viernes, 8 de mayo de 2020

Encerrados de Megan Goldin

Encerrados es un thriller noir, un juego
escape room dentro de un ascensor
donde el premio puede ser salir con vida.

Una trama que se va cociendo a fuego lento, y nunca tan bien dicho habida cuenta del calor que hace en un ascensor cerrado con cuatro personas en su interior.

Y en capítulos alternos, otra trama, la que resulta determinante para explicar la anterior.
Un thriller de suspense muy bien dosificado que va traspasando la angustia, el sudor, la impotencia y la rabia que exuda cada una de las personas encerradas en esa diminuta cabina metálica a los lectores que pueden experimentar la misma claustrofobia y la misma necesidad de salir.

Citados por un mensaje de móvil sin especificar el motivo del encuentro, los cuatro trabajadores de una empresa neoyorkina de inversiones suponen que se trata de algún tipo de actividad team-building, de esas pensadas para fortalecer los lazos entre miembros de un mismo departamento o equipo y también para comprobar la capacidad de reacción ante situaciones complejas.

Claro que la Dirección podría haber elegido otro día y no un viernes noche para el que, cada cual, tenía planes. Y entre estos no estaban jugar a un escape room tan surrealista como el que se les plantea a poco de cerrarse el ascensor.

Encerrados es una consecuencia y es que en el depredador mundo de negocios que mueven mucho dinero no hay amigos, solo socios de conveniencia.

Megan Goldin
Megan Goldin maniobra con habilidad esas actuaciones egoístas para retratar unos personajes estereotipos de los que abundan en Wall Street. Y a partir de esas actitudes siempre interesadas construye una historia, de la que nada se puede contar, que lamenta como se toman decisiones arbitrarias con absoluto desprecio por todo aquello que no sea llenar la cuenta bancaria y como esto afecta a quienes las toman, hasta posicionar la deshumanización en lo alto de la escala donde rigen unas reglas propias que no distinguen entre el bien y el mal.

Una novela con hechuras de best-seller lo que implica necesariamente que sea ligera y ágil, que contenga crítica social, pero superficial, sin embarrarse y que aporte un final moralizante: todo acto tiene sus consecuencias.

Un thriller que permite al lector ir unos pasos por delante y anticipar, sin poder intervenir, lo que va a ir sucediendo. Más tensión imposible.

domingo, 3 de mayo de 2020

Infamia de Ledicia Costas

Infamia es una novela negra que no acaba
de entender su razón de ser.

En los pueblos, los hechos malvados implosionan y quedan confinados sin opción a expandirse pero sin opción a deshacerse de ellos y acaban salpicando, por acción u omisión, a todos los que los habitan, durante años.

Merlo es un pueblo gallego que arrastra una maldición, la que supone ver desaparecer a dos hermanas pequeñas, Sofía y Blanca Giraud de 14 y 6 años respectivamente, hace ya veinticinco años y no haber vuelto a tener noticias suyas. Padres destrozados, vecinos descolocados, secretos inconfesables y sospechas voceadas al viento sin obtener respuesta alguna.

Emma Cruz, una profesora de Derecho Penal, elige una casa de este pueblo para vivir mientras realiza una suplencia en una universidad cercana. Sus estudios, su conocimiento del mundo del delito y de la delincuencia y su curiosidad le lleva a investigar sobre esos hechos en cuanto tiene noticia de ellos.

En el campo levantar una piedra puede dar pie a la aparición de fauna indeseable y peligrosa y conviene ir con cuidado donde se pisa ya que si no es tierra firme, tanto da que sea la pata de un bicho o un callo: sea quien sea su dueño tampoco le va a gustar.

Infamia, en sus dos principales acepciones, deshonra o pérdida del honor civil y maldad o vileza, dan cumplimiento al título. Todo en la novela gira en ese sentido, la deshonra y la perdida de privilegios y la maldad en su máxima acepción al perpetrarse a conciencia y con saña.

Ledicia Costas
Ledicia Costas construye una novela que, por ambiciosa, se le escapa de las manos. La trama emplea materiales usados y en mal estado por abuso dentro del género, amontona distintos delitos y no deja ni un personaje sano: todos, sin excepción, tienen su amargo pasado. Demasiados tópicos en tan pocas páginas.

Hay que ser muy hábil para engarzar tanta infamia junta en tantas vertientes y aún más para abrir subtramas a cada paso; las subtramas son como las ventanas en gélido invierno, que si no se cierran a tiempo y bien pueden enfriar la estancia y echar por tierra el esfuerzo de haberla calentado durante todo el día.

Este, anunciado, thriller psicológico, que de thriller solo tiene la etiqueta y de psicológico la intención, carece de la tensión que se le supone, y aunque despunte la intención no acaba de consolidarse con lo que la narración, plana se mire como se mire, anula cualquier atisbo de intriga.

Incluso la sorpresa final no deja de ser una mala solución para darle cumplimiento al esperado acto de justicia. Los finales abiertos o son para dejar a los lectores boquiabiertos o sugieren incapacidad para desembrollar la que se ha liado o son antesala de segundas partes.

miércoles, 29 de abril de 2020

Hermoso Mar de la China por Loustal

Hermoso Mar de la China es un
cómic sutilmente noir.

Jacques Loustal pone su personal modo de reinterpretar textos ajenos y su inconfundible dibujo, manifiestamente colorista e influenciadamente pictórico, al servicio de dos relatos de Jean-Luc Coatalem (publicados en el volumen Tout est facticeTodo es artificial”) que transcurren en sendos viajes en el transatlántico Palmerston por el Mar de la China.

Hermoso Mar de la China recoge pues dos historias de contenido criminal aunque por aquello de que el azar es caprichoso y el humor es negro no se desarrollan de forma convencional y si de manera peculiar aunque no exenta de suspense y fatalidad.

El acróbata es la primera y en ella Gilbert Dragonet, antiguo acróbata circense y ahora empleado de una multinacional, se ve sometido a un chantaje por su inconveniencia de haber metido mano en la caja. Si cumple lo pactado recibirá dinero y absolución. Acepta, no le queda otra, el trabajo y se embarca en el transatlántico Palmerston donde encontrará su víctima, ya que de eso se trata: de un asesinato disimulado como accidente.

Hermoso Mar de la China: página interior
de El Acróbata.
Arturo Caramajis es la segunda historia y narra la relación entre un camarero de a bordo con un famoso psicoanalista y pasajero del transatlántico Palmerston. El primero espera que le libre de un sueño recurrente donde sufre el ataque de unos pangolines y el segundo se aprovecha de su conocimiento del barco y pasajeros para poder dedicarse su pasión enfermiza: el póker.

Ambas historias transcurren en los años anteriores a la primera mitad del siglo pasado cuando los países y mares orientales tenían otros nombres y la presencia europea era omnipresente.

El dibujo de Loustal, limpio, calmo y expresivo y de colores apastelados se adapta perfectamente a ese ambiente glamuroso y colonialista que poblaba los transatlánticos de la época y a esos relatos de sugerente contenido y sorpresivo final.

Otro cómic, que sin ser enteramente noir, no debe faltar en el estante de género de novela negra de sus bibliotecas.

domingo, 26 de abril de 2020

Despiértame cuando acabe septiembre de Mónica Rouanet

Despiértame cuando acabe septiembre
es un domestic noir alejado de los tópicos
que identifican este subgénero.

La emigración lleva pareja la condición de ser de dos sitios y de ninguno a la vez. Una paradoja que supone aceptar que incluso las raíces más profundas no son garantía de sostenibilidad para un árbol ante un vendaval.

Amparo, viuda sin confirmar y madre tres veces, recibe una llamada de su hijo pequeño Toñete pidiéndole ayuda y ella no duda ni un momento en dejar la Albufera y viajar al sur de Inglaterra para localizarlo y apoyarlo en lo que sea preciso.

Amparo se a desenvolver como una detective accidental para lo que no tiene ni conocimientos ni experiencia pero que lo va a suplir con tesón, intuición y sentido común y porque la fortaleza y voluntad de una madre va más allá de tota comprensión lógica.

Y aquí empieza un domestic noir alejado de los tópicos de este subgénero, con un alto nivel de suspense e intriga que va cogiendo fuerza a medida que avanza gracias a giros plausibles y a jocosas situaciones por su singularidad.

Despiértame cuando acabe septiembre mantiene en vilo toda la lectura a base de trabajar con unas materias prima de calidad como son una cotidianeidad exquisita, personajes en las antípodas de tópicos y situaciones perfectamente lógicas y que, además, a ritmo constante tienen el sugestivo poder de aparentar más de lo que son lo que genera una novela negra intensamente emotiva e intimista.

Mónica Rouanet
Mónica Rouanet consigue que los acontecimientos surjan como por casualidad consecuente con los hechos de una forma natural para nada impostada.

Desarrolla una trama donde combina delitos criminales execrables con temas igual de censurables que sin ser delito deberían serlo, como son la soberbia insultante y discriminatoria de las clases altas y las habladurías maliciosas que convecinas y convecinos vierten sobre personas indefensas a riesgo de envenenar sus sentidos y abocarlas al abismo.

Amistosa y amable novela que saca a la luz actitudes ruines y dolosos secretos. Léanla y pasen un buen rato, o malo, según se mire. Acompáñenla con te bien fuerte y de fondo Eric Clapton, ya verán porque.

jueves, 23 de abril de 2020

El asesinato del Fuerte Medbury de George Limnelius

Antes que la novela negra hubo la novela
enigma y en ella la sección de crímenes
en habitación cerrada.

Dentro del fenómeno que se viene sucediendo últimamente y que consiste en la reedición de novelas policiacas antiguas, no siempre clásicas en el sentido de imperdibles ni tampoco de lectura obligada, pero si en general desconocidas por el gran público incluso por amantes del género, se presenta El asesinato del Fuerte Medbury de Georges Limnelius publicada originalmente en 1929.

Georges Limnelius es el seudónimo que Lewis George Robinson (1886-1950), coronel médico militar y escritor, empleó para publicar solo tres novelas policiacas, siendo esta la primera y hay quien dice que la mejor y que tiene por escenario un doble espacio cerrado: por un lado la habitación donde se produce el asesinato y por el otro que se encuentra en un edificio sito en el interior de un fuerte militar a orillas del Támesis, preventivamente custodiado por el cuerpo de guardia.

Por la temática queda claro que pertenece a ese subgénero de la novela policiaca enigma conocido como looked room que perpetra crímenes en habitaciones cerradas donde a la curiosidad por saber quién lo hizo (whodunit) se suma el misterio del cómo ante la aparente imposibilidad de acceso que presenta el lugar. Y resulta un claro homenaje a El gran misterio de Bow de Israel Zangwill (la novela que, editada en 1892, inaugura este subgénero).

El teniente Lepean, cuyo carácter y comportamiento ha dado sobradas muestras de ser repelente, arrogante y despectivo con subalternos y mujeres, ha sido asesinado en su habitación durante la noche y muy pocos sospechosos, pero con potentes motivos, se cuentan entre quienes hayan podido llevar a cabo la acción.

La astucia y la perseverancia del inspector Paton de Scotland Yard consiguen resolver el caso separando correctamente la sucesión de pistas buenas de las falsas y culminando con un final que obvia las teorías más plausibles.

Cubierta de la primera edición en castellano
de El asesinato del Fuerte Medbury
de George Limnelius
Una novela con unos personajes muy bien caracterizados, en especial las dos mujeres protagonistas con una fortaleza y una inteligencia que supone la sorpresa agradable vista la época en que fuera escrita y lo poco que se favorecía esta visión de la mujer y un atisbo de erotismo todavía menos habitual en este género.

Una novela inteligente y bien escrita que a diferencia de otras de la época, aunque las hermana el relato folletinesco de corte dramático y romántico y el léxico, mantiene vigente su capacidad de intriga y enigma. No dejen de darle una oportunidad.

La presente edición presume de ofrecer el texto original integro ya que advierte, sin más datos, que en su primera edición en castellano de 1931, se imprimió mutilado.