Novela negra, una luz en la oscuridad. |
Y así es. Y así lo dijo Paco Camarasa, irreverente mitad de la Librería (si, con mayúsculas) Negra y Criminal que cerró cuando más novela negra se publicaba y más se vendía. Solo que no eran ellos los que hacían caja sino las plataformas de venta online y las grandes superficies ¡cling! ¡cling!
Ya se sabe que hay quien se apuntó a esto aprovechando la ocasión cuando otros lo hacían por devoción. Casi mística la que impelió a Miquel Àngel Díaz con su SomNegra
a tomar el relevo de la anterior antes, también, de morir en el intento: “vienen a
informarse, a las presentaciones y luego compran en majors”.
Y es que la pesca de arrastre destroza el fondo marino y perder a pescadores de caña es un imperceptible daño colateral. He visto cosas que vosotros no creeríais: he visto desaparecer librerías.
Y es que la pesca de arrastre destroza el fondo marino y perder a pescadores de caña es un imperceptible daño colateral. He visto cosas que vosotros no creeríais: he visto desaparecer librerías.
Y se sigue publicando más novela negra que nunca, o casi.
Hay autores y autoras que incluso abandonan ese trapicheo
en que se ha convertido el vergel que antes era un erial y al que los nórdicos aportaron agua. Nieves Abarca
sin ir más lejos que publicara con éxito junto a Vicente Garrido una serie
protagonizada por la inspectora Valentina Negro dice que adiós muy buenas. Definitivo
o temporal el tiempo lo dirá. Que antes se veía donde pisabas, ahora con tanta
vegetación no ves venir a las serpientes.
Y se sigue publicando más novela negra que nunca, o casi.
Y lo mismo pasa con los eventos dedicados a la novela negra
imprescindibles para mantener foco en el género. Esa frikada que se repetía cada año, o casi, en algunos pocos lugares, con pocos medios, amb una sabata y una espardenya y con
devotos irredentos, ahora se han multiplicado y expandido y prostituido, o casi, en su
sentido y en su significado. Lo que al principio era soloparalocos ahora es glamuroso.
Para las ardillas hoy es posible recorrer de nuevo la Península saltando incluso a las
islas, las del sur y las orientales, de festival noir en festival noir y no es
malo si el fin es bueno, aunque no haya suficientes bellotas para todos.
En algunos actos, si no llegas pronto, los asientos están
okupados por claca, youtubers,
influencers, que suben sus selfies junto a autoras y autores o con el escenario
y el logo de fondo y obtienen más likes, ¡cling! ¡cling! en unos minutos que
libros venden los fotografiados en toda su vida literaria.
La novela negra sigue de moda y ya va más de una década. Sale
en los telediarios y en el papel couché. Recibe premios de renombre que antes la esquivaban y repudiaban, algunos
pactados de antemano, y ha pasado de pulpa a tapa dura. De céntimos a euros. Y aquellos literatos que nunca estrenaron, estrenan
hoy y salen a la caaaaalle buscando mención.
Claro que sí: notoriedad y candelabro ayudan a llenar el sombrero, o casi, de los sufridos escritores
semper fidelis al género, con algunos billetes, aunque sean grises, que hasta ahora solo era
calderilla ¡cling! ¡cling!
Calidad y rentabilidad es dificil que se junten. |
Y en los eventos, en las mesas redondas coinciden escritoras
y escritores de este género. Y coinciden porque
son las mismas caras, o casi, en todos los eventos, o casi. Y los hay insistentes yo he venido a hablar de mi libro. Y los las hay que se
dan abrazos sin cuchillo, los han requisado en la entrada; y tú me das cremita yo te doy cremita, alabándose
las respectivas obras. Reciprocidad.
Alabamos, alabamos, ala vamos.
Comportamiento endogámico que puede acabar fagocitando al
huésped, a los lectores de toda la vida que fueran costaleros de esos eventos.
Esos que cargaron a hombros tiempos duros y peso excesivo y ahora no pueden leer, por exceso y por baja calidad, ni
pagar, tantas novedades. Y con el poco dinero que recibe quien
firma la autoría de la obra aún dicen que el pescado
es caro.
Si la endogamia supuso el principio del fin de algunas
tribus y estirpes de la realeza, bien pudiera serlo del género negro, o casi. Y
si no acaba con él lo está dejando tonto: se escribe mucho pero mucho de lo que
se escribe es más de lo mismo, o casi.
La originalidad está perdiendo terreno, o casi, ante la efectividad. Y la
escritura desde las vísceras lo está perdiendo ante el empleo de generadores de
best-sellers. Y hay autores fachada que deberían dar un paso al lado, por
honestidad, y mostrar la cara del negro
que les da la fama.
Las editoriales, legítimamente, quieren ventas. Y fichan a autoras autores incluso de la competencia en un mercadeo que se compensa con premios y otras lindezas. Lara
vino a decir algo, a propósito del Planeta, el premio, no el cuerpo celeste, que sonó como que no buscaba
lectores sino compradores ¡cling! ¡cling! Y es que las editoriales buscan
rentabilidad. Como cualquier otra empresa. Y escritoras escritores una remuneración como cualquiera que trabaja.
Y es que en este mundo literario y además noir o te apadrinan
o te apuñalan o casi.