Su obra es esplendida, los personajes, su dibujo de línea
clara, el color, los argumentos y diálogos, pero al replegarse en sí misma no
nos permite averiguar hasta que galaxia hubiéramos podido viajar montados en
sus portentosas naves espaciales.
Roco Vargas fue su personaje estrella, un puesto que Rubén
Plata nunca llegó a disputarle. Roco Vargas fue un pionero, un insigne con
todas sus acepciones y con mayúsculas. Podía haber sido más famoso que
Armstrong y convertirse en una suerte de Tintín hispano.
La serie inicial de cuatro álbumes: Tritón, El Misterio de Susurro, Saxxon y La Estrella Lejana, no deja lugar a dudas sobre la calidad y la imaginación de una ingeniería de composición gráfica y ritmo narrativo.
Pero su obra no se quedó ahí sino que los 4 álbumes se
convirtieron en un arco argumental de un todo más ambicioso, cuyas
continuaciones no han tenido la fuerza del original en la capacidad de
sorprender y en el detalle dibujado
El
futuro que no fue, su última obra y motivo de esta reseña, no
deja de parecer, pese a su innegable pertenencia al olimpo de las obras de
cómic nacionales, un déjà vu.
Daniel
Torres, con ese magnífico dominio del dibujo, cuenta una historia
que aunque es nueva, suena a melodía conocida. El ritmo lo marcan las
descripciones, sometiendo el argumento al dibujo cuando debería ser al revés.
Estamos ante un gran comic pero para quienes conocimos los
orígenes sabe a poco. Estamos ante un argumento de temática policial que nos
acerca a la novela negra americana de la décadas de 1930 a 1950 que transcurre
a modo de spin-off de las historias protagonizadas por Roco Vargas.
Estamos ante una temática pulp en toda regla, esa mezcolanza de géneros: ciencia ficción, detectivesco, aventura y romance. Ese formato que remeda revista, periódico, comic, tira diaria y página dominical. Que pudo ser y no fue, como ese futuro que anuncia el título.
Lean este cómic y sumérjanse en ese universo, recorran las
calles de Montebahía, interpreten las críticas hacia el consumismo y la
manipulación informativa, acompañen a Archi Cuper en una investigación plagada
de sorpresas y peligros.
Y cuando acaben, como querrán más, busquen Tritón, la
primera entrega de la serie, y devórenla, una y otra y otra vez. Las otras
entregas caerán por si solas.