Thriller psicológico en el que las actuaciones las gestionan los sentimientos. |
En verano de 1989 la pareja de mellizos Solène y Raphaël de
diez años desaparecieron y aunque el misterio se resolvió parcialmente de forma
inesperada nunca llegó a aclararse del todo; ni motivos, ni paradero. El
capitán de policía Wimez de Piolenc, el tranquilo pueblo del sur de Francia
donde ocurrió la tragedia y que llevó el caso se acaba de jubilar con ese
manchón en su carrera y en su estado de ánimo.
Ahora, en 2018, Fabregas, quien sirviera a sus órdenes, es
el nuevo capitán y el azar y alguien ominoso quiere que pase por lo mismo que
pasó su antiguo jefe: una pequeña de 10 años acaba de desaparecer.
Nadie ha conseguido olvidar aquella tragedia y el actual
suceso resucita temores y angustias entre quienes la vivieron y saca el polvo a
un expediente que busca un cierre digno.
El doble secreto de la familia Lessange es un thriller psicológico
donde no solo actúan los pensamientos sino también los sentimientos,
preferentemente malsanos y en el que los actos son consecuencia directa de los
deseos.
Un thriller, galardonado en Francia con el premio VSD RTL
al Mejor Thriller Francés de 2018 otorgado por lectores, bien planteado en su
base y mal levantado en su altura lo que hace que la estructura vaya
presentando graves problemas de sustentación, importantes grietas y amenaza de
derrumbe a medida que avanza la trama. Presagios que se acaban cumpliendo.
Sandrine Destombes |
En la novela falla todo lo que podía fallar: unas
investigaciones, la anterior y la actual, indignas de recibir ese nombre por deficientes
y llenas de agujeros a más no poder; un pueblo sin alarma social, ni en la
escuela, ni en el ayuntamiento; una trama sin más personajes, en papeles
manidos, que los relevantes y aún; y diálogos de opereta en un relato donde
brilla su estilo por pobre y monótono.
Un argumento que no explica su razón de ser y una trama que
hace aguas enredada en su intento de ir saliendo de la tumba que se está
cavando a sí misma.