La música es la parte externa que el instrumento arranca del interior del interprete |
Un descatalogado que ha
vuelto a la vida y que no hay que dejar de leer.
Para la mayoría el jazz
es esa música que se toca con trompeta y saxofón y que a veces es placida y
otras enervante, sin saber muy bien porqué. Para algunos es ruido. Para otros
es la música que acompaña las películas de cine negro. Para los menos el jazz
es una forma de entender la vida. Para unos pocos es simplemente el camino del
que no puedes alejarte. Para los elegidos lo es Todo.
Pertenezcan al grupo que
pertenezcan después de leer Pero hermoso: una historia de jazz, cuando
oigan una pieza nunca más les va a sonar solo música. No solo por referencia al
pasado, ahora que han leído y saben, sino en las sucesivas sesiones que le
dediquen porqué después de leer habrán entendido.
El jazz, de normal, nunca
comunica igual ya que se mimetiza con el sentimiento y da más presencia a
determinadas notas o instrumentos según sea el estado de ánimo con el que lo
escuchemos a cada momento. Y no digamos ya si fuésemos intérpretes. Vocales o
instrumentistas que ponen mucho de si en el conjunto y todo en el solo.
Después de leer esta
novela el universo del jazz, en todo su significado, se
muestra desnudo en toda su amarga miseria, despiadado desconcierto y terrible soledad.
Y en toda su grandeza y conmovedora
trascendencia. Autodestrucción no deseada para alcanzar la inmortalidad no pretendida.
A través de una road
novel protagonizada por Duke Ellington y Harry Carney como hilo conductor,
el autor recrea de forma fabulada siete episodios biográficos de los grandes:
Lester Young, Bud Powell, Charlie Mingus, Chet Baker, Ben Webster, Thelonius
Monk y Art Pepper, y lo hace de forma descarnada pero cariñosa, si es que ambas
cualidades pueden ser compatibles.
Todos momentos idóneos
para desarrollar tramas de novela negra, todos de enorme dureza vivencial. El
jazz puede ser a la vez hermoso como un ragg que canta a la vida y triste como
un blues que la despide. Cada cual lo entiende a su modo y los que solo lo
oímos o a lo sumo somos capaces de incluso llegar escucharlo a ratos no estamos
capacitados para hablar de él sino es para decir banalidades cuando no
tonterías.
Geoff Dyer, el autor |
El autor Geoff Dyer
ha estructurado la novela en tres partes. Dedica la primera, e imprescindible,
a la parte narrativa mencionada; la segunda, que a mi modo de ver empaña la
anterior, a un ensayo que ayudará a neófitos a contextualizar y la tercera es, entre biografías y
referencias, indispensable a toda obra que se precie que hable sobre música:
discografía recomendada.
Empiecen por esta tercera parte, hagan acopio de la música y téngala a mano para ir acompañando la
lectura de la primera parte y dejen la segunda parte, aparte (me ha salido muy Marx Bros. pero no tiene nada de
contratante).
Hay que lamentar la innecesaria
traducción del título que sin referencia a su origen pierde encanto: el título
original But Beautiful lo coge del estándar de James Van
Heusen (música) y Johnny Burke (letra) de 1947, balada sentida y emotiva, ampliamente
versionada y en cuya letra se constata el paralelismo entre el sentido del amor,
de la vida y del jazz:
Partitura de But Beatiful |
Love is funny or it's sad
Or it's quiet or it's mad
It's a good thing or it's bad
Or it's quiet or it's mad
It's a good thing or it's bad
But
beautiful
En cualquier caso lo
importante es escuchar la música y leer la novela. Y leer la novela escuchando la música.
Y al acabar su lectura no
podemos por menos que saber que las cicatrices que nos ha producido nos han de
acompañar ya para siempre. Y que nada de lo que ya oímos antes volverá a sonar
igual y que todo lo que oigamos por primera vez lo haremos poniendo el oído en modo escucha.
La faceta musical del
jazz, la que creemos conocer, solo es la parte externa que el instrumento
arranca del interior del interprete.
Enorme respeto por el
jazz por favor. Y desde mi ignorancia pido humildemente perdón por intentar postear
al respecto.
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