miércoles, 23 de septiembre de 2015

El poeta de Gaza de Yishai Sarid

El conflicto de Gaza: todos hablan,
dicen poco y nadie escucha
En la novela El poeta de Gaza confluyen el sentido del deber, el compromiso político, la terrible convivencia permanente con el terrorismo, el fanatismo religioso y el respeto a la amistad y al amor.

Tal cúmulo de sensaciones juntas no puede evitar que lo que debería solo ser una misión más para cualquier militar entrenado agente del servicio secreto, se convierta en un volcán de emociones a punto de estallar y de incierto desenlace.

La misión consiste en localizar y capturar a Yotam, un joven líder terrorista palestino considerado peligroso enemigo del estado de Israel e hijo de un poeta. El poeta de Gaza. Un humanista aquejado de una grave enfermedad.

La novela va desgranando todo el plan estratégicamente elaborado desde el establecimiento de la cobertura que ha de proteger al agente que lo ha de atrapar hasta distintas alternativas o plan B si hay que improvisar sobre la marcha, pero también muestra como las frías estrategias diseñadas en un despacho chocan ante la cambiante realidad que supone tratar con la parte humana.

En este plan no se contemplan sentimientos y cuando estos surgen lo cuadriculado se descompone en arabescos de caprichoso trazado y las lineales grecas en curvas sinuosas e imprevistas.

El poeta de Gaza es un thriller que contempla el conflicto entre Palestina e Israel desde la perspectiva humana de quienes lo viven activamente. Los dos pueblos lo sufren pasivamente, pero algunos de ambos bandos son parte activa tanto para su posible solución como para su recrudecimiento. Un conflicto en el que todos hablan, dicen poco y nadie escucha.

La novela es una metáfora que se vale de una situación y de unos personajes para denunciar que nada está perdido y todo es posible. Trata el conflicto generalizado entre pueblos e ideologías reduciéndolo al conflicto de una sola persona como símbolo de toda la humanidad.

Y si ésta persona es capaz de ver la parte positiva de sumar sus enfrentamientos internos en lugar de restar, también lo pueden hacer los pueblos.

Yishai Sarid
Alude a la honestidad y a la generosidad como armas capaces de solucionar el conflicto y las carga con balas de empatía i de ausencia de prejuicios para dar en el blanco de la paz.

Hani, el poeta de Gaza, simboliza la bondad. Dafna, la escritora, la esperanza. Ambos tienen hijos y ambos sufren su distanciamiento. Sobre estas premisas la novela simboliza el poder del dialogo aunque haya oídos sordos.

Yishai Sarid ganó el Gran Premio de Literatura Policíaca de Francia 2001 con esta novela.

viernes, 18 de septiembre de 2015

A la comisaria no le gustan los versos de Georges Flipo

Prmera novela de la serie de la
comisaria Viviane Lancier
En París se encuentra el cadáver de un indigente. Nada debería hacer sospechar más allá de un robo que ha acabado mal: el ladrón tiró de la bolsa con tanta insistencia y brusquedad como el fallecido la quiso retener y el resultado fue que éste acabó golpeándose la cabeza y falleciendo.

Pero resulta que si que hay algo más en todo eso, y mucho más que va a haber, y más muertes y el caso, por exceso de celo y entusiasmo de un subalterno, acaba cayendo en la mesa de la comisaria Viviane Lancier.

Hay un soneto, en propiedad del muerto, cuyos versos, que podrían pertenecer al mismísimo Charles Baudelaire, embelesan los oídos de la prensa y el caso alcanza proporciones mediáticas con lo que la comisaria Viviane que no siente pasión alguna por la literatura y menos aún por la poesía, deberá bregar con un caso doblemente complejo: criminal y cultural.

La comisaria lleva una vida de soledad y recogimiento en su domicilio de la Rue Simenon (un guiño a la alargada sombra del papá de Maigret). Oculta sus contradicciones y su inseguridad bajo un carácter de mil demonios. No tiene vida amorosa aunque la desearía y suspira con enamoramientos imaginarios mientras alivia sus apetitos sexuales en encuentros esporádicos con un amigo con derecho a roce. Mantiene una, de antemano perdida, lucha eterna contra su báscula y se recrea idealizando una vida que no tiene ni tendrá.

El personaje tiende a despertar instinto de protección sobre todo en sus episodios depresivos donde aúna música de Johan Sebastian Bach con barritas de chocolate Mars y aunque a veces resulta cargante y más un tropiezo que un acierto hay que reconocer que se mimetiza perfectamente con lo que se pretende de la novela que rebosa estereotipos.

La trama de inicio rápido y lineal va adquiriendo tonalidades de gris, como el París frío y lluvioso donde transcurre y va aumentando su complejidad a medida que evoluciona la investigación. Una evolución sucedida de altibajos con momentos lúcidos y divertidos y otros lastrados y aburridos que conforman un conjunto desigual.

Georges Flipo
A la comisaria no le gustan los versos es la primera de una serie de novelas protagonizadas por la comisaria de la 3ª División de la Policía Judicial de Paris Viviane Lancier del escritor francés Georges Flipo. Un autor que no puede sustraerse a su origen.

La redacción de la novela, su ambientación y su tempo narrativo son muy francesas si se me permite y entiende la expresión. Recuerdan los tiempos de la Nouvelle Vage, el esplendor del comisario Maigret. A ratos tiene ese regusto a Pastís y otras a croissant de mantequilla.

En todo momento está presente esa curiosa y particular sensación de pérdida que experimenta todo aquel que ha estado alguna vez en París y la recuerda desde la distancia. Es una serie que puede dar alegrías a los amantes de ese estilo continuista y tradicional del polar, cómodos en ese ritmo dubitativo y bamboleante de quien pasea sin ir a ningún sitio.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Crimen en el paraíso 4ª temporada

Crimen en el paraiso 4ª temporada
Como cada verano llega Crimen en el paraíso esa serie policíaca de televisión que ofrece asesinatos dignos de la mejor tradición del género de la edad de oro británica en un ambiente tropical.

La serie está resultando ser uno de los elementos más frescos de los veranos. No solo por su ambientación playera y acompañamiento musical con bebidas exóticas y vestimenta a juego sino porque en verano las televisiones se dedican a rellenar sus programaciones con repeticiones sacadas del baúl de los recuerdos y cualquiera que ofrezca algo nuevo es de agradecer.

Solo que en esta ocasión al coctel de frutas y ron se le ha ido la mano con el dulce y ha dado lugar a una temporada en exceso almibarada y casi solo disfrutable si no se tiene alternativa mejor a mano.

Saint-Marie es la ficticia isla paraíso y Humprey es el británico inspector trasplantado y que parece empieza a echar raíces a base de tropezones y meteduras de pata.

La 4ª temporada de Crimen en el paraíso mantiene la trama policial que no negra y da preferencia al crimen en habitación cerrada dando pie a asesinatos en apariencia imposibles y a resoluciones sumamente elaboradas, solo que por la repetición del escenario acaban pareciéndose demasiado unas a otras.

Aunque sea de Holmes, o sea de Arthur Conan Doyle, y no de Poirot, o sea de Agatha Christie a quien la serie rinde pleitesía, la cita “Una vez descartado lo imposible, lo que queda por improbable que parezca ha de ser la verdad” la serie se la ha apropiado de tal modo que ha hecho bandera y una bandera arriada se ve desde muy lejos.

Beso entre Camille y Humprey
Y así para descubrir al asesino solo falta fijarse en los detalles y por lo demás la serie se muestra blanca total en lo que se refiere a sexualidad que flota en el ambiente y solo se materializa en un casto beso, a sensualidad que podría haber para dar y regalar en esos bailes multicolores y a crítica social que en la isla esto también daría mucho juego habida cuenta de las diferencias latentes.

Que distancia con las dos primeras temporadas donde el humor era inteligente y las tramas más policiacas.

En estas cuatro temporadas la serie ha cambiado a tres de sus cuatro protagonistas principales y sin comparar los anteriores con los actuales se nota un altibajo cualitativo y una tendencia a dedicarle más tiempo al ocio familiar que a reforzar el aspecto criminal.

Los guiones han perdido originalidad y les faltan giros que mantengan la atención, así los episodios resultan demasiado lineales y el trabajo del realizador peca de falta de ritmo y carece de tensión.

Esta serie está empezando a decaer y solo la salva que sus temporadas sean de solo ocho episodios y que se emita en verano.

Recuerden aquí las reseñas de las temporadas anteriores infinitamente mejores:


Post Scriptum: aquí el link de la temporada 5

lunes, 7 de septiembre de 2015

In vino veritas de Virginia Gasull

La verdad está en el vino
En el vino está la verdad y en la copa está el vino. Todo empieza con Edouard que colecciona copas y todo acaba con Edouard que tal vez ya no vuelva a coleccionarlas.

La inspectora Anne Oteiza pertenece a la Brigada de investigación de delitos contra el patrimonio histórico. Anne es guapa, joven e independiente, viste chupa de cuero conduce moto y calza plana. No tiene veleidades gastronómicas y no le gusta el vino, más por desconocimiento que por razón justificada. No triunfa en el amor, es reservada y mantiene secuelas post traumáticas de un doloroso y espeluznante suceso de hace años.

Uno de esos que más que cambiarte la vida te la destrozan.

Tiene en Sofía su única e íntima amiga. Y en su rutina las pautas para no sufrir episodios de crisis tan incontrolables como para casi llegar a perder el conocimiento. Por eso sufre anticipadamente cuando la necesidad de investigar la desaparición de unas valiosas botellas de vino la obligan a dejar Madrid y volver a San Sebastián. Allí donde fue tan feliz y tan desgraciada.

Pero si hablamos de vino es imposible no hablar de Francia ni de Burdeos, ni de los terroirs ni de los Chateaux: Rostchild, Margaux…

In vino veritas es una novela que armoniza hechos reales y fábula, que discurre por los viñedos de Burdeos evocando tiempos pasados y hermanándolos con tiempos presentes.

Nos habla de heroicidades de personas normales y nos remite a la historia para entender el significado de lo que hoy bebemos.

Virginia Gasull la autora de
In vino veritas
Virginia Gasull demuestra haberse documentado ya que la novela no presenta fisuras en su apartado artístico e histórico como tampoco en las páginas divulgativas de elaboración de vino aunque tal vez le haya quedado un pelín tutorial pero teniendo en cuenta que iban dirigidas a la inspectora Oteiza, o sea alguien que no solo no conoce el vino sino que incluso lo rechaza se antojan casi indispensables.

Vino y erotismo
Fascinante el párrafo destinado a explicar cómo realizar una cata (claro que no todas acaban como la pormenorizadamente descrita en la novela; por desgracia). Si en cambio resultan poco estimulantes y algo tópicas las páginas dedicadas al sexo y al erotismo. Se describen como sabría un vino joven, ansioso y demasiado evidente y les faltan matices que alarguen el sabor.

Toda búsqueda de tesoros, toda resolución de enigmas del pasado tiene su punto romántico y en esta novela el romanticismo se adueña de la trama y el conjunto resultante es una intrigante y entretenida novela de aventuras históricas que cuenta con varios misterios a resolver.

No siempre una botella coupage es mejor que una monovarietal y en esta novela tal vez haya exceso de mezcla y casi mejor que en la próxima novela, perdón cosecha, se tenga en cuenta. Ojalá. Esto promete.

lunes, 31 de agosto de 2015

Soy Pilgrim de Terry Hayes

'Soy Pilgrim' es de esas novelas que
hay que leer por mucho que nos las
recomienden. Y a pesar de ello.
Soy Pilgrim es una absorbente novela de espías que empieza siendo una apasionante novela negra y que se estructura a modo de trepidante thriller donde conviven y confluyen, aquí la verdadera gracia del asunto, variopintas historias de una forma tan lógica y natural, nada forzada, que casi resulta inusual encontrar algo tan magníficamente bien hilvanado y en donde todo lo que se cuenta tenga su razón de ser. Hasta el más mínimo flash back está justificado.

El inicio con la investigación de un asesinato muy particular en un hotel de mala muerte, nunca mejor dicho, es de por si demoledor de cuantas defensas hayan podido levantarse recelosos de acercarse a una novela best seller.

La trama que subsigue es tanto o más seductora que su inicio y los personajes van a juego encajando como botones en ojales. Cada uno perfectamente diseñado para su papel y no se confundan por su aparente estereotipaje: el mal no va gritando por ahí como un loco para ser descubierto; el mal se recubre de normalidad para mezclarse entre la muchedumbre y pasar inadvertido.

Y son tantas las cosas que en ella se cuentan que intentar un resumen sería destriparla, baste pues con que les diga que es una magnífica novela de tensión, de lógica y suspense como corresponde a una temática de espionaje y mensajes criptográficos; que es una trepidante novela de contundente acción y hábil estrategia como corresponde a un thriller con terrorismo convencional y bioterrorismo; que es una apasionante novela policial tan llena de inventiva detectivesca como precisa para hacer frente a la resolución de asesinatos complejos con la más absoluta falta de pistas o aparentemente imposibles.

Y todo escrito y contado de forma minuciosa pero sin aburrir, con un crescendo medido para que, aún con tantas páginas, las distintas tramas vayan avanzando y vayan ganando en emoción e interés para ir encajando con milimétrica precisión y mantener la atención hasta el mismo punto y final.

Soy Pilgrim es de esas novelas que una vez empezada no se despega de las manos ni con agua caliente. Sus 864 páginas se leen como un suspiro y ojalá hubieran sido 2.000

Vehículo mortal
Pilgrim, uno de los tantos nombres usado por el protagonista, es un agente muy especial de una tan secreta organización gubernamental que casi no existe. Un agente que tiene en su capacidad para el análisis, la investigación y la deducción sus verdaderas armas. Su posición no le permite tener amigos ni tampoco mujer. Su exclusión social ha sido muy exigente desde que fuera reclutado y ahora ansía dejarlo todo atrás para empezar a ser normal.

Pilgrim es un agente del siglo XXI con hechuras de finales del XIX hasta mediados del XX. Su figura sitúa al espía clásico en la época actual. Es un hombre educado, instruido en diversas materias y sobre todo en arte, hábil conversador y con una capacidad analítica que le permite empatizar incluso con su peor enemigo y entenderlo y por ello adelantársele si se requiere. También es un solitario infeliz.

La BSO de la novela podría ser Exile on Main Street el álbum de los Rolling Stones que suscita animadas discusiones sobre si es o no el mejor de la banda.

Terry Hayes el autor de 'Soy Pilgrim'
Terry Hayes ha recogido el testigo de los clásicos, su esencia y la ha puesto al servicio de una trama actual que ya no es exclusiva de un solo género, de ahí que se haya atrevido con esta mezcolanza de novela negra, policial, espionaje y thriller y cuyo resultado no rechine en absoluto.

Y aunque es nuevo en eso de la novela no lo es en eso de la escritura y lo que se lee en su biografía permite entender que Soy Pilgrim tenga ese enganche tan notorio y esa trama tan bien temporizada: es el autor de los guiones cinematográficos de Calma total, de la 2 y la 3 de Mad Max, Payback o Límite vertical sin ir más lejos. No estamos ante films para la posteridad pero si ante tramas llenas de tensión, ingenio y suspense, aunque ya tengan sus añitos.

Tampoco es de extrañar pues que esté trabajando como guionista de Soy Pilgrim de la que la MGM ha adquirido los derechos cinematográficos para llevarla al cine. ¿Quién será Pilgrim?

Es de esas novelas que hay que leerlas por mucho que nos las recomienden; y a pesar de ello; y precisamente por ello.