Del
mismo modo que el teatro ha sido testigo de innumerables representaciones de
dramas que giran alrededor del amor, las rencillas, los celos, el odio y la
traición y acaban en muerte; en esta novela La muerte te espera el drama abandona por un momento el escenario, del mismo teatro, para representar fuera de la ficción una muerte más. Esta vez real.
“Incierto es el lugar donde la muerte te espera; espérala pues, en todo
lugar” advertía Séneca.
En el
teatro de Gustavo III de Drottningholm, cerca de Estocolmo, se ha programado
representar la opera bufa ‘Cosí fan
tutte’ de Mozart y los nervios del reencuentro, de los ensayos y del
inminente estreno calan en el elenco de actores escogido por el entusiasta
director del teatro en funciones Paul Sandvall, amigo del matrimonio Bure formado
por Einar y Puck.
Elenco
constituido por el reputado director de orquestra y de la obra Mattias Lemming,
la prima donna (y muy aclamada) Tove Monrad, la soprano (y envidiosa) Jill
Hassel, la debutante (y tímida) Daga Fors, el tenor (y celoso) Göran Göransson,
el barítono (y endeudado) Sten Sture y el barítono (y egocéntrico) Ulrik
Annerfelt.
Todos
viejos conocidos entre si y con relaciones entremezcladas desconocidas para la
mayoría y cuyo alcance puede atrapar a más de uno y culminar en un asesinato
entre los miembros de la compañía. Un asesino entre los miembros de la
compañía. Un asesinato cerrado.
Christer
Wijk al cargo del Grupo de Homicidios del Reino y gran amigo del matrimonio
formado por Einar Bure y Puck Eksted, asiduos colaboradores amateurs de su trabajo
policial, sobretodo Puck, cubre la investigación del asesinato en el teatro
centrada en el personal relacionado al mismo: director, actrices y actores y el
conserje.
En esta
novela, La muerte te espera, nos
hubiera gustado encontrar más tensión e intriga; su ritmo narrativo contagiado
por ello o causante de ello avanza a menudo con lentitud desesperante y a los
personajes, sobre todo los centrales Christer y Puck, se les echa en falta más carisma, como se requiere para echarse la
investigación a sus espaldas y ser determinantes en su resolución.
El
suspense propio e imprescindible en este tipo de narrativa whodunit resulta artificioso, como introducido desde el exterior,
desde el lado del escritor, y no generado internamente por la propia evolución de
los hechos y de los actos de los sospechosos.
Hemos
conocido a María Lang por la publicidad: La
Agatha Christie sueca; y como que sentimos devoción, cariño y
agradecimiento por la gran dama inglesa, nos hemos lanzado de cabeza en esta nueva
piscina. Y vista la obra de una y otra la comparativa no resiste la
comparación.
Maria
Lang es precursora de la novela policíaca sueca y la antecesora de Larsson, incluso que Mankell, aunque con otro registro y en otra
época. Por lo que aunque no sea conocida entre nosotros no es para nada una
recién llegada y nos dejó en 1991, mucho antes del boom de la novela negra
nórdica en el Mediterráneo.
Lean la
novela con su banda sonora propia, como no podía ser de otra manera,’Cosí fan tutte’ del efervescente Mozart.
Cierto
es que no se aprovecha para nada el argumento de esta opera en la trama de la
novela, dos parejas frente a frente e intercambio de prometidas mediante juego
de disfraces, y que el recurrente a esta opera parece puramente circunstancial
del mismo modo que se podía haber recurrido a Verdi por poner un ejemplo. Una
gran oportunidad perdida.
Para los
más curiosos, en este video ilustrativo del trabajo entre bambalinas en el
Teatro de Drottningholm se muestra durante cinco segundos entre el 1.04 y 1.09
el funcionamiento de la caja de truenos descrita en la novela.