viernes, 28 de noviembre de 2014

El Mentalista 6a temporada

¿Quién es John el Rojo?
En esta sexta temporada de la serie de televisión El Mentalista se desvela por fin (o tal vez hubiera sido mejor que no) la identidad de su enemigo público número 1. Se desvela quien es John el Rojo.

Sin embargo John el Rojo no se merecía este final. O mejor dicho, los espectadores seguidores de los más de cien episodios hasta llegar a este momento, esperando descubrirlo, no se merecían este desenlace. Se podía, se debía haber hecho mejor.

Muchísimas preguntas sin respuesta, muchas aclaraciones y no correspondidas, muchas dudas sin resolver. La opción elegida no ha sido sin duda, valga la redundancia, la mejor opción.

En su parte externa, la del formato, la serie evidencia el cambio al prescindir de los sinónimos de rojo que empleaba en los títulos de los episodios desde su inicio (rojo, escarlata, carmesí, etc) cuando el archienemigo John el Rojo aún campaba a sus aires y su presencia teñía hasta el título.

Y llegados al episodio 8 de esta sexta temporada cuando ya sin la presencia del asesino en serie, los titulos adquieren otros colores: Mi cielo azul, Blanco como la nieve, oro, negro, gris, verde ...

Con el color entra la luz y desaparece la sombra que venía tamizando, como un velo de ceniza, la capacidad de expresar libremente sentimientos.

En su parte interna, en su estructura argumental y ritmo narrativo, los cambios son más exagerados y parecen dubitativos y tentativos. Explorando ese gran vacío que de repente se abre en toda su inmensidad.

Siete sospechosos: uno de ellos es John el Rojo
Sin la subtrama líneal de John el Rojo, sin la presencia evidente o latente de este psicópata tan elocuente, cortado ese hilo de Ariadna, las dudas se agolpan ahogando la serie. El laberinto se vuelve opresivo y se empieza a notar que falta aire.

¿Hay que continuar con los mismos personajes? ¿con el mismo esquema? ¿con el mismo sofá de ajada piel color tabaco?

Con John el Rojo finiquitado se imponía un cambio de aires, de ciudad, de protagonistas, de manera de dirigir la serie; lo malo es que está costando la reubicación y los episodios presentan altibajos y los espectadores lo notan.

Los personajes se van reubicando y los que no encajan son suprimidos casi sin opción a despedida y los nuevos son introducidos casi sin opción a presentación personalizada. Todo muy acelerado.

Mucha precipitación y poca coherencia.

Así llegamos a un episodio final de la temporada con una conclusión que tal vez no sorprenda, muchos lo han esperado durante años, pero si que resulta una salida fácil a la vez que incongruente con la línea argumental de la serie. Al igual que con John el Rojo, se debía, se podía hacer mejor.

El camino que conduce a la séptima temporada no parece de rosas, y si lo es, por la tematica dulzona, ojo con las espinas. Vamos a esperarla ansiosa y escepticamente.

En este blog ya se habló antes de esta serie. Léan:







2 comentarios:

  1. Creo que lo pude ver en alguno de los canales donde repiten las temporadas y tienes razón. Si hubieran planeado hacer un mal final de John el Rojo aposta no les hubiera salido mejor (para peor).
    Un placer leerte como siempre, Jordi.

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    1. Te queda esa sensación que produce que no se cumpla ninguna de las expectativas creadas
      Saludos Roberto!

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