domingo, 24 de julio de 2016

Los misterios de la gata Holmes de Jirō Akagawa

La gata calicó es de pelaje blanco
con manchas negras y marrón anaranjado.
Los misterios de la gata Holmes es el título de la primera novela de una larga serie, 35 publicadas y lamentablemente aún no traducidas, protagonizada por Yoshitaro Katayama, un joven detective, cercano a los 30, de la policía metropolitana de Tokio y una gata calicó llamada Holmes.

Holmes pertenece al rector Morisaki de la Universidad Femenina Hagoromo y es gata por condición y calicó por ser blanca y tener en el pelaje manchas negras y marrón anaranjado; una rareza que solo se da en hembras ya que precisa de doble cromosoma X. Presenta además una indiscutible capacidad investigadora y una peculiar forma de comunicar los resultados de sus pesquisas.

Y a pesar de que la novela lleve su nombre, y toda la serie, solo aparece en contadas ocasiones y siempre las justas donde su aporte sea valioso por lo que no acapara el protagonismo; honor que cede a Yoshitaro Katayama.

Por su parte Yoshitaro Katayama debe su profesión más a ser el hijo de un famoso detective ya fallecido y estar ahora bajo el amparo del comisario MItamura, compañero y gran amigo de su padre, que no por sus aptitudes que parecen inexistentes.

Princesita es el apodo por el que Katayama es conocido por sus compañeros al considerarlo un pusilánime ante el horror manifiesto a la visión de la sangre y a su bloqueo a tratar con chicas. Por si fuera poco vive al cuidado de su hermana de veintiún años y lo pasa fatal cada vez que su tía le organiza un omiai, encuentro con jóvenes casaderas.

Sin embargo Katayama va a tener que ir superando sus fobias y tendrá oportunidad de desplegar sus dotes detectivescas, gracias a la inestimable ayuda de la gata Holmes, en la investigación que está llevando a cabo en la Universidad Femenina Hagoromo a raíz de que se haya descubierto asesinada a una de sus alumnas.

El caso podría estar relacionado con una posible red de prostitución de alumnas de ahí que la investigación precise dedicar además una especial atención a las habitaciones de la residencia de las jóvenes estudiantes: Katayama no sabe comportarse con chicas y ahora va a estar rodeado de ellas.

Otros sucesos con otros intereses y motivos vienen a abrir nuevas líneas de investigación y Katayama debe gestionar diversos frentes a la vez entre los que se cuenta atender un nuevo omiai con intención de boda.

De toda la producción de novela negra y policíaca japonesa reseñada en este blog, esta novela es claramente la que tiene un tratamiento más occidental siendo sin embargo y en esencia absolutamente oriental.

Jirō Akagawa, el autor
Jirō Akagawa, un prolífico autor japonés, ofrece una novela pura desde el punto de vista policial y recurre al clásico crimen en habitación cerrada que resuelve de forma muy original y acertada.

El suspense está muy bien dosificado y el humor magníficamente representado y tan bien repartido que se sincronizan las situaciones de tensión y relajación; el autor demuestra gran habilidad al compaginar las macabras escenas (cuerpos despedazados) con las más hilarantes (las trabas imprevistas que dificultan consumar una relación sexual). El resultado es tan insólito como adictivo.

Describe las situaciones, comportamientos sociales y sobre todo las expresiones faciales de forma tan gráfica que parece que las dibuje y es facilísimo imaginarlas en viñeta de manga o en secuencia, esas postales inmóviles, de anime y resulta imposible no sucumbir a la risa.

Lean sino este párrafo y no me digan que no están visualizándolo como anime:

“Al imaginarse a Yukiko en ropa interior, Katayama notó cómo su cara iba palideciendo. Si iba a darse un baño, era imposible que lo hiciera con la ropa interior puesta. Cuando pensó en eso, se le pusieron los ojos como platos, se le subió la sangre a la cabeza y su cuerpo se calentó como una llama.”

El conjunto consigue mantener el interés gracias a un ritmo trepidante donde no paran de encadenarse sucesos de distinta índole y en donde los giros argumentales sorprenden, aquí si, hasta la misma página final.

No extraña nada saber que Holmes es idolatrada en Japón y que la serie televisiva y los films presentan audiencias millonarias. Una serie que empezara en 1978 y que aún sigue dando guerra. Esperemos que Quaterni siga con su apuesta personal y vaya editando los restantes títulos.

Eso sí, recomendarles que si bien el trabajo de la cubierta es interesante y atractivo y la luz y los colores están bien conjuntados no costaba tanto, puestos a darle protagonismo a la gata Holmes, adecuarla a su descripción: “… la pata delantera derecha de color negro y la pata delantera izquierda de color blanco”

4 comentarios:

  1. Me la han regalado hace poco y como contigo es imposible pinchar,hoy empiezo a leerla.
    Feliz verano y buenas lecturas.

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    1. Espero que ya seamos dos en reclamar a Quaterni que se de prisa en traducir los siguientes.
      Feliz verano y frescas lecturas ,-)

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  2. Hola!
    Me ha lamado la atención. Parece un buen título par adentrarse en la literatura nipona, algo que tengo pendiente.
    Un saludo!

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    1. Sin duda es una buena elección que no te defraudará.
      Saludos!

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