Con el suelo alfombrado de hojas de colores cálidos y coincidente
con las primeras madrugadas frías me toca actualizar, un año más, la columna
Cómplices (esa que está a la derecha de su pantalla; échenle un vistazo y dense
un paseo por las referencias: varias son nuevas).
Cada año se muda este remedo de plumaje noir. No por gusto
sino por necesidad. Cada año blogs antiguos o más recientes cejan en su acto de
subir posts. Cada año semos menos.
Hay blogs compañeros, cómplices en esto de informar, opinar
y compartir que por múltiples y diversas y justificadas razones finalizan su
recorrido en Estación Término.
Y, por favor, si algún blog cree que debe estar o que su
retiro ha llegado a fin y vuelve a la actividad, será un placer reincorporarlo
a la banda.
Ya saben cómo pienso: tener buenos enlaces hacen mejor
cualquier blog. Honestidad para con uno mismo y la relación con los demás: sin
egoísmos, sin robar visitas, sin buscar influencia, sin copiar, sin consignas.
Somos meras especulaciones de una misma realidad. Reflejos irradiados
por puntos de vista de cada lectura; todos igual de válidos siempre que salgan
de dentro y no de directrices pagadas.
Y sigo buscando la complicidad de los blogs con autoría
independiente; los escritos por personas no por negocios ni empresas. Y es así
porqué en la medida de lo posible hay que preservar el derecho a opinar
libremente y no dejarse someter a intereses comerciales que buscan colocar un
producto sin anteponer la calidad y por tanto sin atender convenientemente a su
público.
Buscan compradores no lectores. Buscan vender, lo que se
haga luego con lo comprado ya si tal. Si hicieran pedagogía de la lectura
fomentarían el deseo de ir a por más.
Las estadísticas de la industria del libro presentan cifras
de libros vendidos sería bueno saber cuántos son los leídos, pero esa es otra historia ¿verdad
Mowgli?