Recetas de Novela Negra para foodies. |
Raro es encontrar hoy en día novela negra y novela policiaca donde
no haya bastantes más momentos dedicados a la comida y bebida que a puñetazos,
cuchilladas o disparos; y en general esos momentos están más abocados a
satisfacer necesidades alimenticias y placenteras que a vehicular acciones
criminales mediante la transferencia de venenos.
De ahí que en los estantes negrocriminales haya amplia muestra
de recetarios de platos extraídos directamente de las novelas o también de sus
adaptaciones o interpretaciones según el gusto y la aptitud de quien los
cocine.
Señales
de humo es uno de esos recetarios: novela negra para foodies; una
obra compuesta de varias capas donde en cada capítulo se dedica una pequeña
entrada biográfica al personaje elegido tanto de novela negra como de novela
policiaca o enigma, para a continuación presentar la receta de algunos de sus
platos más identificativos.
El autor, J. L.
Rod (seudónimo de José Luís Rodríguez) lector voraz, escritor noir y cocinero ávido de satisfacer sentidos además de deleitar
paladares va aún más allá y no se conforma con biografía y receta y si: se
atreve a maridar cada plato con la bebida que considera más adecuada (aunque el
personaje no sepa ni tan solo que existe) y a sugerir la música perfecta para
acompañar la ingesta y, plus de pluses, para no dejar nada al azar recomienda
el título del personaje para leer acorde con todo el conjunto.
Servicio full equip. Ya solo falta que venga a casa a
cocinarlo!
No se deja ninguno de los protagonistas de género típicamente
gastrónomos por su mediterránea condición como Carvalho, Moltalbano, Jaritos,
Brunneti, Ricciardi, Montale… ni tampoco de los otros gastrónomos como Maigret,
Wolfe, o Scarpetta cuando le da por simularlo y por supuesto se atreve con todos
los demás Holmes, Bosch, Hammer, Archer, Poirot, Gunther… incluso nos traslada
a la antigua Roma con Didio Falco!
J. L. Rod |
Busquen ese momento para la cocina recogida y para
minorías, momento para dedicar unos minutos a preparar esos platos, abrir esas
botellas, seleccionar esa música e ir leyendo en voz alta mientras los aromas
en forma de Señales de humo bailan
con las notas musicales que también flotan en el aire. Toda una fiesta!
Con esos platos se disfruta tanto preparando como
comiendo y sobre todo compartiendo; y mejor si es con alguien también afín al
género y aprovechar para charlar sobre el personaje y autor.
Se me ocurre, que seguro se le ocurrió a alguien antes y
ya funciona, organizar clubs de lectura con comida incluida; eso sí, en petit
comité para que el diálogo no se convierta en una olla de grillos que a pesar
de que puedan estar buenos pertenecen a otra cultura gastronómica.
Señales
de humo es ese libro que no debe faltar en una cocina
negracriminal que se precie, al lado de otros ya considerados clásicos como los
reseñados ya en este blog donde también hay recetas de gastronomía criminal y
que pueden consultar pinchando sobre la Sección Gastronomía.