viernes, 9 de mayo de 2025

Asesinato en el Club de H. Paul Jeffers

Fin de año de 1935 en Nueva York, en el Onix Club cae muerto a balazos, Joy Seldes, un gánster de poca monta y su viuda, una joven muy atractiva y seductora, contrata al detective privado Harry McNeil para que descubra quien ha matado a su marido.

McNeil, un expolicía que tiene su despacho-vivienda, en el mismo edificio del Club, irá descubriendo, a medida que avance la investigación, que las buenas intenciones siempre ocultan malévolas expectativas.

Asesinato en el Club ofrece un claro argumento clásico de novela negra americana en la época de su apogeo:

Un club de jazz, whisky, una femme fatale, un robo de diamantes valorados en tres millones de dólares, muertos y más muertos, policía corrupta, gánsteres, periodismo legal y periodismo amarillo y un advenimiento nazi en América que sigue los pasos del europeo.

H. Paul Jeffers la tituló Jazz Gang, Banda de Jazz, y es que grandes músicos de jazz están en el ambiente de la obra, que por otra parte consigue atrapar el interés con un ritmo bailable y unos diálogos rápidos y concisos.

No hay respiro y aunque al leerla hoy, que ya se ha leído mucho, se pueda adivinar por donde irán los tiros, nunca mejor dicho, no pierde interés y reconforta encontrar un argumento convincente y tan expresivo.

Cada capítulo trae una nueva sorpresa y va encaminando al investigador, siguiendo nuevas pistas, por el camino correcto.

Solo la encontrarán en la sección de usados y mayormente en catalán, ya que la publicó La Cua de Palla manteniendo el título original.

Su lectura, ahora que el Cozy Crime está tan de moda, permite resarcir a aquellos escritores, de novela negra clásica, casi desconocidos ya que prácticamente no llegaron a traducirse y en cambio estaban al mismo nivel de los que si tuvieron esa suerte.

Leyéndola van a sumergirse en una época reciente pero que nos parece lejana por lo mucho que han cambiado las relaciones interraciales, aunque aún no sea suficiente.

lunes, 5 de mayo de 2025

El Gabinete del Dr. Leng de Douglas Preston & Lincoln Child

Esta nueva entrega de la ya larga serie protagonizada por el agente especial del FBI Aloysius X. L. Pendergast, viene a secuenciar unos hechos ya conocidos, por lo que resulta ser la tercera entrega de un arco argumental iniciado en Los asesinatos de Manhattan y continuado en Sin una gota de sangre.

Los autores, Douglas Preston & Lincoln Child, lo denominan El cuarteto Leng, por tener a ese doctor, antepasado de Pendergast, como principal protagonista encarnando el mal hasta una dimensión multiverso.

Acompañar a Pendergast significa aceptar de antemano argumentos que transitan sobre terrenos pantanosos, y no solo literalmente, donde lo sobrenatural está constantemente presente y los límites del terror se muestran tan indefinidos como para no poder evitar meterse de lleno en algún episodio tenebroso.

Un thriller con mayúsculas, con capítulos alternos protagonizados por los distintos personajes relevantes, en lugares y momentos temporales distintos, llevado al extremo lo que incluye viajar en el tiempo, y giros, que, aunque esperados pues son marca de la casa, siempre sorprenden y que al presentarse al cierre de cada capítulo hace que sea imposible despegar la novela de las manos.

Poco más se puede decir sin destripar el argumento, solo que Constance Greene tomó una decisión, llevada por un loable sentimiento de generosidad, creyendo tener el control de la situación y se demuestra que la imprevisibilidad no responde a la lógica y que las consecuencias no solo son trágicas en el momento presente de los sucesos sino tener un impacto en ese continuum espacio tiempo que la física nos explica que existe pero sin tangibilidad. Hasta ahora que Constance ha viajado del presente al New York de 1880.

Si con lo dicho no he despertado su interés por su lectura, solo me queda recomendar y volver a recomendar no solo esta novela, sino toda la serie que con esta alcanza las 21 entregas, a cual mejor.



miércoles, 30 de abril de 2025

Muerte en los Hamptons y Crimen imprevisto de Ana Bolox

Estamos ante las entregas 2 y 3 de la serie de novelas policiacas de estilo british y de corte Cozy Crime, Las cosas y casos de la señora Starling.

Y es que después de conocer a Anne Starling en su primera novela, resulta imposible no sucumbir a sus encantos como mujer y a sus habilidades como investigadora, y inevitable leer de inmediato sus siguientes casos.

La primera novela, el primer caso de la señora Starling, Un cadáver muy frío nos presentó al personaje en su plenitud, lean la reseña si no la conocen, y estas dos siguientes Muerte en los Hamptons y Crimen imprevisto nos facilitan su evolución y desarrollo de sus capacidades deductivas, lo que nos permite conocer hasta dónde puede llegar su curiosidad e intrepidez ante un asesinato, y su implicación en la investigación. Un comportamiento que desprecia el miedo y que se siente atraído por el peligro.

En Muerte en los Hamptons el matrimonio Starling se encuentra con otros invitados pasando las fiestas de Navidad en una mansión en los Hamptons cuando uno de ellos aparece asesinado.

Todo un reto del policial clásico, asesinato en habitación y asesino entre el grupo, que Ana Bolox soluciona con habilidad después de hacernos dudar hasta de los muebles.

Y en Crimen imprevisto, Anne Starling recibe la petición de ayuda que le envía Drew Peterson, un policía encarcelado por un crimen que dice no haber cometido. Anne rápidamente toma partido a su favor aunque no solo las circunstancias sino también su compañero Arthur Crawford, inspector de policía de Nueva York, parecen llevarle la contraria.

Ambas novelas mantienen la emoción e interés evidenciados en la primera entrega. Los personajes se han consolidado y ofrecen un amplio abanico de comportamientos y actitudes con lo que no sus comportamientos no resultan un dejà vu, como sucede en otras series.

La autora consigue mantener nuestra capacidad de sorpresa a base de giros inteligentes que los lectores siempre agradecemos, por la consideración que nos supone.

Toque british en New York, romanticismo, humor, crímenes y misterios y por encima de todo esa lucha de sexos que posibilita situaciones risueñas y diálogos repletos de agudeza e ingenio.

Más casos y cosas de la señora Starling, por favor.

 

 

miércoles, 23 de abril de 2025

Tres asesinos de Kotaro Isaka

Para la gente corriente, el trabajo diario suele tener un cierto grado de previsibilidad, cotidianidad e incluso rutina. El de los asesinos a sueldo, también.

Y podría parecer lo contrario, pero si lo analizamos con detalle, precisa el mismo tacto y don de gentes de toda persona que trata con público, con clientes. Tanto da que sea para venderles unos zapatos, que una botella de vino o para asesinarlos. Hay que comportarse adaptándose a cada perfil.

Suzuki, que ha enviudado de manera indeseable hace poco, es un profesor de matemáticas que, a pesar de no conocer nada del submundo criminal, se aventura a infiltrarse en una organización, que tiene intereses en numerosas ramas de la delincuencia, con ánimo de vengarse de quién rompió su vida por la mitad.

Y ese periplo le llevará a cruzarse en los caminos que siguen tres sicarios, tres asesinos en serie, que hacen de su anonimato su tarjeta de visita.

Está El Empujón cuyo apodo hace referencia a su modo de operar, se deduce facilmente, y de liquidar los encargos y de quien nada más se sabe. La Ballena, cuyo apodo hace referencia a su físico grandote y que permite a sus víctimas despedirse mediante el suicidio. Y La Cigarra, cuyo sobrenombre le viene por la necesidad de cháchara incansable y que prefiere la proximidad para sentir el ruido de succión de un cuchillo al penetrar en la carne y notar su resistencia al desgarrar tejidos musculares y órganos.

Estamos ante una novela con cuatro protagonistas que alternan capítulos y a los que vamos a conocer en su trabajo y en su intimidad, hasta saber cómo sienten y cómo piensan.

De Kotaro Isaka ya comenté su novela Tren Bala en el fascículo dedicado al Noir Made in Japan (II) del podcast El Mussol Maltès que pueden recuperar en Ivoox o en Spotify Y solo dura 30 minutos.

Y ciertamente tienen mucho en común. En ambas hay un número considerable de asesinos a sueldo, pivotan sobre una venganza encarnada en una persona corriente y alternan episodios graciosos con otros de gran carga dramática, aunque ambos se relaten desde una distancia aséptica, por otra parte, característica de la novela de misterio y policíaca japonesa. Y todo servido a ritmo de thriller y con giros que aunque se anticipan, se esperan con impaciencia.

Kotaro Isaka no pretende una crítica social hacia ese oficio que parece instaurado socialmente en Japón, sino relatar su componente humano y mostrar que el llamado submundo criminal, está a la vista de todos y a plena luz del día.

Tres asesinos es una novela negra que se asemeja a un anuncio de oferta de empleo. Al fin y al cabo no es tanto el servicio como la honestidad. Asesinar sin engañar, podría ser considerado más lícito que vender carne o pescado en mal estado o a precio inflado.

domingo, 13 de abril de 2025

Apreciada señora Christie de Núria Pradas Andreu

Si son ustedes fans de Agatha Christie están de triple enhorabuena. Primero porque se enfrentarán a un misterio policiaco, cuya presentación, desarrollo y desenlace se la recordarán en todo momento. Segundo porque ese recuerdo se encarnará en la propia autora ya que participa como protagonista en la investigación. Y tercero porque esta novela es un guiño a una de sus novelas, por lo que es más que probable que al terminar esta, relean la otra.

Cuando Emma Marbury recibe una notificación notarial que la convierte en beneficiaria de la herencia de su tía Pennelope, sucede en un momento adecuado para dejar atrás una época de precariedad.

La adaptación a su nueva realidad es fácil, agradecida y satisfactoria. Tiene un techo propio donde vivir, tiene un negocio para mantenerse y ha hecho amigos.

Pero cuando uno de sus nuevos amigos es acusado de un asesinato, se ve obligada a actuar, segura de su inocencia, por lo que se implica en una investigación con más devoción que conocimiento, y más ingenuidad que habilidad.

Aunque contará con la guía y ayuda de una famosa escritora de novelas policiacas que veranea en una población cercana.

Así y por articulación de varios sucesos y de un azar caprichoso, Agatha Christie se convierte en protagonista de una trama policíaca como si estuviera dentro del argumento de una de sus propias novelas. De hecho, el caso le servirá como idea central para desarrollar una de ellas, que alcanzará renombrado éxito.

Por eso esta novela se encuadra en el subgénero conocido como Celebrity Noir, en el que personas reales y famosas se convierten en personajes protagonistas de novelas policiacas, que cuenta con diversos exponentes y al que dediqué un fascículo del programa de radio y podcast El Mussol Maltés (si disponen de 30 minutos pueden escucharlo aquí)

La novela, policiaca y costumbrista, está escrita a modo y semejanza de las novelas de la famosa reina del crimen, y es que se nota que Núria Pradas Andreu no solo la ha leído sino que la ha estudiado para que su prosa se le parezca siempre desde el respeto de quien sabe que está creando un rendido homenaje.

Y aunque quienes como ella sentimos devoción por la dama británica, hubiésemos agradecido un corro de resolución con más juego con más acusaciones y desmentidos, hay que agradecerle esta obra que ofrece una trama policial perfectamente ambientada, bien trenzada y con una resolución cuyo final satisface a pesar de alejarse de los cánones habituales tanto en novela policiaca como en novela romántica.

La inclusión de personajes reales, no sólo Dame Agatha, sino también el famoso doctor homeópata Hawley Harvey Crippen acusado junto a su amante de haber asesinado a su esposa; en un contexto social también real, justo después del fin de la segunda guerra mundial, refuerzan y enriquecen una trama que sabe equilibrar presencias y actuaciones y que ofrece una posible resolución a un hecho ciertamente desconocido pero que bien hubiera podido ser.

Lean esta novela y sigan leyendo o vuelvan a leer a Dame Agatha.