Trama criminal en vivienda aislada por una copiosa nevada. |
Novela de intriga y misterio de ambiente navideño y
lúgubremente festivo que transcurre durante el día de nochebuena y la mañana de
Navidad en medio de la nada y sin nadie alrededor.
La nieve, de ahí el título Misterio en blanco, es la
principal protagonista y el desencadenante de todas las situaciones. Qué duda
cabe que sin su presencia esta novela no hubiera existido.
Del mismo modo que por sus escenarios: vagón de tren,
campiña, casa y su jardín facilitarían enormemente su adaptación al teatro, que
a buen seguro contaría con público entusiasta habida cuenta de que la novela se
basa en pocos escenarios, muchos diálogos y poca acción.
6 son los ocupantes del compartimiento del tren que ve
detenida su marcha por culpa de la fuerte nevada que no para de caer desde hace
horas y que tiene previsto continuar bastantes más. Lejos de resignarse a pasar
la noche en tierra de nadie deciden salir y emprender la, penosa y dificultosa,
marcha hacía la próxima estación donde esperan encontrar medio de continuar el
viaje.
Por suerte y cuando el cansancio y la dificultad para
orientarse propiciarían un abandono se dan de bruces con una casa que, vacía
pero acogedora, parece estar dispuesta para unos invitados inesperados.
El ambiente es inquietante y todo apunta a que sucesos trágicos
han sucedido hace poco y aún pueden suceder.
Una trama criminal en vivienda encerrada y con nieve que
impide el desplazamiento y que Agatha Christie bordaría y que Jefferson Farjeon
se conforma con dar pespuntes.
Si en cambio presenta unas personalidades bien definidas y
mejor trabajadas que brillarían más si algunos de los diálogos no resultasen confusos
y algunas de las actuaciones fuesen más lógicas.
La trama se centra en la situación personal y colectiva del
grupo y hacia el final parece recuperar la compostura criminal y culminar de
forma cuando menos agradecida, aunque toda la explicación tienda a exponerse de
modo que implique credulidad y sumisa aceptación por la parte lectora.
Obra, publicada en los años ’30 del siglo pasado, representativa
del planteamiento criminal folletinesco donde prima más el entorno y la atmósfera
que la trama policial. Entretiene y divierte siempre que su lectura se ponga en
contexto.
Jefferson Farjeon (1883-1955) es el autor de ésta y otras
sesenta novelas más de género más de misterio que policiaco, una de ellas, obra
de teatro, fue adaptada al cine por Alfred Hitchock.