martes, 17 de junio de 2014

Blacksad 5 Amarillo de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido

Blacksad vuelve con música de motor, ya de coche, un cadillac eldorado, ya de moto, en una aventura homenaje a las road movies del cine norteamericano. Con sus amplios escenarios naturales y con sus icónos culturales que convertidos en objetos de consumo se han dedicado a exportar durante años.

Amarillo es una aventura atípica ya que en esta ocasión a Blacksad lo contrata el azar para transportar un Eldorado de Nueva Orleans a Tulsa y es éste mismo azar quien lo arrastra en una persecución que tiene mucho de cine y mucho de introspección personal no solo de los protagonistas sino de toda la generación contracultural americana que se vino a conocer como la Beat Generation.

Siempre hemos querido ver las road movies como un viaje hacia la libertad, no siempre alcanzada. Como un recorrido físico de traslado a otros lugares, para conocer nuevas gentes y nuevas comunidades y como un recorrido mental de descubrimiento y superación personal. Aunque la realidad, mucho menos romántica, haya significado la mayoría de veces huídas hacia delante con trágico final.

En esta road movie no falta de nada: moteros, gasolineras urbanas, plantaciones de maría, circos ambulantes, trenes de largo recorrido, estaciones de tren y estaciones de autobuses... hay de todo y por ese mismo motivo tal vez haya demasiado. El argumento abarca mucho y aprieta poco.

La historia de esta quinta aventura de Blacksad tiene su epicentro en Amarillo y éste es el color que el álbum adquiere por medio del coche, de los campos de cereales, de la carpa del circo, del león protagonista y con el que refleja sentimientos negativos: envidia,  cobardía y miedo.



Los colores de las cubiertas de Blacksad componen un mensaje asociado a un tema de los que componen el mainstream de argumentos de novela negra, y así en cada uno de los álbumes, juegan con el negro para hablar del luto de un crimen pasional, del gris para denunciar al blanco racismo, del rojo para hablar de espionaje y química, con el azul llega el blues, el jazz y la droga y ahora el amarillo.

Y hablando de colores es todo un alarde de ingenio lingüístico el juego de palabras sobre decoloración, Colorado, de color, colorido , entre el guacamayo rojo y Blacksad, ¡sin ofender claro!

Esta nueva entrega de Blacksad toma una deriva más ligera respecto las anteriores que la lleva a experimentar nuevas fórmulas en la narración de historias y en la forma de dibujarlas.

Los autores siguen escogiendo temas clásicos mil veces contados para reinventarlos y reinventar al cómic. Si en las anteriores entregas estaban claros los casos en los que Blacksad intervenía de justiciero acreditado, en esta su presencia es más coyuntural que determinante.

Sirve más de hilo conductor de una historia en la que no es el protagonista principal de la misma. Blacksad transita por la aventura viviendo lo que sucede a su alrededor a ratos como parte activa y a otros como espectador. Tanto es así que incluso no sale en bastantes páginas.



Comparado con los otros álbumes el dibujo de Juanjo Guarnido presenta cierta desafección, tratamiento apresurado de los fondos y menos detalle en general con un leve giro expresionista que no acaba de cuadrar ni con el personaje ni con la antropomórfica visión, que precisan un toque más figurativo, que es el sello distintivo de la obra.

Y lo mismo pasa con el guión de Juan Díaz Canales que pasa de puntillas sobre varios temas, recoge solo la anécdota y le da cierto tratamiento frívolo sin  profundizar en la denuncia como nos tenían acostumbrados dejando la historia solo esbozada.

La road movie ha salido rodada por la utilización de tópicos y por ese mismo motivo no ofrece sorpresa ni creatividad, ni en el desarrollo ni en el desenlace y tampoco ofrece renovación.

Ciertamente Amarillo es el álbum más flojo de la serie, el menos negro y aún y así un cómic de gran nivel: nos habían llevado al universo y ahora el cielo nos parece poco.

No es fácil ir superando el listón y tampoco lo es mantener el nivel pero habida cuenta del tiempo que media entre álbum y álbum no deberían conformarse.

Y como hicieran con álbumes anteriores, en las guardas de la contracubierta nos regalan un bonus en forma de fotos tomadas durante la aventura como recuerdo.

Recuerden los álbumes anteriores en esta reseña de este mismo blog y no olviden recrearse con el primer guiño y con el segundo.

viernes, 13 de junio de 2014

Gran Hotel Babylon por Enoch Arnold Bennett

La presencia de unos clientes millonarios neoyorkinos, Theodore Racksole y su hija Helen Nella, en el comedor de un lujoso hotel inglés tiene como resultado un inicio absolutamente demoledor de una trama repleta de ironía, humor e intriga policial en un contexto de choque cultural.

¿Cómo es posible, se pregunta el mundano y decidido Theodore, al que sólo le falta el sombrero de cow boy, que en un hotel de tanta categoría no le puedan servir un Beso de Ángel?

La aristocracia británica y europea frente a la riqueza americana: un duelo que siempre genera disparatadas y cómicas situaciones (recuerden sino las relaciones de Jeeves con los americanos).

El Gran Hotel Babylon, situado en el Embankment, ofrece sus exclusivos servicios a privilegiados clientes, entre los que se cuentan los representantes de la realeza mundial, o sea a la crème de la crème, desde que fuera fundado en 1869 por Félix Babylon, un suizo que gestiona su hotel con la precisión de un reloj, suizo, y la discreción de un banco, suizo.

Conocido, por reyes y princesas, como "donde Félix" el hotel tiene puerta para la realeza y puerta corriente. Tiene al mejor chef, Rocco; al mejor maître, Jules; y a la mejor secretaria, la señorita Spéncer, para ofrecer lo mejor y garantizar el correcto, silencioso y tranquilo funcionamiento en cada ámbito.

Pero este remanso de paz, este pedazo de paraíso en la tierra, ve rota su armonía por la aparición de un cadáver y unos sucesos que tienden al embrollo y al mal gusto de implicar en la trama las dependencias del hotel con los detestables barrios portuarios y las timbas de juego con señoritas de tuteo fácil.

Intrigas políticas, derechos sucesorios, secuestros, desapariciones, y la muerte, ingredientes comunes que generan una combinación improbable pero que se resuelve con ingenio convincente.

Enoch Arnold Bennett
Enoch Arnold Bennett presenta una trama ágil y muy dinámica gracias a una buena dosificación de los distintos efectos tragicómicos. Con medida precisión, suiza.

Escrita en 1902 hay que, como sucede con los vinos añejos, abrirla con condescendencia para poder apreciar convenientemente sus sutilezas y su ingeniosa trama que hace hincapié en los tics sociales de la época.

Por ese motivo es probable que el argumento pueda parecer un poco simplista para los gustos contemporáneos muy distintos a los existentes en el momento de su publicación, pero no desmerece.

Son de esas novelas que hoy son tratadas con ligereza por su evocación a folletín. La fuerte presencia de la novela negra, cada vez más tortuosa, ha ido relegando a un segundo plano estos clásicos de novela policial, que sin embargo resultan muy entretenidos y descongestivos de empachos psicóticos y serial killers.

Estamos ante una lectura ligera y desengrasante pero no por ello obra menor.

Coctail Beso de Ángel
Y por si Theodore se les presenta en casa aqui tienen una receta para preparar un delicioso Beso de Ángel, de las tantas como tipos de beso hay:

Verter una taza de café en el fondo de una copa, encima añadir la mezcla de de 3 onzas de crema de cacao con 1 onza de brandy, coronar con 2 onzas de crema de leche dulce o condensada o chantilly i espolvoree canela por encima.



domingo, 8 de junio de 2014

Los crímenes del NO-DO de Carlos Schenner


El NO-DO, Noticiario Documental, es un corto de de noticias y reportajes que se dedica a glosar los actos del Generalísimo Francisco Franco (inaugurando obras públicas, pescando truchas, pasando revista a las tropas…), de su esposa Doña Carmen Polo (apadrinando un orfanato, entregando el premio a la mejor labor de punto, recibiendo una representación de maestros de Formación del Espíritu Nacional…), los de sus ministros y todos aquellos festejos que sirvan para mostrar la cohesión social y la algarabía popular (momentos estelares de una corrida de toros, goles para la historia de la liga de fútbol, danzas de los juegos florales…) que se disfrutan en esa España que venden como grande y libre, y vive encerrada entre fronteras por que nadie la quiere y cuyos habitantes sufren la opresión diaria en cualquiera que sea su quehacer.

Este NO-DO que se emite obligatoriamente en pase previo a la película de la sesión continúa de cada cine es ahora, 1957, el medio elegido para difundir con ánimo desestabilizador unos mensajes ideológicamente más cercanos a los motivos que desencadenaron la Guerra Civil que los que ahora interesa divulgar.

Los crímenes del NO-DO es la novela que penetra en el secreto que esconden las cintas de celuloide que contienen algo más que las imágenes previstas.

Madrid, 1957, el inspector Marcos Pueyo es encargado de calentar sillas de cine visualizando No-Dos para confirmar la denuncia anónima recibida de que en algún momento de la proyección se pueden leer dichos mensajes y descubrir quien se esconde detrás de esos actos y que pretende: un paso atrás en el tímido movimiento aperturista y la legitimidad internacional del régimen puede estar en jaque.

Barcelona, 1957, el inspector Antonio Merino es encargado de descubrir la posible conexión entre maquis y militantes anarco-sindicalistas en las huelgas estudiantiles cuya revuelta amenaza con trascender los muros de la universidad y extenderse a otros sectores: la imagen de una sociedad movilizada podría desmantelar el disfraz de paz con el que nos ve el mundo exterior.

Unas muertes en ambas ciudades vendrán a enturbiar la situación añadiendo un plus de complicación a las investigaciones ya iniciadas que un delgado hilo casi invisible puede acabar uniendo.

Marcos Pueyo, defensor convencido del régimen, y Antonio Merino, con más dudas que convicciones, son antiguos combatientes de la Guerra Civil que fraguaron una amistad que continúa a pesar de sus diferencias ideológicas y la distancia geográfica.

Ahora sus investigaciones los volverán a unir y saber negociar sus controversias puede ser capital para afrontar los riesgos a los que deberán enfrentarse.

Los crímenes del NO-DO presenta un macro escenario histórico ideal para desarrollar una compleja novela negra que no acaba de encontrar su lugar argumental al desarrollar diferentes tramas a diferentes velocidades.

El título y el inicio sugieren una prometedora evolución argumental que no acaba siendo correspondida por mezclar demasiados temas y por exceso de información histórica.

El autor Carlos Schenner demuestra haberse interesado profundamente y documentado sobradamente pero una cosa es tener la información, otra transmitirla y, lo más difícil, saberla integrar en una trama fabulada sin que chirríen ni una ni otra.

Este omnipresente rigor histórico, minuciosa y magníficamente documentado en hechos y en nombres, y que enmarca tan bien el argumento es a la postre quien lo condena ya que el dispar desarrollo de las tramas y ante todo, y sobre todo, su final no encajan en el modo de hacer y de ser para la época que con tanta precisión se ha descrito.

Para quien quiera saber más sobre el NO-DO pinchen aquí para acceder a la web de rtve con casi todos los archivos; para los demás basta con visionar de nuevo la cabecera para evocar aquellos maravillosos años.


Cabecera del NO-DO

domingo, 1 de junio de 2014

The glades, serie de TV

The glades es una serie policial de la televisión americana que ha dispuesto de 4 temporadas para ganarse un puesto en la jungla y ha perecido en el intento.

Esta última temporada de la serie, la 4ª, con la que se despide de la parrilla de programas, no ha hecho más que evidenciar que no resolver las carencias y repetir episodio tras episodio el mismo esquema argumental con el mismo tempo narrativo y el mismo procedimiento policial en la investigación acaba aburriendo.

Así la serie se despide sin acabar y dejando inconclusas todas las subtramas empezadas y con un cuerpo sangrando en el suelo y es que estaba prevista una continuidad que la audiencia no ha concedido y la decisión ha sido decapitarla.

El espectador acaba perdiendo interés a medida que se acumulan los episodios. Se haya cometido como se haya cometido el crimen y sea quien sea la víctima todo es un dejà vu debido a esta poca capacidad de generar sorpresa cambiando de paso.

Viendo la serie en inmersión se aprecia claramente la escaleta utilizada por guionistas y realizadores, repetida una y otra vez incluso los actores han acabado abandonándose a una mecánica rutina:

El cuerpo es descubierto por personal ajeno al asesinato y que ya no vuelve a aparecer. Tres únicos sospechosos. Interrogatorios sucesivos a los tres en lugares diversos: su casa, su lugar de trabajo, comisaría. Cada interrogatorio finaliza recibiendo o efectuando una llamada de teléfono por parte del detective y dejando flotando un comentario gracioso en un juego de palabras decepcionante. Detención de uno de los sospechos con esposas ante un público que no demuestra gran sorpresa cuando debería de escandalizarse. Actitud chulesca rozando la grosería por parte del detective en el trato con los sopechosos. Y entre medio arrumacos con su eterna novia Callie, comentarios chistosos con Carlos y órdenes despóticas impartidas a Daniel.

Detective Jim Longworth
Jim Longworth (interpretado por Matt Passmore) es el detective del Departamento de Policía de la cálida Florida, venido del frío Chicago, que resuelve los crímenes casi por eliminación de sospechosos después de interrogatorios y contrainterrogatorios.

Forense Carlos Sánchez
Para ello cuenta con la ayuda de Carlos Sánchez (Carlos Gómez) el patólogo forense temeroso del mundo oculto y Daniel Green (Mur Jordan) un becario, estudiante de posgrado enamoradizo, que con sus habilidades informáticas se convierte en el verdadero resolutor, no reconocido, de los casos.

Enfermera Callie Cargili
Y en su vida particular es Callie Cargili (Kiele Sánchez) una enfermera siempre apesadumbrada (incluso cuando rie transmite tristeza) y con un hijo adolescente, fruto de un matrimonio interrumpido por la cárcel, quien le cura las heridas físicas y también las del corazón.


Un total de 49 episodios de The Glades (13 por temporada excepto la 3 con 10) que entretienen pero que no aportan nada nuevo al género y menos que permita un recuerdo más profundo que un comentario indulgente y agradecido a la primera temporada donde parecía que se jugaba con producto fresco y al no saberlo conservar ha acabado pasándose.

lunes, 26 de mayo de 2014

Don de lenguas de Rosa Ribas y Sabine Hofmann

Don de lenguas es una novela negra de corte intimista ambientada en la Barcelona de 1952. En una época en la que Barcelona sigue esclavizada ideológicamente por el golpista gobierno franquista que a pesar de su aparente solidez empieza a tener también sus fisuras y luchas intestinas.

Trece años desde que finalizara la guerra y aún parece entonces. El miedo de los vencedores actúa en todos los ámbitos y se borra cualquier evocación al recuerdo que pueda desencadenar acciones incontroladas, así el cuento de la Caperucita roja se convierte en la Caperucita encarnada y a la Biblioteca de Cataluña se la llama Biblioteca Central.

Una época en la que un huevo pasado por agua, ¡vaya lujo! precisa del rezo de tres padrenuestros para estar al punto ¿precepto religioso que busca la bendición divina de la comida o sustitución de reloj?

Una Barcelona de la que se intenta potenciar una imagen de normalidad para que la celebración del XXXV Congreso Eucarístico Internacional, con el que el régimen pretende aprovechar la puerta abierta no solo para permitir entrar a los visitantes de fuera sino, y sobre todo, para salir, simbólicamente, del ostracismo penitente al que la nación se encuentra sometida y literalmente, de la prisión en que se ha convertido la frontera física consiguiendo el reconocimiento y la aceptación de los otros países.

En esta Barcelona y en estos momentos se encuentra el cadáver de María Eugenia de las Mercedes Sobrerroca i Salvat en su propia casa. Inoportuno asesinato de una viuda de un notable doctor y miembros de la omnipresente burguesía, siempre poderosa gobierne quien gobierne, que conviene resolver cuanto antes y con la mayor discreción posible.

Para ello la investigación del asesinato de la desdichada Mariona Sobrerroca, recae sobre el inspector Isidro Castro de la Brigada de Investigación Criminal de las dependencias de Via Laietana de Barcelona cuya hoja de servicio muestra un altro grado de efectividad.

Y, por cosas del azar, a Ana Martín habitual cronista de sociedad en las páginas de La Vanguardia le toca cubrir el suceso. Para ello trabajará codo con codo con el inspector Castro aunque, por aquello de la suerte del novato, siempre un paso por delante.

El inspector Isidro Castro es un policía de casta, capaz de golpear a quien sea en un interrogatorio, como método ortodoxo de trabajo; con indiferencia, solo atento a la información que va adquiriendo. Como un oficinista que teclea su máquina de escribir sin atender lo que hace, solo atento a la lectura del papel que se va imprimiendo.

Diario La Vanguardia en 1952
Aún y así, el inspector Castro apunta maneras aperturistas, y eso, que no gustaría nada en los padres del Movimiento, facilita el tender puentes de camaradería con la periodista Ana Martín lo que acaba redundando en beneficio de la justicia y por extensión en beneficio de ambos, que de estar en el punto de mira pasan a estar a retaguardia.

Ana Martín es una joven idealista y ambiciosa que precisa demostrar que sus aptitudes la facultan para más que escribir sobre vestidos y tocados; siente sobre si misma el orgullo y la responsabilidad de ser hija de quien fuera un reconocido reportero y la rabia y la desdicha de ser hija de quien hoy es un represaliado que gana su sustento trabajando en un supermercado.

Y es que la prensa se ha convertido en el escaparate de una realidad social silenciada y los artículos se escriben al dictado de la censura.

Ser un represaliado es una suerte ya que significa haber sobrevivido, pero mal se lleva cuando tantos sucumbieron y cuando es aconsejable abrir la boca solo para comer.

Beatriz Noguer, pariente lejana de Ana y coprotagonista de la trama, sufre también en vida esta condición de represaliada que cierra puertas a los libre pensadores. Beatriz mantiene intacta su fortaleza vivencial obligándose a seguir trabajando, escribiendo, corrigiendo y traduciendo aunque para seguir comiendo y pagando facturas tenga que desprenderse de incunables ¡Para un filólogo pecado mortal y sufrimiento añadido!

Novela negra de corte intimista, decíamos, por su forma sosegada de narrar los hechos del caso, por su ecuanimidad al narrar los acontecimientos sociales, por su calidez al explicar los sentimientos de los protagonistas.

Reivindicación del dicho de que tanto la lengua (el idioma) como la pluma (la escritura) pueden resultar más afiladas que la espada. Y que una buena filóloga resulta, por su capacidad para observar escritos, leer entre líneas e interpretar los silencios en un texto, un buen detective.

Como cuando Beatriz aplica la estrategia de Jean-François Paul de Gondi, cardenal de Retz, para intentar evitar la caída en desprestigio de su sobrino.

O cuando el argumento de la ópera El caballero de la rosa y la Mariscala se materializan en las cartas de amor cuyos silencios comunican grandes verdades.

O cuando el vizconde de Valmont sigue hablando por boca de lengua bífida como si siguiéramos en el siglo XVIII.

Rosa Ribas y Sabine Hofmann
Se agradece una novela de esta factura; una novela que se sustenta en un entramado de implícita denuncia social y no necesita recurrir ni al artificioso exceso de sangre o presentar psicópatas estereotipados para atrapar la atención. Estamos ante una novela de las de antes, de cuando el contenido tenía más peso que el continente. Y eso hoy en día, que hay profusión de escritos con plantilla, es un privilegio.

No sorprende nada de lo dicho sabiendo que detrás está Rosa Ribas, esta vez a duo con Sabine Hofmann.

Una Sabine aún por descubrir y una Rosa consolidada de la que tenemos numerosas muestras de su capacidad, entre las que destacan los casos de la comisaria Cornelia Weber reseñados en este mismo blog:


Post scriptum: la segunda novela de la serie protagonizada por la periodista Ana reseñada aquí El gran frío