En una sociedad sucia y maloliente, la gardenia no debería ser mortaja. |
En alguna ciudad importante de los Estados Unidos, en los
años cincuenta, Marie, la mujer del fiscal del distrito Furillo, ha sido
asesinada, arrojada desde la ventana de un ático al puto suelo, en su vivienda
ha quedado mucha sangre y una gardenia; en efecto, no es una víctima cualquiera
y los detectives Witkin y Brown tienen el encargo de atrapar al autor de este
descomunal estropicio.
Han de detener al asesino de la gardenia.
El fiscal Furillo sospecha que su súbita viudedad responde
a una venganza del crimen organizado del que es perseguidor acérrimo. La
investigación no es fácil, nada es fácil en la ciudad y hay que ir con cuidado
donde se pisa ya que incluso algunas baldosas pueden pertenecer a alguna de las
familias mafiosas que se disputan el territorio y pueden cobrar, según sus tarifas, derecho de
paso.
En una sociedad corrupta, sucia y maloliente la gardenia no debería ser mortaja sino esperanza. Su olor no debería mezclarse con el hedor.
Bajo
la piel más que un cómic se diría que es una novela gráfica y lo
refuerza el que presente, entre las páginas llenas de viñetas, cortes novelados. Así cada separata de capítulo son
páginas literarias cuyo aporte a la trama es complementario en aquellos
aspectos mencionados solo de pasada en la parte gráfica.
Es un recurso nada habitual en este tipo de publicaciones
y que proporciona al cómic un enriquecimiento narrativo, reforzado, además en este caso, por dar mayor importancia a los diálogos que a sus interlocutores.
Bajo la piel - Inicio del Acto I |
El guión del cómic y los relatos de texto son obra de Sergi
Álvarez quien parece transpirar noir de tan interiorizada que tiene la temática.
El desarrollo de la trama tiene todos los elementos de la novela negra
americana clásica, mucho dialogo y el ritmo narrativo acorde con los grandes
films que han hecho popular el género al que exprime para sacarle toda su
esencia. El final, de manual, es el colofón perfecto que se podía esperar.
El dibujo de Sagar Forniés es sucio como contagiado por
la podredumbre de las apuestas ilegales y la corrupción; surge de viñetas oscuras,
nada se muestra a plena luz, trazos gruesos reseguidos, manchones y fondos
difusos solo insinuantes. Nada es descriptivo y si sugerente.
El cómic cuenta con un prólogo de Andreu Martín que con
su habitual sinceridad deja clara su opinión sobre la calidad de la obra. La edición, de
Astiberri.
Estos dos autores son de los más prolíficos en España en cuanto a cómic de género negro. Además, el estilo de Sagar es perfecto para este tipo de historias.
ResponderEliminar¡Un placer leerte como siempre, Jordi!
Sagar Forniés tiene diversos registros y selecciona siempre el más adecuado al argumento y la atmósfera que se pretende.
EliminarEn este país si algo tenemos son guionistas y dibujantes de cómic de máximo nivel, no siempre reconocidos y en cambio fuera los idolatran.
Un abrazo Roberto!
¡Amén!
ResponderEliminar;-)
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