Su clientela, entre quien
se incluye Adelaida Adams, tiende preferentemente a huéspedes permanentes, jubilados
con posibles que han convertido el hotel en su vivienda, aunque también acoge a
transeuntes, y siendo los primeros de cierta edad, en el pueblo se conoce al
establecimiento como La Residencia de Ancianos.
Y en este entorno de
tranquilidad y sosiego, como solo puede ofrecer un lugar plagado de gente mayor
silenciosa y alejada de problemas mundanos, resultaría sorprendente que
sucediera algo más interesante que la pérdida de una aguja de tejer o la rotura
de una pieza de la dentadura postiza y sin embargo algo está a punto de pasar y
va a tener la particularidad de aterrorizar tanto a todos sus inquilinos como
al personal administrativo y de servicio.
Y es que cuando se
descubre un cuerpo en una habitación, sin lugar a dudas brutal y sádicamente
asesinado, y se conoce su identidad y la policía parece no saber por donde
pisa, las suspicacias se instalan en todas las miradas y las sospechas amenazan
con romper la calma habitual que había instalado, como un huésped más, una
monotonía rayana en el aburrimiento.
Por eso, al miedo y a la
tensión se añade una morbosa excitación por saber que tal vez sea la causa de
que las cosas empeoren.
Adelaida Adams, una de las residentes antiguas, va a tener que involucrarse, sin pretenderlo, a su pesar y a riesgo de perder la vida. Irónica, valiente y de Arkansas, resulta ser perspicaz observadora y rápida en tomar decisiones.
Asesinato en el Richelieu es una novela de intriga policiaca en entorno acotado
donde todos son sospechosos hasta que se demuestre lo contrario.
Encuadrada por méritos
propios en la estantería de "Had I but known", o sea “Si lo hubiera
sabido” por hacer referencia a la narración en primera persona en la que la
protagonista no puede evitar que sus decisiones y acciones desencadenen otras,
generalmente, más desafortunadas.
Anita Blackmon, transgrede el corsé impuesto a las escritoras de la
época, esta novela se publicó en 1937, y es la primera de las dos que escribió
ambas protagonizadas por Adelaida Adams,l ya que a la intriga policiaca en
entorno cerrado le da una capa de pintura de novela negra para conseguir una
historia muy dinámica, con distintos sabores: secretos, delitos, intrigas,
mentiras, amores y amoríos y violencia inesperadamente explicita y todo
salpicado con comentarios graciosamente ocurrentes.
Por eso, leer hoy Asesinato
en el Richelieu, aceptando el desfase temporal, es lo más parecido a darse un
paseo por una feria con atracciones donde no cabe el aburrimiento.