¿Y si Moneypenny fuese más letal que James Bond? |
El
cómic Velvet: Antes del gran final es un interesante, complejo y largo thriller de espionaje ubicado en la
Europa de la década de 1970, cuando la guerra fría favorecía aún más este tipo
de actividades y toma el nombre de su protagonista Velvet Templeton.
Velvet Templeton, una
mujer de esa edad madura que se supone que alcanzas cerca de los cincuenta y que
se mantiene en forma tanto intelectual como físicamente. Actualmente es la
secretaria del director Manning de la Agencia de Espionaje ARC-7 que enrola a
operativos X súper secretos, uno de cuales, sino el mejor, acaba de ser
asesinado.
Mal negocio que maten a
un agente y si las circunstancias inducen a creer que quien lo hiciera tuvo
acceso a información privilegiada y las sospechas se orientan a la propia
organización aún peor.
Velvet participa de la
investigación resaltando con rotulador párrafos del dossier del asesinado Jefferson
Keller agente de campo X-14, cuando descubre algo que podría ser relevante y
que lo relacionaría con el agente X-02 con quien decide hablar para contrastar
la información.
Lo que no sospecha es que
pueda ser una trampa y menos aún que alguien ha decidido colgarle el muerto, o
más de uno y hacerla pasar por culpable.
Pero quien sea que esté
detrás no sabe que ella tiene también un secreto y es que bajo la apariencia de
una eficiente Moneypenny, existe quien fuera uno de los mejores operativos que
tuvo la agencia y está dispuesta a plantar cara a sus perseguidores descifrando
un asesinato que, ya no tiene duda, ha sido orquestado desde dentro.
Velvet Templeton en su papel de eficiente secretaria |
Velvet: Antes del gran
final es un cómic trepidante que
le da a una agente femenina el papel estelar que la tradición ha reservado para
hombres. Ian Fleming, que sin duda hubiera firmado el título, no firmaría que
su Bond, James Bond fuera una mujer, ni con esa edad, cercana a los cincuenta,
en la que incluso a las actrices les cuesta conseguir dignos papeles, ni que
fuera tan letal como su creación masculina, ni que emplee su propio criterio en
materia de seducción y se rija por su propia moral.
Velvet Templeton en su papel de agente X |
Ed Brubaker ha volteado los cánones y se siente a sus anchas
escribiendo un guión lleno de dobleces, acciones arriesgadas y peligrosas y
muchos disparos y muertos: la vida del espía es así; sea del sexo que sea.
Brubaker disfruta moviendo la acción por distintos países europeos y a lo largo
del periplo aprovecha para irnos contando retazos de la vida de Velvet
Templeton; una personalidad muy interesante y para nada infalible.
Steve Epting aporta ese dibujo realista tan común en los
cómics americanos y en el que él destaca especialmente. La ubicación temporal
de la década de 1970 le obliga a ser muy cuidadoso con los fondos, tanto de
interiores como de ciudades y primar la figura humana y las expresiones
faciales. Como cuando en el cine los protagonistas, los extras y los escenarios
eran de carne y hueso y no proyecciones en croma. También y para ajustarse a esa
década de nulo componente tecnológico, emplea recursos gráficos en sus páginas
para contextualizar pensamientos e información en off propios del diseño de la
época. El resultado es tener en las manos un cómic ambientado en los 70 y
dibujado como en los 70.
Elizabeth Breitweiser sobresale coloreando sin cubrir el dibujo, algo
que se dice rápido y que se tarda más en conseguir, y con una paleta muy
variada, aunque predominen los tonos oscuros como toda trama con secretismo que
se precie, recrea la atmosfera adecuada a cada escena.
En conjunto Velvet: Antes del gran final es un cómic de espionaje muy estimulante que
invita al lector a ir entendiendo las situaciones que se describen a partir de informaciones
que pueden pasar desapercibidas en lectura apresurada y que en una segunda
revisión se revelan en toda su plenitud.
Recordemos
que la lectura de un cómic requiere mayor tiempo y atención que con una novela;
aunque por el hecho de tener dibujos parezca lo contrario.
Estamos
ante una serie que promete emociones.