miércoles, 14 de enero de 2015

Programa BCNegra 2015

Programa BCNegra 2015 en castellano.

Un año más y van 10 la obligada cita entre escritores y lectores y editores y libreros y blogeros, que son lectores reseñadores. Un año más y van 10 los recintos se van a quedar pequeños (vayan con tiempo a coger sitio) para acoger a todos los que nos gusta la novela policial, novela negra y thriller.

Por cierto, importante, este año cambiamos el cuartel central de La Capella por el Conservatorio del Liceo en la calle Nou de la Rambla, 88.

Y otra vez, como en anteriores ocasiones, habrá música, cine y otras artes relacionadas con el género.

A continuación, y a la espera de que salga la versión bonita en pdf con detalle biográfico de los participantes y relación de otros eventos satelites a los actos principales, tienen la agenda  de la BCNegra 2015 para organizar la suya propia.

A disfrutar y nos vemos en Barcelona!

Jueves 29 enero

20:00 Acto Inaugural entrega del VI Premio ‘Crims de tinta’ en el Auditorio RBA en Diagonal 189, con invitación (solicitar antes del 23 de enero a infoicubcn@bcn.cat.)

Viernes 30 enero

18:00 Biblioteca Jaume Fuster inauguración de la exposición ‘Cubiertas de color en un tiempo gris. Años 40, 50 y 60’ con Joaquin Noguero y Paco Camarasa. Hasta el 18 de marzo.

19:00 Biblioteca Jaume Fuster ‘Charla con Anne Perry con la autora y Francisco Luis del Pino

Sábado 31 enero

11:30 Biblioteca Barceloneta-La Fraternitat, Mesa redonda ‘Barcelona, capital de la novela negro-criminal europea’ con Sebastià Bennasar, Josep Camps, Lluís Llort, Rafa Melero y José Luís Muñoz; modera Cristina Fallarás.

Domingo 1 febrero

12:00 Museo Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) Mesa redonda ‘Bajos fondos’ con Dani el Rojo, Jordi Solé y Eduard Vallès; modera Josep Miquel Faura.

Lunes 2 febrero

16:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘La primera huella’ con Pere Cervantes, David Llorente, Carme Moreno y Albert Pijoan; modera Nacho Cabana.

17:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘Nuevas geografías criminales’ con Nieves Abarca, Vicente Garrido, William C. Gordon y Zygmunt Miloszewski; modera Pilar Argudo.

18:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘¡Viva Darwin!’ con Toni Hill, Andreu Martín, Jaume Ribera y Lorenzo Silva; modera Rosa Ribas

19:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, charla ‘Queremos tanto a Mankell’ con Paco Camarasa y Beatriz de Moura.

19:30 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘Los hipócritas’ con José Luís Caballero, Antonio Manzanera y Fernando Rueda; modera Jordi Bordas.

Martes 3 febrero

12:30 Auditorio de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales Blanquerna-Universitat Ramon Llull, mesa redonda ‘Catalunya tierra de crímenes’ con Margarida Aritzeta, Jordi Boixadós, Jordi Cervera, Marc Moreno y Josep Torret; modera Rafael Vallbona.

16:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘El gran frío de la sombra del sable en la última llamada’ con Empar Fernández, Rosa Ribas y Jordi Sierra i Fabra; modera Marc Balcells.

17:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘La salud y la industria’ con Alberto Curiel, Belén Lopetegui y Maribel Medina; modera Jordi Carbonell.

18:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘Con B de Buenos Aires, con B de Barcelona’ con Tatiana Goransky, Ernesto Mallo y Claudia Piñeiro; modera Matías Néspolo.

19:30 Auditorio del Conservatori del Liceu, charla ‘El escocés tranquilo’ con Philip Kerr y Antonio Lozano.

Miércoles 4 febrero

16:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘Fronterizos’ con Alejandro Corral, Marcos Chicot, Augusto cruz y Milo J. Krmpotic; modera Álvaro Colomer.

17:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘Nos gusta el amarillo’ con Donato Carrisi, Roberta de Falco (Roberta Mazzoni) y Antonio Manzini; modera Maurizio Pisu.

18:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘Crímenes de leyenda’ con Dolores Redondo, Mikel Santiago y Yrsa Sigurdardottir; modera Joaquím Roglan.

19:30 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘Economía criminal de la ciudad’ con Itziar González, Dolores Juliano, Antoni Rodríguez Herrera y Carlos Quílez; modera Javier Alegría.

Jueves 5 febrero

12:30 Auditorio de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales Blanquerna-Universitat Ramon Llull, mesa redonda ‘Negra y dibujada’ con Pepe Gálvez, Josep Rom, Juan Sasturain y Jaume Vidal; modera Octavi Botana.

16:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘Cuando el crimen deviene psicológico’ con Christoffer Carlsson, Charlotte Link y Anna María Villalonga; modera Toni Marín.

17:00 Auditorio del Conservatori del Liceu, mesa redonda ‘Sudor y corrupción’ con Leandro Pérez, Santiago Rocangliolo y Juan Sasturain; modera Luis Alejandro Díaz.

19:00 Saló de Cent de l’Ajuntament de Barcelona entrega del X Premio Pepe Carvalho a Alicia Giménez Bartlett.

Viernes 6 febrero

12:00 Salón de actos del Colegio de Periodistas de Catalunya, mesa redonda ‘Los crímenes en la televisión’ con Fátima Llambrich, Cruz Morcillo, José Sanclemente y José Yoldi; modera Pere Rusiñol.

16:00 Sala BARTS mesa redonda ‘Diversidad en la calidad’ con Víctor del Árbol, Eugenio Fuentes y Alexis Ravelo; modera Jokin Ibáñez.

17:15 Sala BARTS charla ‘Una letra más en el abecedario del crímen’ con Sue Grafton, Toni Hill y Paco Camarasa.

18:15 Sala BARTS mesa redonda ‘ La primera policía se llama Petra, Petra Delicado’ con Alicia Giménez Bartlett, Outti Makinnen, Emili Rosales, Anja Rüdiger y Antonio Sellerio; modera Paco Camarasa.

22:00 Sala BARTS concierto de la Barcelona Big Blues Band con Dani Nel·lo ‘1.280 almas’

Sábado 7 febrero

11:30 Bibilioteca Barceloneta-La Fraternitat, mesa redonda ‘La cosecha en castellano’ con Juan Ramon Biedma, Juan Bolea, Cristina Higueras, Marcelo Luján y Félix G. Medroño; modera Sebastià Bennasar.

13:00 Librería Negra y Criminal encuentro informal con mejillones y firmas de los autores y autoras.

Del lunes 2 al jueves 5 de febrero de 16:00 a 21:00

Auditorio del Conservatori del Liceu punto de intercambio de libros.

Post scriptum: pinchar aquí para ver los carteles y programaciones de todas las ediciones anteriores.

lunes, 12 de enero de 2015

El gran frío de Rosa Ribas y Sabine Hofmann

Isabeliiiita pobreciiiiita
Tener éxito no es sinónimo de triunfar, como si estás a la vista no necesariamente es bueno que te miren. Eso es lo que le ha pasado a Ana Martí.

Ana Martí es la joven periodista que desde los ecos de sociedad de La Vanguardia Española (el gentilicio fue añadido después de la guerra; innecesario explicar porque) pasa a cubrir un luctuoso hecho y se ve envuelta en la resolución de un crimen que culmina con éxito y, al parecer, insuficiente discreción ya que al empezar esta novela, El gran frío, la encontramos dimitida y recolocada en El Caso.

Eso sí, firmando con seudónimo, ya fuera el de Sabino Rivas o también Periquito Martínez; que lo de la mujer capaz como un hombre aún no tiene cabida. Y redactando casi de tapadillo ya que oficialmente trabaja para Mujer Actual donde las crónicas de sociedad siguen teniendo fans de lectoras y una pluma femenina no desentona.

El Caso: semanario de sucesos
El Caso, el único y gran diario de sucesos, cuya cabecera lo dice todo. Un diario con una tirada de 100.000 ejemplares.

Un diario presente en todo tipo de hogares que tampoco se libró de la censura: en los reportajes de ciertos delitos no se mencionaban nombres o las circunstancias se relataban a medias, dejando algo a la interpretación, todo bajo malabarismos lingüísticos y empleo de un léxico plagado de eufemismos.

Los crímenes comunes eran mostrados con luz y taquígrafos, siempre se detenía al culpable o a quien confesara serlo, que para eso la policía contaba con medios muy persuasivos. Los crímenes políticos o se camuflaban de comunes o no se mencionaban. Y si no sale en los diarios no existe. Y máximo publicar un crimen por semana. No vaya a ser que alguien crea que en la Nueva España no hay seguridad ciudadana.

Han transcurrido cuatro años desde que conociéramos a Ana Martí, ahora tiene 28 y se nos muestra más madura, más cauta y con más prurito periodístico si cabe. Acaba de cubrir el asunto de la Enana de los Ciegos y ya su jefe, Enrique Rubio, en un cameo muy creíble, le está encargando verificar el embrión de una manifestación de fe. De un posible milagro.

Las Torres, ficticio pueblo de Teruel, es el lugar. Su entorno montañoso, de clima hostil y alejado, de forma harto desagradecida, del mundo, casa perfectamente con ser el lugar elegido para una revelación religiosa.

A la pequeña Isabelita, la santita, le sangran estigmas en las palmas de las manos y las plantas de los pies.

Pobreciiiiita Isabeliiiita.

Y el pueblo anda conmocionado por el hecho. El cura, en su ciego fanatismo, ve la capilla de una santa que lo eleve a él en los altares. El alcalde ve el negocio que traerán las peregrinaciones al pueblo. Y el resto de habitantes comulga en lo que el poder les dé a creer.

Ana Martí debe ver más allá de los signos y su criterio servirá para certificar si está ante un fraude o ante un verdadero milagro.

Como todo pueblo de la época, estamos en 1956, el asentamiento de los principios surgidos de la Guerra Civil son sostenidos básicamente con la ignorancia. Los pequeños dejan la escuela pronto para faenar y el nivel cultural siempre está por debajo del de la nieve.

Hay más devoción por el cura, Benito Tena, que por el maestro, Miguel Fábrega. Hay más sumisión por el señor amo, Julián Maestre, que por el alcalde, Onésimo Sandoval. Con el sargento de la Guardia Civil, Don Ignacio  hay distancia mutua. Con Aurelia Anglada, la patrona de la pensión, hay respeto y sentimiento de vergüenza. Y para Mauricio, el bonachón del pueblo, hay pescozones.

Los protagonistas principales responden a arquetipos tradicionales en lo nacional y son presentados con toda la parafernalia existencial que se les supone en un tiempo y en un lugar como el que nos ocupa. Son un vivo retrato de tantos y tantos semejantes que vivieron en otros pueblos y que aún hoy tienen descendientes que los emulan en sus actos más deleznables.

Y cuando una copiosa nevada encierra al pueblo en sí mismo y corta las conexiones con el exterior, magnífica conseguida extrapolación de la novela Tres Ratones Ciegos de Agatha Christie, solo falta que salte una chispa y aparezca un cadáver para que en un ambiente claustrofóbico como el que se vive en Las Torres todo salte por los aires. El monstruo está dentro. Y la inocencia es la única arma capaz de ganar la batalla.

La novela es un alarde de literatura bien escrita. Las palabras justas en cantidad y adecuadas en acepción. El ritmo narrativo lento como el tiempo climatológico pero inexorable como el tiempo como unidad de medida. El horror va tomando cuerpo para mostrarse tangible a poco del final.

Cuando lo irracional se descubre terrenal es cuando todo encaja y muestra que en la oscuridad, en la negrura, es cuando los temores se vuelven evidencias.

El gran frío penetra en los cuerpos y en los hogares; pero cuando más duele es cuando entra en el alma. De allí no sale.

Sin lugar a dudas una gran novela. Costumbrista y negra. Y de denuncia. Desde las entrañas.

Rosa Ribas y Sabine Hofmann escriben con un nivel de calidad que resulta muy de agradecer por todos los tipos de lectores y con el que consiguen elevar el nivel de la novela negra al que se merece.

Han creado un personaje, Ana Martí, que transpira veracidad en un entorno y una época que documentan como si realmente estuviéramos allí. En esa época en la que algunos si estuvieron.

De las mismas autoras, la primera novela de la serie protagonizada por Ana Martí también reseñada en este blog


miércoles, 7 de enero de 2015

Los secretos de San Gervasio de Carlos Pujol

Ser infalible o no serlo. He ahí el dilema
En la novela Los secretos de San Gervasio se realza el aspecto más existencialista de la naturaleza de Sherlock Holmes. Y lo vuelve sorpresivamente más humano de lo habitual.

Y humanizar significa debilidad.

Y para ello se entretiene en demostrar que cuando el análisis basado en el razonamiento no alcanza a encontrar la solución adecuada al problema, sobreviene la frustración.

Y los sentimientos de angustia y desesperación luchan por apoderarse del control mental a un tris del desequilibrio emocional.

Aunque un Sherlock Holmes impertérrito disuelva el delicado momento agitando la mano del mismo modo como agita el aire para disolver del humo de su pipa.

Sherlock Holmes y Watson ven turbada la paz de su domicilio londinense por una pareja de hermanas que imploran su ayuda para localizar a su padre desaparecido.

Aunque Sherlock sospecha que en el encargo hay más escondido que lo que se deja ver, y hay más mentiras que medias verdades, no duda en embarcarse, nunca mejor dicho, con Watson en este nuevo caso que tiene su nudo en Barcelona y más concretamente en un pueblecito cercano llamado San Gervasio (tan cercano que con el tiempo sería absorbido por el crecimiento de la metrópoli y anexado como barrio).

Dos ingleses muy ingleses en una ciudad mediterránea es combinar un me temo que tendré que pasar por aquí si me permite, con aparta que voy.

O el alzamiento de cejas desdeñoso como toda respuesta a un comentario impropio estando en grupo con un hablar todos a la vez empleando palabras sonrojantes y en un tono dos octavas más alto de lo que sugiere las normas más básicas de cortesía y urbanidad.

Más allá de esta controversia en formas de entender y vivir la vida, que enriquece la amplitud de miras, la parte de investigación policial queda en segundo plano; no se desarrolla en su plenitud como si hubiere falta de ideas.

Nada más lejos de la realidad, el autor juega adrede a plantear esa divergencia.

Y la lleva hasta el extremo. Pues incluso el final, decepcionantemente inesperado para un lector convencional de las novelas que tienen al tándem Holmes Watson como protagonistas; resulta en cambio sorprendentemente malicioso para quien siempre ha dudado de la infalibilidad de sus dotes detectivescas y ha deseado incluso su fracaso.

Servicio de Omnibus de Barcelona a pueblos lindantes
Los secretos de San Gervasio nada tiene que ver con santos ni con religión. Es una novela costumbrista que aprovecha la presencia de los dos extranjeros para mostrar a través de su mirada y explicar a través de su encorsetada capacidad de comprensión, el quehacer diario de las gentes que habitan en el pueblo y que tienen a Barcelona y al mar Mediterráneo a poca distancia de ómnibus.

Todo un calidoscopio arriesgado al combinar ambos géneros del que el autor sale airoso aunque tenga momentos de tensión baja con amenaza de desmayo, perfectamente mimetizados con el exceso de calor ambiental que aconseja andarse con lentitud.

El comportamiento en privado y en público, en conversaciones y en forma de vestir, los ingredientes de las comidas y su forma de ingesta en familia y con visitas, la educación de los niños, las ceremonias religiosas. Todo se expone como ropa tendida al sol, con sutil ironía británica.

Y se vale para ello de una inusitada selección de personajes secundarios a cual más extravagante para deleite de los devaneos analíticos de Sherlock Holmes y evidente desesperación de Watson. Incluso Arthur Conan Doyle se convierte en un personaje mencionado, lo que resulta inteligente y poco habitual.

El crimen, el delito sirven también para ilustrar los métodos de investigación de la policía local en contraposición a los que emplearía el inspector Lestrade.

A causa de su final o a pesar de él pero sobre todo debido a él que de alguna forma traiciona el espíritu lógico de la obra uno no sabe si enfadarse o regocijarse al completar la lectura. En cualquier caso es motivo destacado y original.

Carlos Pujol (1934-2012)
Carlos Pujol Jaumandreu, el autor, filólogo e historiador barcelonés, se vale de su experiencia como reputado traductor multilingüe para captar perfectamente el tono original de las obras del detective Sherlock Holmes y transcribir perfectamente su forma y modo de hablar cuidando al máximo el lenguaje y la construcción gramatical para hacerlo veraz en la época y en sus descripciones de situación y ambientes con rigurosidad histórica.

Nadie que lo lea sospechará que esté ante un brillante apócrifo, uno más de los tantos que alimentan la necesidad de disponer de más lectura sobre Holmes que la que dejó escrita Arthur Conan Doyle.



viernes, 2 de enero de 2015

The Wizard of gore, El mago del horror, de Jeremy Kasten

¿Y si el truco fuese el mago?

La actuación de un mago en un número de grandes efectos de escenario ha de estar perfectamente planificada, tanto en su parte mecánica, de gestos y movimientos, como en su parte comunicacional, con una oratoria comprensible y convincente.

Todo con un solo objetivo: provocar un nivel de tensión in crescendo y facilitar al espectador las claves para que suponga que sabe lo que va a pasar, buscando su complicidad, dándole pábulo a creer que es más listo que el mago, para luego sorprenderlo con un giro que no espera y aprovechar ese momento de desconcierto para aparentar un fallo, ser sorprendido en un renuncio, que de nuevo suba el ego del espectador para terminar hundiendo sus mermadas barreras de resistencia con un final apoteósico y, aparentemente, imposible e inexplicable.

El espectador viaja en una montaña rusa de sensaciones contradictorias que le mantienen atado a la silla sin parpadear y casi sin respirar porque no quiere perderse nada de lo que está ocurriendo. Y porque necesita comprender aunque sepa que no lo conseguirá. O no del todo.

Montag el Magnífico es el mago protagonista de este film. Un psycothriller, The Wizard of gore, El mago del horror, que sigue el manual a la perfección y provoca al público hasta más allá de lo que permite el buen gusto.

Ofrece un espectáculo de sangre y vísceras, una performance gore que no puede dejar indiferente y en cada actuación cosecha gritos de horror y pánico y gritos de entusiasmo y celebración a partes iguales de un público asqueado y maravillado también a partes iguales.

Una de las muchas bellezas de la magia es que la ilusión puede comenzar mucho antes de que la audiencia sepa que va a ser engañada”

The Wizard of Gore, film de 2007 absolutamente gore, como su titulo explicita, y de serie B, dirigido por  Jeremy Kasten e interpretado por Edmund Ed Bigelow (Kip Pardue), su novia Maggie (Bijou Phillips) y Montag el Magnífico (Crispin Glover) es un remake del film del mismo título de 1970 dirigido por Herschell Gordon Lewis, mucho más oscuro y siniestro que su antecesor y que no deja indiferente si se consigue aguantar hasta el final.

El inicio del film es ya un claro anticipo de lo que presagia, y a medida en que como espectadores de la película consigamos trascender a espectadores del espectáculo de magia viviremos en primera persona la sensación de ser una suicide girl (chicas jóvenes y guapas elegidas al azar entre el público por Montag el Magnífico para ser víctimas, más que colaboradoras, de sus tejemanejes vejatorios, las desnuda en el escenario, y trucos de ilusionismo, psicodelia e hipnosis) con toda la carga de sensualidad, sexualidad y horror que atesora.

La aparición de cadáveres va a propiciar que Ed Bigelow investigue la posible relación entre los asesinatos imaginarios del espectáculo de magia y los asesinatos reales.

En ese punto la película adquiere tintes de novela negra y la investigación de Ed traspasa el concepto de obsesión al desplazar cualquier atisbo de vida cotidiana para entregarse en cuerpo y alma a descubrir quien está detrás de los asesinatos sin ser consciente que está mezclando realidad y fantasía y que el precio puede suponer perder la razón.

Film turbulento de interesante guión y factura y buena interpretación que destila momentos brillantes sobre todo conseguidos con un ambiente de confusión visual (hay mucho movimiento de cámara y asiduo empleo de ángulos bajos y oblicuos) y auditiva (mucho ruido de fondo para aprovechar al máximo las distorsiones del efecto Doppler) para provocar un efecto de irrealidad y ensueño con el que se pretende, y consigue, favorecer la transición de espectador externo (del film) a espectador interno (del espectáculo), como comentábamos anteriormente.

Una experiencia que acaba confundiendo al espectador por no poder delimitar lo que es truco y lo que no, en todo el film. El mago finge, el espectador puede creer sus mentiras y la complicidad admitida de engaño transforma delirios en realidades.

¿Y si el mago fuese el truco?

Esta reseña se publica conjuntamente en el blog Magicatessen, en su sección crossover, en un entente para favorecer la divulgación de la cultura y tender puentes entre la magia y otras secciones.

sábado, 27 de diciembre de 2014

El llanto de la Isla de Pascua de Jose´Vicente Alfaro

Lágrimas de moai
¿Acaso no lloran las islas? La novela El llanto de la Isla de Pascua nos confirma que si.

Rapa Nui o Isla de Pascua, no es más que un pedacito de tierra en medio del Océano Pacífico a 3.700 kilómetros del continente sudamericano. Tiene forma de triángulo rectángulo y posiciona un volcán, apagado, en cada uno de sus vértices.

Isla de Pascua porque Jakob Roggeveen puso pie en ella el 5 de abril de 1722, festividad de la Pascua de Resurección.

Alejada de todo y de todos tiene el honor de albergar una cultura tan misteriosa y sugerente como ancestral manifestada especialmente en su arquitectura, la escultura moai, gigantesca y distinta de cualquier otra conocida y una enigmática escritura, rongo rongo, aún hoy no descifrada y por lo que parece puede no llegar a serlo nunca.

Rapa Nui tiene motivos para llorar. Su vida no ha sido nada fácil y ha sufrido violaciones, abusos y vejaciones de los que ha sabido recuperarse y erguirse con los ojos mirando al cielo, Mata ki te rangi, desafiando el destino.

Te pito o te henua, el ombligo del mundo, es como una protuberancia en la inmensidad azul. Es una isla de bolsillo única en su especie. Es un gran misterio vivo.

El llanto de la Isla de Pascua es una novela policiaca porqué tiene un asesinato, en la persona de uno de los integrantes de una expedición arqueológica sufragada desde Noruega; pero aprovecha este hecho para desgranar emociones y poner en contexto lo que se sabe y lo que se imagina de esta isla, de su historia y su cultura, todo en clave de novela de aventuras muy dinámica.

Símbolo de la tortuga
La expedición la componen Erik Solsvik, noruego y director del equipo, Hans Ottomayer, alemán, Germán Luzón de Estrada, español y Sonia Rapu, una joven arqueóloga local, ayudados por el capataz, de una plantilla de doce nativos, Reinaldo Tepano.

La investigación policial de la mano del comisario, de la Brigada de Investigación Criminal, Esteban Villegas avanza a paso de tortuga y no tiene visos de esclarecerse.

Una vez más se denuncia a los conquistadores, bárbaros que con la excusa de la colonización, son capaces de las más crueles atrocidades al considerar a los nativos poco más que animales.

Una vez más se evidencia a los religiosos, que amparados por su verdad de ser interlocutores del dios verdadero, son capaces de destruir cualquier elemento cultural de gran valor antropológico tachándolo de pagano.

El autor José Vicente Alfaro
José Vicente Alfaro ha construido una novela estructurada en tres voces narrativas. Una voz en off narra retazos de la historia antigua de los primeros habitantes; la voz en primera persona del protagonista, el arqueólogo español Germán Luzón de Estrada, narra en tiempo presente lo que va sucediendo y él mismo con voz impostada, explica a Maeva, una chiquilla nativa de 10 años con gran interés por saber de sus orígenes, aquello que los científicos han recopilado hasta el momento.

Así pues la novela ofrece diversos niveles de lectura en los que ninguno de los tres desmerece y todos atrapan la atención, cada uno por sus propias razones.

El autor escribe con la facilidad del que susurra una historia al lado de una hoguera. Y es capaz de contar cuentos y verdades sin caer en tecnicismos y manteniendo viva la atención por la aventura y el interés por lo científico en una novela rica en matices y humanidad, con enigmas del pasado y reivindicaciones del presente; relajada, curiosa e interesante.

Además de ofrecer a aventureros y viajeros impenitentes una maravillosa razón para plantearse una estancia en la isla (con la novela en el equipaje sin dudarlo para localizar los escenarios in situ).