Pont-Aven es una población de la Bretaña en el
departamento de Finisterre que toma el nombre del río Aven que la atraviesa
justo antes de su estuario y desembocadura en el Océano Atlántico.
Famoso lugar
desde que a finales del siglo XIX se convirtiese en lugar de creación píctorica
de una notable colonia de artistas algunos muy famosos.
Un lugar lleno de belleza, historia y creatividad. Idílico
para pasar unas vacaciones o para despedirse de la vida.
Y eso es lo que sucede: alguien ha decidido que el
propietario del reconocidísimo Hotel Central, Pierre-Louis Pennec, ya ha vivido
bastante y lo asesina sin importarle que el mes de julio es el inicio de la
temporada alta de turistas y que el hotel está a tope de reservas.
Georges Dupin es el comisario de policía de Concarneau
(Konk-Kerne en lengua bretona), conocida como la ciudad azul y reputado puerto
atunero de Europa.
Y por proximidad geográfica con Pont-Aven es el encargado
de la investigación de ese asesinato al que el autor titula El misterio de Pont-Aven.
Dupin es un parisino al que sus jefes han destinado a
provincias por disparidad de criterios y aunque ya lleva casi tres años
instalado entre bretones tiene claro que siempre será un forastero y que
incluso sus hijos, si los tuviera, y también nietos, mantendrían idéntica consideración. Así de díficil es ser adoptado.
L'Amiral donde Dupin come entrecot |
Es un comisario cafetero donde los haya y sin más vicios
ni rarezas que su desconfianza a navegar y su predilección por el entrecot que
le preparan en L'Amiral, ese ambiente del siglo XIX que alguna vez pisó también
el comisario Maigret, y que con tanta dedicación atiende el matrimonio Philippe
(en la cocina) y Lily Basset (en la sala).
Dupin actúa sobre el terreno, el despacho no es su lugar,
investiga sobre la marcha, interrogando, razonando y yendo de un lugar a otro
paseando y hace uso del móvil (que debe tener una batería de nave espacial)
como el mito Holmes lo hiciera de la lupa.
Las llamadas tienen a su equipo como principales
destinatarios: el inspector Labat, estirado y con interés por quedar bien con
los mandos superiores pero entregado y concienzudo; el inspector Le Ben y sobre
todo Nolwenn, eficaz secretaria sesentañera y amable mentora y guía de Dupin, y
por extensión de todos los lectores, en su introducción en este nuevo y
apasionante mundo que es la Bretaña.
Conduce un viejo Citroën que no quiere reemplazar, bebe
vino con moderación y disfruta enormemente con las rillettes,
preferiblemente las de vieiras (por raro que resulte) y con las infusiones de
muérdago (por extraño que parezca); no en balde estamos en tierras donde los
romanos nada podían al enfrentarse a pociones mágicas de barbudos druidas.
'La visión del sermón' obra de Paul Gauguin |
La escuela pictórica de Pont-Aven generó una corriente
que tuvo a Paul Gauguin como exponente más reconocido y al cuadro 'La visión
trás el sermón' (Jacob luchando contra el ángel) como pieza relevante; un oleo
sobre tela de 72x91cm que actualmente se encuentra en la Galería Nacional de
Escocia en Edimburgo.
Jean-Luc Bannalec es el seudónimo de un escritor alemán (también
traductor, crítico literario y editor de verdadero nombre Jörg Bong) que
ama la Bretaña y lo demuestra con el cariño con el emplea para describir su
historia y sus reivindicaciones independentistas, sus lugares y paisajes, leyendas,
fiestas y festivales, refranes y gentes y sobre todo su carácter: vivir en
donde empieza el mundo, y no donde acaba, como bautizaron los romanos la zona
llamándola Finisterre, confiere un carácter optimista y luchador.
Este autor ha conseguido traspasar la ficción y fabular
dentro de la cotidianeidad con un equipo policial de personas normales en
situaciones normales. Como nosotros. Y por eso hay que seguirlo porqué su
ficción es de estar por casa; y eso que dicho así suena fácil es algo muy
dificil de conseguir.