidos para desarrollar la trama son bien conocidos por todos y los momentos históricos de distintas fechas también por lo que resulta muy fácil ser cómplice de Nora en su investigación criminal.

Mireia Llinàs, la autora
Mireia consigue que los lectores también viajen, eso si, sin materializarse: como seres invisibles.

Mireia Llinàs ha sido valiente escribiendo una novela valiente, no es fácil el encaje de recursos propios de la ciencia ficción con los de la novela negra; con una protagonista valiente, no es fácil escribir en primera persona sin esconder las propias debilidades y con una crítica social valiente, no es fácil dejar en porretas la mala baba, por emplear un eufemismo para todos los públicos, de los regímenes gobernantes des de la posguerra civil.

Y hace falta mucho ingenio para encajarlo todo en una lectura que, manteniendo en todo momento el interés policiaco, sorprende y entretiene como ninguna. No la dejen escapar.

lunes, 1 de enero de 2018

La Trilogía del Zodiaco de Ricardo Alía


La Trilogía del Zodiaco la componen tres novelas: El signo del dragón, El vuelo de la serpiente y El salto del caballo que se mueven por San Sebastián, esa Donostia tan a menudo sacudida por el viento y la lluvia, como Pedro por su casa.

La ciudad, su lluvia, su mar y sus calles están presentes activamente a lo largo de las novelas, inmersas en un thriller nervioso que no da respiro en ninguna de las tres entregas y que sustentan su argumento de fondo en la ciencia; en esa ciencia que traspasa los umbrales de la ética en pos de una quimera megalomaniaca.

Esa ciencia que atrae a investigadores solo ávidos de reconocimiento y que obvian los efectos secundarios y el factor de riesgo que puedan derivarse, ciegos como están por el imán del poder; ese riesgo que conlleva todo experimento en el que el azar es un componente más de imprevisible reacción.


Y de esas ínfulas, mal gestionadas, que solo buscan el poder para dominar surgen unas derivaciones de difícil control y funestos resultados.

Los asesinatos se suceden, otros crímenes acompañan, la tensión se mastica, el suspense aguanta el asalto de cada vuelta de página y el deseo de llegar al final se enfrenta al deseo que la lectura no finalice.

Hay mucha tensión y miedo en el campus entre los estudiantes, el profesorado y el personal encargado de las labores de mantenimiento y vigilancia. Las facultades, esos lugares de aprendizaje, están enseñando que no hay lugar seguro mientras la policía aprende que toda duda conlleva penalización.

Algo queda claro: no se les ocurra estudiar químicas. Y menos en Donosti.

Max Medina, inspector de homicidios de la Ertzaintza y Erika López, agente recién asignada, son el equipo policial que entre asombro, sorpresa y duda tratan de encauzar una investigación que, como animal salvaje, se resiste a ser conducido y prefiere seguir por libre.

Trilogía del Zodiaco chino. Chino porque juega con elementos que lo configuran: dragón, serpiente y caballo. Y porque hábilmente integra las propiedades ancestrales que se le suponen a cada signo con los hechos que se van sucediendo a lo largo de la trama.

Ricardo Alía ha ensamblado una compleja historia con subtramas, muchas derivaciones y muchos personajes, ambos requerimientos imprescindibles para dar vida a una larga trilogía que no se desinfle antes de concluir.

Es este un thriller cuyo mestizaje de géneros enriquece su corazón de novela negra. Una historia que empieza hace muchos años y que en la época actual desarrolla una trama que también abarca un amplio periodo de tiempo. Las relaciones personales entre los protagonistas principales tienen que adaptarse a las nuevas situaciones y en los diálogos se va notando su evolución y complicidad, algo que no se consigue si no es dotando a cada personaje de un perfil con recorrido y saberlo recorrer sin perderse por el camino.

Ricardo Alía
Y eso es algo que no hay que enseñarserlo al autor pues lo explica de maravilla.

Al acabar la trilogía tendrán predilección por una de las tres novelas, es inevitable. No se preocupen nadie se lo reprochará. Son tres tramas para conformar un solo argumento.

La suerte de leerla ahora es que al estar toda publicada no van a tener que esperar entre una y otra y podrán leer la trilogía de un tirón.



miércoles, 27 de diciembre de 2017

Siberia de Jesús María Txusmi Sáez

Calor andaluz y frío siberiano.
Siberia es un thriller de acción que acompaña a María Masha Nikoláyevna Ivanova siguiendo órdenes nada oficiales de alguien muy poderoso del Servicio Federal de Seguridad y del Departamento Central de Inteligencia de Rusia.

María Masha  Nikoláyevna Ivanova es una ex-soldado del ejército ruso que después de pasar un tiempo vendiendo matrioskas a turistas acaba aceptando ese oscuro trabajo consistente en dar de baja sujetos non gratos a los ojos de su nuevo jefe Sergey Sokolov que apela al patriotismo como resorte para justificar los asesinatos.

Sergey ve en ella, además de una preciosa y sensual mujer, a un activo muy bien entrenado para realizar misiones entrando y saliendo de un país a otro como si fuera una sombra.

El nuevo encargo lleva a María Masha  Nikoláyevna Ivanova a la costa andaluza y al lujoso tren Al Andalus, nada que envidiar al Orient Express, en su itinerario Ruta Extremeña donde espera contactar con su objetivo: un reportero vasco que publica en National Geographic. No sabe las razones para eliminarlo ni las quiere conocer. No empatizar no es un rasgo de psicópata, que no lo es en absoluto, sino que forma parte de su instrucción para ser una infalible asesina y salir con bien de las misiones.

Interior del vagón restaurante del tren Al Andalus
La vida le ha enseñado que desde jovencita solo cuenta consigo misma y tiene muy claro que para salvaguardarse no hay líneas rojas. Todo vale.

La novela evoca a las entretenidas y siempre emocionantes películas de espías, agentes secretos y confabulaciones de poder, con sus dosis de sensualidad y sexualidad, que proliferaron en las décadas de 1960 y 1970 en la época en que se permitía cierta frivolidad en la crítica de la guerra fría al distenderse las tensiones entre las dos superpotencias: EEUU y URSS y al abrirse delgadas grietas en el telón de acero.

La época en la que se estrenaban entre otras El hombre de MacKintosh, El factor humano, Odessa, La conversación y la mayoría de películas protagonizadas por James Bond verdadero icono mediático del género.

Si Siberia, esta novela, se hiciese película, debería formar parte de ese elenco.

La presentación de los rusos como los malvados a combatir era una constante que aún hoy prevalece en el inconsciente colectivo. Y la idea de que Siberia era además de un enorme gulag, una zona donde desarrollar experimentos científicos y tecnológicos, donde fabricar bombas convencionales y agentes tóxicos se mantiene hoy viva, sea verdad o no, merced que sigue empleando ese vasto territorio como escenario de sugerentes tramas novelescas y peliculeras.

Jesús María Sáez
Jesús María Txusmi Sáez se basa en unos hechos reales sucedidos en Siberia de forma y modo muy parecidos a los que refleja en su argumento a la que añade el componente de intriga y suspense que se supone debe tener todo buen thriller de acción y que, para no desentonar, se mantiene hasta el mismo punto y final. Un final, por cierto, de los que sorprenden por inesperados e indeseados.

Lectura amena por su ritmo y su dinámica alternando dos tramas en las acciones que se desarrollan en paralelo y casi simultáneas.

La edición está magníficamente complementada con ilustraciones a carboncillo hechas en su mayoría por el propio autor, un detalle hoy en desuso y que se agradece.


viernes, 22 de diciembre de 2017

Aún es Navidad de Michael Connelly

La reincidencia de un ladrón por un mismo establecimiento le genera tal familiaridad con el entorno que basta un momento de relajación para que lo imprevisto se auto invite a la fiesta y sorprenda incluso a la capacidad de reacción.

Los detectives Harry Bosch y Jerry Edgar deben investigar un robo que acabó mal; de hecho es la cuarta vez en dos años que se roba en el mismo local, una casa de empeños, un negocio legal de prestamista.

Es el día de nochebuena y todos quieren terminar pronto y por una vez llegar a su casa temprano.

El relato Aún es Navidad, más allá del caso policial, le sirve al autor Michael Connelly para acércanos a la parte más emotiva del detective Harry Bosch y lo hace con música de saxo, saxo alto: el preferido de Harry, interpretado por Quentin McKinzie más conocido como Sugar Ray McK porque su forma de moverse en el escenario, con el instrumento en sus manos, recuerda las fintas de quien fuera gran boxeador del peso medio Sugar Ray Robinson.

De Quentin McKinzie se evoca su pieza The Sweet Spot.

Ambos, músico y canción, ficticios. Pero símbolos cargados de significado. La luz al final de un túnel.

Michael Connelly es uno de los autores más consolidados del universo noir actual y su personaje Harry Bosch forma parte del elenco de imprescindibles.

La lectura de este relato hay que agradecérsela a Jokin Ibáñez por la traducción y a Calibre.38 por la publicación. Pinchen aquí para acceder libremente a su lectura. Tengan en cuenta que Calibre .38 no posee los derechos del relato por lo que bien podrían ser invitados a retirarlo. Ojalá eso no suceda nunca pero en previsión léanlo cuanto antes.

La pieza ‘I’ll be home for Christmas’ existe y acompaña a Harry Bosch en sus pensamientos y en su soledad. Aquí les dejo una versión interpretada por el saxofonista Bobby Ramirez y el pianista, ya fallecido, Daniel Zaremba.

Que tengan una feliz navidad!


lunes, 18 de diciembre de 2017

O Porto de José Manuel Mata Argüelles

El Queen Mary cerca de o Porto de Espasante
En uno de los entrantes marinos a la costa gallega se encuentra el Porto de Espasante habitado por buena gente: pescadores, criadores de ganado y algún que otro amable contrabandista además de la pareja de la Guardia Civil.

Pizzano y Pataquiña, mueven pequeños alijos, trapichean con su barca para ir tirando; no aspiran a enriquecerse solo a vivir con humildad y decencia, pues no hay nadie más decente en ese mundo de delito que ellos.

Pero hay un encargo que les puede proveer de dinero suficiente como para alejarse, sino definitivamente si al menos por un año, de los riesgos de faenar delictivamente. Y ahora que andan necesitados de una nueva barca no hacen ascos a esa oportunidad y aunque con recelo se adentran en ese mar, nunca mejor dicho, al que no hay que tenerle miedo pero si respeto.

O Porto es de esos cómics que mientras va desarrollando la trama central va contando brevísimas historietas en pocas viñetas que van componiendo pequeños solos dentro de la melodía principal. Un festival narrativo.

Así queremos saber si Pedrero va a perder un diente y pronto lo descubrimos; también queremos saber si Burato conseguirá conquistar a Regina; de que diario saca tan surrealistas noticias el mismo Burato; que va a pasar con el nombre de Sanson, aún con el acento por poner, pintado a la barca; nos sorprende ver como en la reclamación de un daño a un abogado hubiese sido mejor no cobrar la deuda y lamentamos la suerte de Antón aunque otro vendrá como otro hubo antes

Hércules Poirot utiliza sus celulas grises
Y en O Porto aún hay más, está también el transatlántico Queen Mary que sorprende que esté navegando tan cerca de la costa gallega y que entre su pasaje se encuentre a un Maharajá presumiendo de El Ojo de Shiva, una joya de lumínosos perfiles, ante una Bianca Castafiore extasiada, que recuerda a Montserrat Caballé, al lado de Hércules Poirot “el mejor detective de todos los tiempos” y que va a tener ocasión de ejercer.

Guiños más que notorios a Hergé y a Agatha Christie en una historia tierna y humana, en la que el contrabando solo es un trabajo alternativo a la pesca, siempre fluctuante y siempre incierta, sin ánimo criminal ni lucrativo más allá de que dé para vivir.

José Manuel Mata Argüelles, es un pintor al que se le da muy bien el cómic. En este es el guionista y dibujante de una aventura que emociona por la humanidad que desbordan cada uno de sus protagonistas y por la bien trenzada historia de robo y gánsteres que mantiene en vilo durante toda la obra; una obra dibujada por él mismo echando mano de ese trazo tan agradecido como resulta la línea clara y que ofrece una cubierta tan espectacular como las vistas, aunque haya niebla, de la costa gallega.