domingo, 15 de septiembre de 2024

Asesinato en el Richelieu de Anita Blackmon

El Richelieu es un hotel en el que parece que con el nombre se acabó todo intento de magnificencia.

Su clientela, entre quien se incluye Adelaida Adams, tiende preferentemente a huéspedes permanentes, jubilados con posibles que han convertido el hotel en su vivienda, aunque también acoge a transeuntes, y siendo los primeros de cierta edad, en el pueblo se conoce al establecimiento como La Residencia de Ancianos.

Y en este entorno de tranquilidad y sosiego, como solo puede ofrecer un lugar plagado de gente mayor silenciosa y alejada de problemas mundanos, resultaría sorprendente que sucediera algo más interesante que la pérdida de una aguja de tejer o la rotura de una pieza de la dentadura postiza y sin embargo algo está a punto de pasar y va a tener la particularidad de aterrorizar tanto a todos sus inquilinos como al personal administrativo y de servicio.

Y es que cuando se descubre un cuerpo en una habitación, sin lugar a dudas brutal y sádicamente asesinado, y se conoce su identidad y la policía parece no saber por donde pisa, las suspicacias se instalan en todas las miradas y las sospechas amenazan con romper la calma habitual que había instalado, como un huésped más, una monotonía rayana en el aburrimiento.

Por eso, al miedo y a la tensión se añade una morbosa excitación por saber que tal vez sea la causa de que las cosas empeoren.

Adelaida Adams, una de las residentes antiguas, va a tener que involucrarse, sin pretenderlo, a su pesar y a riesgo de perder la vida. Irónica, valiente y de Arkansas, resulta ser perspicaz observadora y rápida en tomar decisiones.

Asesinato en el Richelieu es una novela de intriga policiaca en entorno acotado donde todos son sospechosos hasta que se demuestre lo contrario.

Encuadrada por méritos propios en la estantería de "Had I but known", o sea “Si lo hubiera sabido” por hacer referencia a la narración en primera persona en la que la protagonista no puede evitar que sus decisiones y acciones desencadenen otras, generalmente, más desafortunadas.

Anita Blackmon, transgrede el corsé impuesto a las escritoras de la época, esta novela se publicó en 1937, y es la primera de las dos que escribió ambas protagonizadas por Adelaida Adams,l ya que a la intriga policiaca en entorno cerrado le da una capa de pintura de novela negra para conseguir una historia muy dinámica, con distintos sabores: secretos, delitos, intrigas, mentiras, amores y amoríos y violencia inesperadamente explicita y todo salpicado con comentarios graciosamente ocurrentes.

Por eso, leer hoy Asesinato en el Richelieu, aceptando el desfase temporal, es lo más parecido a darse un paseo por una feria con atracciones donde no cabe el aburrimiento.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

La Ciudad Esmerilada de Mar Aísa Poderoso

La Ciudad de Cristal se antoja transparente con todo a la vista, La Ventana Indiscreta es la consecuencia de la anterior, de ahí que La Ciudad Esmerilada posibilite que pase la luz a la estancia, pero aplica una reserva respecto a mostrar lo que en ella sucede.

Hay ahí un evidente homenaje a ambos títulos, a ambos autores Auster i Woolrich, éste eclipsado por la adaptación de Hitchcock, por eso la trama es deliberadamente meticulosa, inteligente y angustiante.

La desaparición de un niño actúa de pseudo McGuffin, por esa sombra alargada del cineasta rey del suspense. La trama se muestra como un gran mapa que va abriendo un pliegue detrás de otro para mostrar distintas subtramas, a cuál más interesante, que van conformando una sola imagen.

Una desaparición infantil, el hallazgo de una mujer muerta, claramente asesinada, la presencia de una jueza sustituta, la investigación para una tesis doctoral, la recepción de correos electrónicos crípticos e inquietantes, y más hechos, van a ir encontrando su lugar en una trama precisa, una historia policiaca que va volviéndose ominosa a partir de un segundo asesinato.

Pero lo que hace que una historia policial sea grandiosa es su escala humana. No solo es su verosimilitud o su argumento sin fisuras, ambos factores imprescindibles, sino sus protagonistas.

Y La Ciudad Esmerilada es una gran novela de personajes; y esto es así porqué su autora, Mar Aísa Poderoso, es una escritora de tramas y personajes nada planos y si muy coloquiales que actúan con naturalidad.

Eso que parece una perogrullada es en cambio algo cada vez más difícil de encontrar y esta novela es generosa en su tratamiento. Se conoce más a la gente por los actos que por las palabras y la autora, que lo sabe, deja que sus personajes sean todo lo tridimensionalmente humanos que permite el papel, para que sus acciones se correspondan con su idiosincrasia.

No menos de 17 personajes, entre principales y secundarios con participación activa, forman el elenco de esta novela. lo que permite a la autora ofrecer un amplio abanico de caracteres, hábitos y rutinas, y permite al lector trasplantarlos a la vida real e incluso asemejarlos a vistos o conocidos al resultar próximos y nada estereotipados.

La novela, en un rasgo identificativo de su autora Mar Aísa Poderoso y habitual en sus obras y que se agradece enormemente, contiene referencias literarias y artísticas que siempre tienen su razón de ser, pues tanto ayudan a comprender a una persona como sirven para deshacer un nudo de la trama; a la vez que alimentan culturalmente y estimulan intelectualmente.

Si la novela es un agradecido y merecido reconocimiento al, gran, escritor Paul Auster y a su obra, el reciente fallecimiento de este le aporta un plus de complicidad que la hace aún más entrañable.

De esta autora, en este blog, ya se han reseñado sus dos obras anteriores tan recomendables como esta tercera:

Dostoievski en la hierba 

¿Quién ha visto a una sirena? 


lunes, 26 de agosto de 2024

Proyecto Overmind de Daniel Sánchez Cantero

Si es usted una de esas personas que viven por el thriller y aún no ha decidido cual será su lectura inmediata, tiene en Proyecto Overmind una de esas que no exigen casi nada y a cambio le entretendrá lo suficiente como para olvidarse del calor que aun quiere permanecer con nosotros.

En la mexicana selva Lacandona, en la linde cercana a El Cruce, una imaginaria localidad, se ha encontrado el cuerpo de una chica con el cuerpo cubierto de sangre.

A la inspectora Valentina Vargas y a su compañero Sebastián Cruz, les correspondería, por jurisdicción, comandar el operativo de investigación, pero unos intereses muy por encima de su rango hacen que solo sean meros peones movidos por el FBI, la DEA y la CIA estadounidenses y el CNI mexicano.

A la joven herida, Nora Baker, inglesa, se la considera sospechosa del asesinato de 6 militares durante una huida de un laboratorio farmacéutico, ubicado, o mejor, escondido, en la selva, que parece pertenecer a una corporación con ramificaciones mundiales pues poco se sabe de su entramado jerárquico.

Pero como todo thriller que se precie, a la amalgama de siglas de organizaciones militares y políticas, se le añaden personajes de distinta tipología especialmente habilidosos y de diferente nacionalidad, constantes giros de guion para que la atención lectora no se disperse, y todo mezclado con experimentos de biotecnología e inteligencia artificial con intereses malsanos y finalidad poco ética.

Unos personajes arquetípicos protagonizan una trama conspiranoide en donde no faltan peleas, disparos, muertes y traiciones, relatados en capítulos cortos cada uno con su correspondiente final cliffhanger.

Proyecto Overmind es novela bestseller y nada a añadir. Sus apuntes médicos, tecnológicos y de política internacional son los justos para dar cierta verosimilitud al argumento; solo un compendio que sustente la trama y disimule las costuras.

Su autor, Daniel Sánchez Cantero, tiene prevista una novela más, enlazándola con la presente, con la que concluir su trilogía Proyecto. Así que ya saben: el final no siempre es el fin.

lunes, 22 de julio de 2024

La enfermera del Bellevue de Amanda Skenandore

El estudio de la enfermería en el Hospital Bellevue de la ciudad de New York, en 1883, es de acceso exclusivo para jóvenes de cierta condición social que asegure un mínimo de cultura y un máximo de respeto y educación, por eso es impensable que alguien que vive del robo y del pillaje y que además está en busca y captura por la policía pueda acceder.

Pero Una Kelly, que es ese alguien, lo consigue y con ello da un vuelco a su vida tan inesperado como impensable hace pocos días, pero es que en ello le va, literalmente, salvar su vida.

Pero en el hospital no solo tendrá que lidiar con unos estudios exigentes sino con unas instructoras y unos doctores que no toleran ningún atisbo de creatividad ni en los quehaceres ni en las conversaciones; aspectos difíciles de encajar para alguien que ha vivido en la calle y ha sustentado su supervivencia en la improvisación y la independencia.

Y, por si fuera poco, la posibilidad de que un asesino en serie callejero haya podido actuar dentro del Bellevue va a complicar aún más las cosas.

La enfermera del Bellevue es un poliédrico retrato de la diversidad social de la ajetreada vida neoyorkina de finales del siglo XIX que incluye una trama policiaca con un asesino en serie.

Amanda Skenandore relata fotográficamente esas calles llenas de inmundicia, esa falta de higiene y esas prácticas hospitalarias con medios precarios, donde verdaderas vocaciones se sobreponen al desánimo.

Lo hace con gran angular, casi ojo de pez, para que la imagen panorámica permita apreciar el todo, el ambiente y el bullicio y luego emplea macroobjetivo para acercarnos los detalles, lo que no deja de ser una visión espeluznante.

La autora ficciona una parte de la historia real para que sepamos que aunque la enfermería siempre se ha asociado con enfermeras, no fue fácil para la mujer acceder a esa profesión.


sábado, 13 de julio de 2024

El Club de las Damas Maleducadas de Alison Goodman

Las novelas criminales de época, ambientadas en pretérito, así como sus primas hermanas históricas, tienen que añadir a su trama principal una ambientación exhaustivamente veraz para hacer verosímil la anterior.

Y en este sentido El Club de las Damas Maleducadas es un ejemplo a seguir por otras obras que toman ese camino.

Reúne la esencia de las novelas folletinescas de la época en la que se desarrolla, con su equilibrada mezcla de romanticismo, aventuras, denuncia social y costumbrismo que la convierten en un sabroso te de media tarde con un inusitado bocadito de pepino con jengibre que le aporta acidez y picante.

Una novela clara y altamente feminista, Reivindicando la posición que a la mujer le corresponde, en cuanto a libertad de acción y toma de decisiones por iniciativa propia.

Así los casos que en esta obra se tratan, hacen clara alusión al enunciado anterior y en ellos la mujer es objeto, mercancía y deshecho. Y nada es inventado, aunque sea ficción. Y aun hoy hay que lamentar que ciertas culturas se postulen a favor de esa degradación femenina exaltando la autoridad masculina.

El crimen, el delito, no siempre ha tenido igual calificación y actos hoy punitivos e impensables han tenido sus días de presencia con aceptación social.

Por ejemplo, que un hermano pueda decidir sobre su hermana hasta el punto de poder encerrarla en un manicomio por considerar que su comportamiento pueda poner en evidencia la imagen social de la familia.

Y así a principios de 1800, albores del siglo XIX, en Inglaterra, durante la Regencia, una mujer, a ojos de la sociedad gobernada por los criterios de un heteropatriarcado rancio y sordo a cualquier sugerencia de cambio, era poco más que mal necesario.

Y si se supiera que dos hermanas mellizas, de momento solteras, aunque por edad no deberían según las costumbres sociales del momento, están resolviendo conflictos de una forma claramente ilegal, la horca sería una sentencia aplaudida.

Actuación ilegal a ojos del injusto sistema gobernante; pero racional y humanitaria vista con ojos de justicia social.

Alison Goodman vehiculiza mediante Lady Augusta y Lady Julia, las hermanas Colebrook, esa rebelión sorda, haciendo que ambas participen como detectives aficionadas de unas acciones que exigen resolución sin amedrentarse.

El resultado es una novela que va sorprendiendo a medida que avanza, con momentos de entretenimiento risueño ya que, igual que no hay tortilla sin romper huevos, no pueden haber acciones de brutalidad sin que las dos damas participantes imiten el comportamiento masculino, en sus gestos, charla, vestuario y juramentos incluidos.

Por eso Lady Augusta y Lady Julia sostienen que "... deberemos ser rebeldes, en ocasiones maleducadas y totalmente indomables"

El Club de las Damas Maleducadas muestra una precisa estructura detectivesca junto a una apuesta por la ruptura de las convenciones sociales de la época. Es una novela que seduce por su valentía transgresora.

Y lo mejor: es el inicio de una serie de la que pronto volveremos a tener noticias.