Personas desconocidas entre si coinciden, por invitación, en
una casa aislada con respecto a cualquier atisbo de vida y también por acceso casi
impracticable salvo por avioneta. Una vivienda de diseño funcional y elementos pensados
para un biosostenimiento autosuficiente ante naturalezas adversas que no tuvo
en cuenta la naturaleza humana. La más adversa y perversa de todas.
En Maryland, en invierno y con unas condiciones climáticas
muy duras, en esa casa, se ha encontrado a todos sus temporales inquilinos, cadáveres.
Descubrir que ocurrió, quien, cómo y por qué, al más
estricto ideario de novela policiaca clásica, es la tarea de la pareja
investigadora Emeli Urquiza, una vasca lesbiana en EEUU, y de Francis Thurmond,
un afroamericano que sufre su condición de rechazo y que se han desplazado a
ese recóndito lugar para dar cobertura a la policía local.
Tanto el perfil elegido para la pareja protagonista, para las
víctimas y otros personajes sospechosos, a cual más peculiar y con pasado más
pintoresco, anticipa que estamos ante una búsqueda de notoriedad que puede
acabar entorpeciendo la trama. Y a partir de aquí, cuando todo debería empezar
a mostrarse interesante, empieza a torcerse. Incluida la trama, como era de prever.
A la novela se le pueden achacar más peros que pros: historias personales en analepsis demasiado prolijas para el desarrollo y ritmo del argumento; y más expectativas que realidades, cuando intenta ser psicológica a base de mezclar pensamientos y emociones y cae en el error de buscarlo empleando tópicos.
A nivel narrativo, Álvaro Arbina emplea lenguaje demasiado barroco para
una novela de género que aspira a romper moldes y solo consigue rasparlos y si
acaso alguna pequeña grieta.
La novela, como viene siendo demasiado habitual, emplea el recurso de desarrollarse de forma simultánea en dos tiempos, pasado y presente. Y, como es obvio, el pasado permite conocer todo lo que pasó y el presente lo que se va descubriendo.
Los Solitarios es una novela de misterio que no acaba
encontrando la atmósfera adecuada para envolver de suspense la lectura.