La mala semilla es una novela negra de lectura ligera y satisfactoria. |
Un asesinato y una desaparición que bien podría ser otro
asesinato o tal vez un secuestro. Las primeras páginas de esta novela negra son
contundentes y en un estilo más propio de thriller que al noir tal como se
presentan los personajes.
La mayoría de ellos habituales en el género, pero destaca uno que
parece sacado de la realidad y que si no existe debería: el brigada de la
Guardia Civil de Riopar Juan Cebreros, a cada aparición se come la pantalla, alguien
con quien empatizamos rápidamente y que muestra casi mayor carisma que la
propia protagonista.
Y la protagonista absoluta es la teniente de la UCO Beatriz
Manubens, ahora de baja temporal por un suceso con arma de fuego y funesta
consecuencia que la atormenta hasta lo indecible y la conduce a una encrucijada aún más incierta.
Pero este asesinato, de una
vieja amiga, Anabel, y la desaparición de Adrián su hijo de 6 años, le sirve de
acicate para dejar de lamerse las heridas psicológicas y aceptar que su destino
está ligado a su profesión.
La protagonista resulta una persona fuerte con sus
contradicciones y sus debilidades, algo normal en todo ser humano pero no
debería serlo tanto en alguien que ha alcanzado el grado de teniente en un
ámbito tan exigente; aún y así el personaje ofrece varios niveles de registro
que la engrandecen como persona.
Toni Aparicio |
Al argumento, por su académico trazado, no hay nada que
reprocharle pero tampoco nada por lo que merezca ser destacado. Los hechos que
suceden son lógicos y razonados pero por eso mismo resultan previsibles y cuesta
sorprender, por lo que la lectura transcurre sin sobresaltos y fluye con
facilidad.
Ayuda que el autor se ha dado maña en arbitrar suficientes
conjeturas que harán las delicias de los lectores aficionados a convertirse en
detectives con interés por descubrir el final antes de llegar al mismo.
Un final, un desenlace, que no debería sorprender por resultar
el más conveniente y adecuado a las circunstancias.
Y la novela es buena, bastante por encima de la media de lo
que se viene publicando. Pero porqué podría haber sido mejor es por lo que sabe
mal que esta reseña no pueda ser más entusiasta.
Toni Aparicio probablemente dará más de sí, su amor por el
detalle y la facilidad para describir paisajes y ambientes y para personalizar
personajes lo que le hace acreedor de esas expectativas.
Lectura que va cogiendo volumen a medida que se avanza y que cumple adecuadamente la función de entretener y desconcertar.