Las pequeñas mentiras: una novela policíaca de corte clásico rabiosamente moderna. |
Las pequeñas mentiras son eso que saben los conocidos de una víctima y
que omiten explicar en los interrogatorios policiales por considerar que no tienen
relación con el caso o simplemente porque quieren ocultar para no dañar la
imagen o la reputación de quien yace cadáver pero deja familia. Sean omisiones
voluntarias o por descuido son pequeñas mentiras.
Son esos secretos que
todos ocultamos y que en una situación extrema pueden evidenciarse, por
sorpresa y sin avisar, como objetos traídos por el mar y que resultan visibles cuando
se retira la marea.
En Donostia con clima
lluvioso y episodios de nieve en vísperas de Navidad se descubre el cuerpo de
Cristina Sasiain, la co-propietaria de la peletería Astrakan, que yace muerta
de un disparo en el suelo de su establecimiento con caros abrigos
pintarrajeados de tinta a su alrededor.
Las pistas iniciales
abren diversos frentes, desde un atraco que saliera mal a un renacimiento del
impuesto terrorista hasta un exceso por parte de los ecologistas y defensores
de los animales materia prima de la industria peletera.
La inspectora de la
Ertzaintza Carmen Arregui, felizmente casada y con dos hijos, tiene hasta el mismo
día de Navidad, el 25, para solucionar el caso sino pasará a otras manos.
Así, conciliando relación
conyugal con su marido Mikel, ejerciendo de madre de sus hijos Ander y Gorka y
de hija de su anciana madre, sin olvidar hermana y cuñado, va avanzando en el
caso con igual lentitud y desesperación, por culpa de las pequeñas mentiras que le van contando, que se circula en coche
por las calles de una ciudad atestada de gente ultimando compras para regalos y
para comidas y cenas.
Pequeñas mentiras que va
descubriendo en los distintos interrogatorios que realiza y que le obligan a
recorrer el mismo camino una y otra vez y avanzar muy poco a poco.
Laurá Balagué incorpora a la inspectora Arregui al elenco policial del género |
Laura Balagué ha escrito una novela policiaca de corte clásico porque en la lectura se
van descubriendo las pistas al mismo tiempo que lo hace la policía. Y de trama
sencilla, que no hay que confundir con simple, por el modo tan cotidianamente
normal en que se desarrollan los acontecimientos tanto familiares como
policiales y muy natural por el modo tan racional como se lleva a cabo la
investigación policíaca.
Presenta una redacción
limpia, bien construida gramaticalmente, con suficientes ironías que demuestran
inteligencia y cultura, tanto de la autora como de la protagonista. Párrafos
cortos y mucho diálogo hacen que la lectura sea muy fácil y agradable a la que ayuda un ritmo sostenido que no decae en ningún momento.
Ha huido de los
estereotipos que están tan de moda para ofrecer una obra con gran encanto
localista; con un personaje central muy humano con sus dudas, berrinches,
frustraciones, ilusiones y satisfacciones sin recurrir a complejidades
psicológicas de manual; con unos secundarios convincentes y con un crimen
perfectamente pausible.
La inspectora Carmen
Arregui es una madre de familia cariñosa, sensible e inteligente que trabaja en
la policía y que tiene la suerte de tener un marido tan comprensivo, capaz y solidario como lo era
Joe, el marido de Allison Dubois de la serie de tv Médium. Arregui encarna la normalidad frente a los estereotipos torturados que suelen identificar a los protagonistas de género.
Tal vez el contrasentido más relevante que confiere identidad a la protagonista esté en que se relaja leyendo a Irving ¿quién puede relajarse
con esas lecturas? Se me ocurren muchísimas mejores alternativas para
relajarse. Incluso leyendo.
Como tiene aspecto de ser
el inicio de una serie nos alegra saber que nos esperan horas placenteras
siguiendo sus cuitas familiares y sus casos policiales deseando que el
personaje se vaya soltando y tome más cuerpo y la trama más compromiso. Arregui se ha ganado a pulso formar parte del elenco policial del género.
Pueden leer aquí el primer capítulo. Pero no se sorprendan si luego tienen que ir
corriendo a comprarla. Aunque si les da pereza salir siempre pueden encargarla
por internet. Y leánlo escuchando la banda sonora de la novela. Ya sabrán porqué.
Mendian gora interpretada por Imanol
Larzabal
Me has atrapado con tu reseña. Creo que me quedo en casa y lo encargo.
ResponderEliminarUn beso.
Pues ya me contarás que tal la lectura. Un beso para tí también y hasta la próxima!
Eliminar;-)