Stalker serie televisiva |
No se trata de resolver un hecho consumado como un robo o
un asesinato, como hacen la mayoría de las otras serie policiales, sino en
interpretar los signos de acoso y evitar que algo malo suceda. Que el acosador
se convierta en violador o asesino.
Aunque, claro, sin asesinatos bajaría la audiencia, por
lo que muchos de los casos así acaban.
Hay desde voyeurs a amantes no correspondidos, el acoso
es en persona o a través de tecnología. Todo es empleado y válido para
intimidar a la víctima. Es en el miedo, el pánico y el sufrimiento de quien se
siente bajo ominosa vigilancia con lo que el acosador se crece. Con lo que el
acosador disfruta.
Con este planteamiento novedoso (hay que inventar para
distinguirse del resto de la oferta televisiva) que pretende incidir más en el
aspecto psicológico y estudio del comportamiento de las víctimas para llegar a
perfilar a su acosador, la serie muestra suficiente interés que fracasa
estrepitosamente más y más a cada episodio y ya descarrila del todo en los
episodios finales.
En general presenta falta de profundidad en los guiones y
sobre todo en la personalidad de los protagonistas, completamente planos aunque
con preocupaciones que se dramatizan en exceso. Tanto profile de acosadores y se olvidan del de los protagonistas!
Lo guiones pretenden solemnidad a base de explotar la
complejidad de la de los acosadores, lo más interesante, pero los mata la rígida
interpretación y el no ser tratados con suficiente enfoque científico, como se
merecería, para aportar valor añadido.
La teniente Beth Davis (protagonizada por Maggie Q) es
una joven adusta, poco asertiva y con un (no podía ser de otra manera) turbulento
pasado que esconde en lo más oculto de sí misma; Jack Larsen (Dylan McDermott)
es el detective recién llegado a la sección. Proviene de New York y en su
pasado también alberga irregularidades y en su presente sombras: su mujer y su
hijo.
De pie y de izquierda a derecha: Jack Larsen y Beth Davis Sentados y en el mismo sentido: Ben Caldwell y Janice Lawrence |
Janice Lawrence (Mariana Klaveno) profiler y Ben Caldwell (Víctor Rasuk) analista de datos, completan el cuarteto protagonista.
Sin prejuicio alguno, pero evidente al máximo destaca la
extrema delgadez, casi enfermiza que presentan tanto Beth como Janice, las dos
protagonistas femeninas principales.
Y en el terreno argumental destaca negativamente lo
increíble que resulta que Beth Davis, la Jefa de esta unidad policial de
investigación al acoso, viva angustiada, traumatizada literalmente, por ser
también una víctima y no sea capaz de resolverlo.
Es una serie a la que hay que ir dándole cuerda para que
el episodio vaya avanzando y desear que se aleje de las argucias de susto fácil
que siendo inevitables cuando te sorprende alguien que se cuela en tu casa, podrían
tratarse con menos recurrencia de tópicos. Por ejemplo evitar el encuadre
subjetivo de cámara en movimiento hacia la víctima que supone siempre una
aproximación y del que se llega a abusar.
A vista de acosador |
La visión subjetiva les ha impedido objetivar.
Se supone que no tendrá segunda temporada o sea segunda oportunidad. Tampoco se la merece. Y lo sabe.
Otro refrito de ideas que muerde el polvo. Lástima por Dylan McDermott que recuerdo que como policía en el límite de Dark Blue daba buen perfil... ¿qué fue de esa serie por cierto?
ResponderEliminar¡Un placer leerte como siempre, Jordi!
El cementerio está lleno de buenos propósitos no gestionados correctamente. No conocí Dark Blue y veré si puedo hacerme con ella.
EliminarGracias por la información!