Fin de año de 1935 en Nueva York, en el Onix Club cae muerto a balazos, Joy Seldes, un gánster de poca monta y su viuda, una joven muy atractiva y seductora, contrata al detective privado Harry McNeil para que descubra quien ha matado a su marido.
McNeil, un expolicía que
tiene su despacho-vivienda, en el mismo edificio del Club, irá descubriendo, a
medida que avance la investigación, que las buenas intenciones siempre ocultan
malévolas expectativas.
Asesinato en el Club ofrece un claro argumento clásico de
novela negra americana en la época de su apogeo:
Un club de jazz, whisky,
una femme fatale, un robo de diamantes valorados en tres millones de dólares,
muertos y más muertos, policía corrupta, gánsteres, periodismo legal y
periodismo amarillo y un advenimiento nazi en América que sigue los pasos del
europeo.
H. Paul Jeffers la tituló
Jazz Gang, Banda de Jazz, y es que grandes músicos de jazz están en el
ambiente de la obra, que por otra parte consigue atrapar el interés con un
ritmo bailable y unos diálogos rápidos y concisos.
No hay respiro y aunque al
leerla hoy, que ya se ha leído mucho, se pueda adivinar por donde irán los
tiros, nunca mejor dicho, no pierde interés y reconforta encontrar un argumento
convincente y tan expresivo.
Cada capítulo trae una
nueva sorpresa y va encaminando al investigador, siguiendo nuevas pistas, por
el camino correcto.
Solo la encontrarán en la sección de usados y mayormente en catalán, ya que la publicó La Cua de Palla manteniendo el título original.
Su lectura, ahora que el Cozy Crime está tan de moda, permite resarcir a aquellos escritores, de novela negra clásica, casi desconocidos ya que prácticamente no llegaron a traducirse y en cambio estaban al mismo nivel de los que si tuvieron esa suerte.
Leyéndola van a sumergirse en una época reciente pero que nos parece lejana por lo mucho que han cambiado las relaciones interraciales, aunque aún no sea suficiente.