Novela negra italiana: No está solo. |
El spaghetti crime es la
renovación de la novela negra italiana más tradicionalista. Toma del thriller lo más sobresaliente y adictivo: mucha
acción, personajes carismáticos con atractivo físico y personalidad excepcional, tramas conspiranoides, ramificaciones tentaculares
de la maldad, disparos, explosiones, persecuciones, traiciones… y las obras de
Sandrone Dazieri tal vez sean el ejemplo más ilustrativo de esta corriente.
Más o menos
spaghetti
western vs western americano. Y han conseguido revitalizar
un género aunque el resultado sea pasarse al lado más comercial y
más globalizado, lo que no implica necesariamente pérdida de calidad pero si sometimiento
a producto.
Novelas que son como los spaghetti al plato: combinan bien con cualquier salsa.
No está solo es la primera novela con Dante Torre
y Colomba Caselli de protagonistas, El
Ángel es la segunda y habrá más. Tiene que haber más.
Los
protagonistas tienen en común el ser damnificados sin cura. Ambos traumatizados
por sendas experiencias dolorosas con secuelas irreversibles pero con un
sentido de la justicia hipertrofiado que les lanza una y otra vez contra cual
sea la pared que tengan delante.
Novela negra italiana: El ángel |
Más que una
serie estamos ante una saga de thrillers que explotan la inexplicable química
que une a estos dos seres y que aborda temas atractivos para las personas que
leen ávidas de que el bien gane, aunque salga malherido en el intento o
precisamente por eso.
En la primera
entrega, en la que los protagonistas traban conocimiento, se investiga la
desaparición de un niño, después del asesinato de su madre, e inicia un caso
que en su desarrollo evoluciona hasta derroteros que nadie sospecharía al
principio de la lectura.
La segunda sigue los pasos de la pareja que, a pesar del tiempo transcurrido, mantienen una peculiar relación personal y un prurito
justiciero que los lleva a meterse de nuevo en líos extraordinarios.
Sandrone
Dazieri escribe de forma sencilla para que no haya que interpretar, solo leer y
no perder un ritmo narrativo pasado de revoluciones. Obras bien
conjuntadas con alarde de imaginación y que entusiasmarán a quienes busquen chutes
de adrenalina.