Una historia de historias. |
Lavapiés, Madrid, pero podría ser un barrio de Marsella, o
una zona de Brooklyn o la periferia de París o el Raval en Barcelona. Lo que se
cuenta no tiene patria ni bandera, ni tampoco gente especial: solo gente como
con la que nos cruzamos en la calle o yendo en coche.
No son personajes castizos de una zona geográfica sino
castizos de una forma de vida: de entenderla y de sobrevivirla.
Un comic que entrecruza el costumbrismo con el género negro,
que sorprende con giros que ayudan a reforzar, si cabe, la trama en donde los personajes,
todos absolutamente carismáticos y absolutamente creíbles, son los verdaderos
protagonistas. El Turco forma parte desde el momento de darse a conocer del
imaginario comiquero por excelencia.
Unos personajes que nos parecen conocidos por ser habituales
en films de Spike Lee, salvando el color, y sobre todo de los hermanos Coen. Próximos
y a la vez lejanos pero siempre presentes.
Una historia de barrio. |
De
perros y de huesos es una historia de historias donde todos
buscan sacar tajada, una estructura piramidal desde el tráfico al trapicheo, donde
cada uno tiene su rol y que enlazando unas entradas en escena con sus
correspondientes salidas no faltan guiños a Tarantino, incluido su Sr. Lobo.
Una historia de tráfico de drogas y consumo, en la que no
puede haber sensiblerías y entre la que destaca un pintor, Suso, al que Boris
le encarga la confección de un mural en el sótano de su pub en el barrio de
Lavapiés. Una jirafa entre ceñudos y cabizbajos ñus.
Una historia que no explica nada nuevo y donde lo nuevo es
la forma de explicarlo. Hay muchas formas de ser original y en este
género tan trillado, Colo opta por la eficiencia en lugar de la eficacia.
Colo |
Jesús
Colomina Orgaz, Colo, el
autor, demuestra que le apasiona el dibujo y que no le va el convencionalismo.
Se inventa su propio estilo, donde prima la bis narrativa pero sin renunciar a
ser creativo y obtiene un resultado tan personal como fascinante; incluso en la
presentación de los bocadillos de los diálogos, esa transparencia velada que
hace que las voces se despeguen de la página y se oigan en sonido envolvente.
Un debut de alguien que ha arriesgado y que supone una
magnífica noticia para los amantes del comic y, en este caso, del noir, del
que, sin desprenderse de su esencia, consigue trascender su previsibilidad. Una
obra inteligente, con diálogos muy cuidados y un grafismo excepcional y un
final redondo. Ojalá haya venido para quedarse.
Háganse con él pronto que ya saben que cada vez las tiradas
son de menos ejemplares y prácticamente no hay reedición.