Un thriller noir que atesora tanta acción que sobresale de sus páginas. |
Una serie sobre servicio secreto, sobre espionaje, sobre las
relaciones entre sus miembros y de estos con el mundo. Una serie sólida, bien
configurada, sobria y absorbente. Con un dibujo soportado por la línea clara,
estilo claramente europeo a pesar de ser un cómic norteamericano, que da apoyo
logístico a una historia habitada por seres imperfectos que resuelven como
mejor saben o pueden situaciones para los que están adiestrados pero para las
que no son infalibles.
El MI6 es el servicio de inteligencia del Reino Unido con
jurisdicción en el exterior, para asuntos domésticos está el MI5. Tara Chace es
una escolta de la Sección de Operaciones Especiales del SIS (Servicio de
Inteligencia Secreto), adscrita al MI6; escolta es la clasificación que reciben
los operativos ejecutivos con libertad por moverse por todo el mundo y a los
que las delegaciones locales deben subordinar su apoyo en todo momento y bajo
cualquier circunstancia.
Tara Chace es una subordinada dentro de un escalafón de
poder que atesora los defectos de forma típicos cuando la toma de decisiones resulta
controvertida y la irritante saturación burocrática de los estamentos que no
solo tienen que conjuntar lo bello con lo barato, sino también la diplomacia
con la eficacia. Para un operativo de campo las disquisiciones de despachos son
tan esteriles como un mosquito dando cabezazos contra un cristal.
Realismo en cada una de sus viñetas. |
Queen
& Country es una serie más que espectacular que desborda
realismo sin frivolidades de efectos especiales. No los necesita, las
situaciones son ya de por si absolutamente efectistas sin necesidad de adornarlas;
hacerlo hubiera sido llevar a parodia una realidad muy peligrosa y estresante.
Greg
Rucka es uno de los guionistas de cómic más deseados por las majors,
ha trabajado en numerosas series con renombrados personajes y aquí se destaca
su trabajo más personal, más concienzudo y más determinante como
es Queen & Country, donde no solo brilla en su calidad de guionista sino
que evidencia ingente cantidad de horas de investigación y documentación.
Una serie de espías con un toque noir; pormenorizada hasta
el mínimo detalle, con un argumento asentado que se desarrolla en diversos
arcos con tramas repletas de inteligentes diálogos y expresivos silencios. Y que
no esconde que la calidad humana del peculiar personal, sensato y equilibrado
según su código de vida, que trabaja en estos campos se sustenta en los mismos
pilares que la del resto de mortales; en la serie se ama, se muere, se llora,
se sufre, hay errores, hay equivocaciones, hay rabia y, si, también
remordimientos, debilidad y dudas.
La única variante es que cumplir con tu trabajo no te da un
bonus en la nómina pero significa que sigues con vida. El mejor bonus que nadie
te puede dar.
Seguimiento de los operativos. |
La serie ha ido empleando distintos dibujantes, siempre en
formato blanco y negro, en función de los arcos argumentales, con estructura
autoconclusiva pero manteniendo una evolutiva continuidad, y del tono
perseguido, pero todos ellos, cada uno según su propio estilo, se han mantenido
fieles a los aspectos determinantes y relevantes para mantener una unidad de
conjunto. Aunque es más que evidente que la calidad sufre altibajos, a las
pocas páginas la historia absorbe a tal punto que el nuevo estilo se integra
inmediatamente y ya no se tiene en cuenta el cambio de dibujante.
Una serie nominada en 6 ocasiones, en distintas secciones,
al premio Eisner y que lo consiguió en 2002 por “Mejor serie novel”. Una obra
seriada en 32 entregas desde 2000 a 2007 y que se encuentra recopilada en 4
volúmenes que totalizan más de 1.000 páginas.
Hoy en día la televisión los ofrece
indiscriminadamente por lo que es fácil que conozcan la serie Homeland, si es
así sepan que Queen & Country fue antes y que Carrie Mathison tiene un más
que parecido razonable con Tara Chace.
Una obra que se lee con apasionamiento y se vive con
desazón y en la que las retorcidas decisiones y las terribles consecuencias no
son sino un pálido reflejo de la realidad. Indispensable. Uno de los mejores
cómics que hay para leer y releer.
Mejor el guión que el dibujo, pero incluso así una muy buena recomendación.
ResponderEliminar¡Como siempre un placer leerte, Jordi!
Efectivamente Roberto. Por suerte, como comento en el post, el guión te absorbe de tal manera que casi ni notas el cambio de dibujante (y eso que en algunos casos es innecesariamente notorio).
ResponderEliminarUn abrazo!