'La habitación cerrada' tal vez la mejor novela negra de las 10 protagonizadas por Martin Beck |
Maj Sjöwall y Per Wahlöö son la pareja, de escritores y pareja
en la vida real, que escribiendo la serie de novela negra protagonizada por Martin
Beck no solo renuevan, en su momento, el concepto de novela negra nórdica allanando
el camino para los siguientes Henning Mankell, Åsa Larsson, Camilla Läckberg… sino
que haciendo buen uso de ella se dedican a diseccionar con frialdad y
eficiencia quirúrgica los principios que rigen la sociedad sueca y a su más
clara evidencia vital que es la ciudadanía de Estocolmo.
Ante todo recuerden que las novelas transcurren entre los
años 1965 y 1975 lo que conviene tener presente para contextualizar
adecuadamente sus opiniones y ácidas críticas.
La pareja de escritores presentan a los holmienses
(gentilicio de Estocolmo que desconocía) como unos seres egoístas y
maleducados, cínicos y antihumanitarios, de trato excesivamente formal rozando
la grosería.
A la clase dominante la presenta corrupta e incompetente;
con una policía, excesivamente jerarquizada y burocratizada, violenta en sus represión a manifestaciones
(época de Vietnam) y con una población anciana que se alimenta de comida para
perros malviviendo en inmuebles casi insalubres y en habitaciones minúsculas
sin recursos para la calefacción.
Definen al sistema existente como algo perverso ya que con los
elevados impuestos recaptados generan una expectativa de devolución en cantidad
y calidad de servicios que luego no cumplen dejando las necesidades desatendidas;
por lo que no extraña que sea el país con alto número de suicidas aunque las
estadísticas oficiales lo conviertan, creativamente, en muertes por origen
desconocido para no figurar en el top del ranquing mundial, que queda feo.
El Estocolmo de la época es una capital que sufre las
consecuencias de un desequilibrio social y económico que eleva la tasa de
robos, crímenes, alteraciones del orden por borracheras y exceso en el consumo
de drogas hasta límites insospechados lo que no deja de ser una sorpresa para
la imagen que de una capital nórdica tiene la Europa del sur que sigue teniendo
a los países septentrionales como referencia en materia cultural, educación,
formación y estado de bienestar.
El desagradecido clima tampoco ayuda y las pocas horas de
luz y aún menos de sol tienden a fomentar caracteres taciturnos que se
alimentan de estados de ansiedad y depresiones servidos con bebidas alcohólicas
de cualquier graduación.
Per Wahlöö y Maj Sjöwall, la pareja autora de la serie de Martin Beck fotografiados en la época en la que transcurren las novelas |
Maj Sjöwall y Per Wahlöö no se muerden la lengua para
denunciar la hipocresía de su país y de sus conciudadanos y a través de sus
novelas, de carácter eminentemente policial por el tratamiento y el argumento pero
por su trasfondo claramente identificadas como novela negra, van soltando
perlas de crítica social que ilustran el entorno donde se producen los crímenes
que Martin Beck y su equipo investigan.
La escritura es muy accesible y las descripciones
precisas y acertadas, no hay contenido vacío, y las tramas todas interesantes y
para nada repetidas.
El peso de la obra recae sobre Maj Sjöwall que a la muerte
de su marido, Per Wahlöö, decidió que su familia merecía toda su dedicación y
que en la serie, tal vez, ya se había dicho todo lo que originó la necesidad de
escribir.
El resultado diez novelas de género negro y de contenido diverso e interés
creciente. Las sucesivas reediciones de sus novelas y las adaptaciones a los
nuevos tiempos y lenguajes han traído nuevos criterios y así los títulos han
sufrido diversas alteraciones por lo que pueden no coincidir con los reseñados.
Para evitar confusiones se informa del título original.
Fácil que no tengan tiempo o medios para leer toda la
serie, si así fuera lean como mínimo La
habitación cerrada, probablemente la mejor. Pero si pueden leerlas todas y, eso
sí, por orden van a disfrutar de una lectura interesante, entretenida e
ilustrativa de lo que es novela negra sueca de verdad.
Las diez novelas negras protagonizadas por Martin Beck |
01 – Roseanna (Roseanna)
1965
El cuerpo desnudo de una joven es encontrado dragando un
lago; a la dificultad por conocer su identidad se une la de saber que le pasó y
cuando. Las prácticas forenses descubren que sufrió violencia sexual
inusualmente agresiva. Primer caso de Martin Beck, acompañado por Kellbrock y
Melander, compañeros asiduos en las siguientes entregas, que ya perfila su
forma de investigar y la relación entre ellos y sus características, por cierto
muy complementarias.
02 - El hombre que se esfumó (Mannen som gick upp i rök) 1966
Un periodista, bebedor, grosero y desmesurado desaparece
en Budapest yendo a cubrir un reportaje. No se tienen ni más pistas ni más
noticias y la policía húngara no ve motivos para investigar al disponer el
desaparecido de un visado vigente. Martin Beck debe desplazarse para intentar
dar con su paradero.
03 - El hombre del balcón (Mannen på balkongen) 1967
El asesinato de una pequeña preadolescente en un parque
de Estocolmo dispara el miedo entre padres y ciudadanos en general que llegan
incluso a organizarse en patrullas para prevenir nuevos casos, algo que no
pueden evitar. Una investigación basada en trabajar los pequeños detalles se
revela como un método eficaz.
04 - El policía que ríe (Den skrattande polisen)
1968
Una matanza en un autobús abre una investigación sobre la
que se va a ciegas y en la que cualquier hipótesis puede ser válida. Una novela
donde el procedimiento policial, característico de esta serie de novelas, resulta
fundamental para resolver el caso.
05 - El coche de los bomberos que desapareció (Brandbilen
som försvann) 1969
Un incendio en un inmueble causa varias muertes, todo
apunta a un accidente doméstico como el causante del fuego pero el hecho de que
entre las víctimas se encuentre alguien que estaba siendo vigilado por la
policía hace sospechar que pueda ser intencionado.
06 - Asesinato en el Savoy (Polis, Polis, potatismos!)
1970
Un rico empresario es disparado a la cabeza mientras daba
un discurso a miembros de su empresa y en presencia de su joven esposa durante
una comida en un renombrado restaurante por un desconocido que consigue darse a
la fuga sin que nadie haya podido identificarlo. La investigación transcurre en
Malmö y Estocolmo simultáneamente.
07 - Un ser abominable (Den vedervärdige mannen från
Säffle) 1971
Un comisario de policía de baja por enfermedad es
asesinado en el hospital; habrá que remontarse a su pasado y a sus actuaciones
para intentar encontrar alguna razón que explique su muerte y alguna pista que
oriente hacia su posible asesino.
08 - La habitación cerrada (Det slutna rummet)
1972
Un atraco a un banco y un anciano encontrado muerto en
una habitación cerrada conforman dos ejes sobre los que evoluciona esta novela que
ofrece un registro humorístico y un claro y crítico análisis social del
comportamiento humano en la sociedad sueca como en ninguna otra anterior se
había tratado.
09 - Muerte de un policía (Polismördaren) 1974
La desaparición de una joven lleva a Beck al sur del país
para encargarse de la investigación, mientras tanto en la capital se sigue a un
atracador con la esperanza de recuperar su botín; las tramas sirven para otra
crítica feroz hacia el sistema que refleja sus miserias en la estratificación
del tejido social cada vez más deteriorado.
10 - Los terroristas (Terroristema)
1975
La visita oficial de un senador norteamericano y la
sospecha de un posible atentado obliga a preparar un dispositivo capaz de
neutralizar a los terroristas y minimizar el impacto mediático de las previstas
manifestaciones pacifistas que cuentan con activistas venidos de países
vecinos. La novela es el colofón perfecto a la serie como si se supiera de
antemano que iba a ser la última.
Afortunadamente están todas reeditadas y disponibles, incluso facilmente localizables en librerías de viejo o en tiendas de segunda mano y por supuesto en bibliotecas.
La revisión de esta serie tiene su origen en la picadura
del mosquito Sangre en los estantes
de Paco Camarasa, que no solo hace leer sino también releer, que le dedica un
apartado en la letra S que titula: ‘Maj Sjöwall y Per Wahlöö, esos suecos
imprescindibles de nombre impronunciable’ páginas de 376 a 381.