domingo, 2 de agosto de 2020

El largo viaje de Lena de Pierre Christin y André Juillard

El largo viaje de Lena, un thriller que va de
 los recuerdos. a la esperanza.

Un apasionante thriller donde los servicios secretos mueven sus piezas con aparente sinsentido pero que todo responde a un plan minuciosamente concebido en el que Lena no es sino el hilo conductor.

Más que un hilo una mecha y en un extremo un detonador y en el otro un explosivo.

Acompañando a Lena por un largo recorrido centroeuropeo, los autores van desgranando la trama de espionaje mientras se realiza un viaje hacia el interior de su mente que nos permite conocer los motivos y las razones de su misión.

Una misión con un doble fin; uno público y secreto: actuar según instrucciones recibidas para la consecución de un claro objetivo; otro privado y también secreto: conseguir llenar ese vacío interior y recuperar la paz consigo misma.

Lena es una joven lánguida, de sensuales movimientos felinos; introvertida, minuciosa, práctica y concisa. No sonríe pero no siempre ha sido así. Hubo un tiempo en que su vida era felicidad antes de que la tristeza la abdujera. Un entonces en el que el brillo de sus ojos no se parecía en nada a la opacidad actual.

En su deambular, aparentemente inocente y errático, pero perfectamente planeado y cronometrado, cumpliendo cada hito de su itinerario, recibe todo tipo de respuesta de sus contactos; desconfianza, suspicacia, envidia, desprecio… y es a través de sus vidas como ella vive la suya propia.

Esperanza y venganza, riman en anza. Como también desconfianza y matanza.

Un dibujo de mucha plasticidad y unos fondos que refuerzan la vida de cada viñeta.

Los distintos personajes con los que se encuentra no son sino reflejo de distintas realidades de distintos países que van confeccionando un mapa geográfico, político y social que evidencia que los ideales de los fanáticos políticos no distan de los religiosos.

Ansia de poder y dominación. Y que aunque haya buenos y malos siempre primaran los intereses. Y la consecución de estos justificará sus acciones injustificables. Así de simple. Así de complejo.

Un cómic apasionante, con un guion digno de los mejores thrillers, donde Pierre Christin, demuestra una vez más su facilidad para explicar sin palabras y el habilidoso empleo de las elipsis para dar fuerza a las imágenes.

Demuestra un gran conocimiento de las capacidades de André Juillard y una gran confianza en su trabajo. El dibujo acompaña esa sensación consiguiendo integrar el peligro en lo rutinario, con gestos elegantes y sinuosos. Ropas adecuadas a cada entorno y paisajes sacados de la realidad de otra época.

Un magnífico trabajo que, como toda buena obra, se disfruta aún mucho más en segunda y tercera lectura y visionándolo con lentitud.

Si no son de leer cómics pero si thrillers les va a satisfacer enormemente como si de una novela se tratara. Y si ya son habituales de la historieta ¿es necesario añadir algo?

domingo, 26 de julio de 2020

La mala semilla de Toni Aparicio

La mala semilla es una novela negra  de
lectura ligera y satisfactoria.

Un asesinato y una desaparición que bien podría ser otro asesinato o tal vez un secuestro. Las primeras páginas de esta novela negra son contundentes y en un estilo más propio de thriller que al noir tal como se presentan los personajes.

La mayoría de ellos habituales en el género, pero destaca uno que parece sacado de la realidad y que si no existe debería: el brigada de la Guardia Civil de Riopar Juan Cebreros, a cada aparición se come la pantalla, alguien con quien empatizamos rápidamente y que muestra casi mayor carisma que la propia protagonista.

Y la protagonista absoluta es la teniente de la UCO Beatriz Manubens, ahora de baja temporal por un suceso con arma de fuego y funesta consecuencia que la atormenta hasta lo indecible y la conduce a una encrucijada aún más incierta.

Pero este asesinato, de una vieja amiga, Anabel, y la desaparición de Adrián su hijo de 6 años, le sirve de acicate para dejar de lamerse las heridas psicológicas y aceptar que su destino está ligado a su profesión.

La protagonista resulta una persona fuerte con sus contradicciones y sus debilidades, algo normal en todo ser humano pero no debería serlo tanto en alguien que ha alcanzado el grado de teniente en un ámbito tan exigente; aún y así el personaje ofrece varios niveles de registro que la engrandecen como persona.

Toni Aparicio
Al argumento, por su académico trazado, no hay nada que reprocharle pero tampoco nada por lo que merezca ser destacado. Los hechos que suceden son lógicos y razonados pero por eso mismo resultan previsibles y cuesta sorprender, por lo que la lectura transcurre sin sobresaltos y fluye con facilidad.

Ayuda que el autor se ha dado maña en arbitrar suficientes conjeturas que harán las delicias de los lectores aficionados a convertirse en detectives con interés por descubrir el final antes de llegar al mismo.

Un final, un desenlace, que no debería sorprender por resultar el más conveniente y adecuado a las circunstancias.

Y la novela es buena, bastante por encima de la media de lo que se viene publicando. Pero porqué podría haber sido mejor es por lo que sabe mal que esta reseña no pueda ser más entusiasta.

Toni Aparicio probablemente dará más de sí, su amor por el detalle y la facilidad para describir paisajes y ambientes y para personalizar personajes lo que le hace acreedor de esas expectativas.

Lectura que va cogiendo volumen a medida que se avanza y que cumple adecuadamente la función de entretener y desconcertar.

domingo, 19 de julio de 2020

Asesinato en Concarneau de Jean-Luc Bannalec

Asesinato en Concarneau sigue a las
predecesoras de la serie protagonizada
por Georges Dupin: gastronomía noir o
policial para gastrónomos.

La vida diaria de Concarneau, esa ville-close, esa plaza fortificada, ese famoso puerto atunero que le dice buenas noches cada día al sol en su diálogo con el mar, está viéndose alterada por una muerte que, una vez calificada de asesinato, evoca literatura policiaca de altos vuelos.

Y es que a lo largo de la investigación, que lleva a cabo el comisario Georges Dupin con un equipo diezmado y a la vez reforzado, se evidencian inquietantes paralelismos con el caso relatado por el inefable Georges Simenon en su obra titulada El perro canelo.

Georges Dupin, ahora no cabe ninguna duda: Georges por Simenon, Dupin por Auguste no puede sustraerse a la necesidad de leer esa otra novela (ni ustedes tampoco) y gracias a su aporte, resolver el caso.

Aunque no sea imprescindible leer las dos novelas, es una recomendación para disfrutar doblemente de dos buenas lecturas policiacas.

La muerte del doctor Chaboseau, coleccionista de arte y empresario con diversos intereses mercantiles, deja preguntas al aire y Dupin, que las oye, no duda en buscarles respuesta.

Estamos ante el caso número 8 del comisario Georges Dupin, quien se instalara en la Bretaña proveniente de París y que a pesar de entender ya muchas cosas de la cultura y la personalidad bretona aún sigue maravillándose cada vez que descubre nuevos aspectos de esa peculiar tierra y gente.

Y lo hace con tanto entusiasmo que contagia a quien lo lee y si alguien no ha estado en Bretaña y aun leyendo esta serie aún no ha tenido la tentación de ir con esta novela se rinden armas y se planifica ruta.

La Ville-Close de Concarneau

Jean-Luc Bannalec ha recuperado la esencia policiaca que inauguró la serie y muestra una obra de nuevo interesante desde el punto de vista criminal con las altas dosis de empatía costumbrista que le caracterizan y que acompañan todo el relato.

En este caso una trama bien urdida, en especial la vinculación con la obra de Simenon, y con suficientes pistas como para que cualquiera de las personas sospechosas pueda ser la culpable. Un crimen en habitación cerrada aunque con puerta abierta.

La Bretaña les da la bienvenida. Y el comisario Dupin y su fabuloso equipo policial les recibirán con los brazos abiertos y con la mesa dispuesta. Gastronomía noir. Policial gastronómico.

Otras reseñas de la serie en este blog:







miércoles, 15 de julio de 2020

El leve brillo de tus labios de Fernando de Cea

El leve brillo de tus labios es una
novela policiaca de trama absorbente
y carismáticos personajes.

Jesús Rosique, inspector de policía jubilado, sigue dando clases en la Academia de Policía y en esta ocasión la pregunta de un alumno da pie a rememorar un caso que es el que él mismo nos cuenta en El leve brillo de tus labios, una canónica novela policiaca redactada con mimo y que transcurre en un pueblo cercano a Sevilla.

Un caso acaecido años atrás, en 1986, en Juncos del Río, del Guadalquivir, se entiende, y que tuvo que ver con el asesinato de su alcalde en el propio ayuntamiento: un antiguo molino readecuado y remodelado; lo que dio pie a que el caso se conociera como el Crimen del Molino.

Fernando de Cea compone una neo geografía con Sevilla como referencia real y recorre unos pueblos y unos paisajes que están pero que no existen. Son reales pero en la ficción se componen de elementos dispares y se ubican donde mejor conviene para ir desarrollando una trama que imbrica las pasiones humanas, siempre presentes, siempre imprescindibles en un crimen, de varios sospechosos.

Rosique se reencuentra con Yáñez, quien fuera aprendiz aventajado y promesa de buen policía y hoy realidad consumada, en su nuevo cargo y puesto en Cádiz, y de su unión viene la fuerza.

Pocos datos de partida, pocos hilos de los que tirar, mucha incertidumbre e hipótesis varias van dando forma a un caso policiaco de manual con giros que descartan sospechosos para recuperarlos en el siguiente requiebro manteniendo el interés cautivo a lo largo de toda la lectura.

La trama aprovecha para tocar dos palos muy reales en el mundo rural: la relación entre Guardia Civil, picoletos, y la Policía Nacional, maderos, y la lucha diaria de una periodista y su periódico local para atrapar cualquier indicio y convertirlo en noticia.

Fernando de Cea
Jesús Rosique se vale del escritor Fernando de Cea para propiciar que nos llegue esta suerte de memorias. Cuenta con reposo, dándole tiempo a la mente para que recuerde todos los detalles del caso, juega con nuestro interés haciendo pausas, que el escritor aprovecha para convertir en capítulos, en las que se atisba, cual cliffhanger malicioso, el suspense y la intriga como la punta de una lengua burleta asomando entre los labios, mientras las comisuras se curvan en contagiosa jocosidad.

Es un placer escuchar al ex–inspector Jesús Rosique desgranar sus recuerdos, ya lo fue en la entrega anterior El suave roce de tu pelo y vuelve a serlo en esta segunda.

Y lo será en las próximas que a buen seguro irán apareciendo en forma epistolar gracias al buen hacer de su amigo Fernando de Cea que poco trabajo tiene: solo pasar a texto y ordenar adecuadamente esa amistosa charla entre sorbo y sorbo de esa manzanilla, la infusión no, la otra, la San León, que no lo dice, por obvio para las gentes del sur, pero que hay que tomarla bien fría y acompañada de producto de mar y de buena compañía.

El suave roce de tu pelo, El leve brillo de tus labios, es también obvio que en el paralelismo de esos títulos hay un significado a descubrir. Una Fibonacci criminal que añade, si cabe, más interés por conocer que título será el tercero.

No dejen de leer estas novelas, el verano es buena época para sumergirse en unas tramas policiacas absorbentes y con personajes carismáticos y no olviden la manzanilla, no es imprescindible pero si muy aconsejable.

Aquí la reseña de El suave roce de tu pelo la primera novela de esta serie.


viernes, 10 de julio de 2020

La víctima 2117 de Jussi Adler-Olsen

La víctima 2117 es un thriller de
denuncia social y repulsa mundial.

Numerar a las víctimas del mediterráneo que en su huida de algo peor que la muerte acaban muriendo en las aguas que debían conducirlas a puerto esperanza es un intento de concienciar a quienes pueden hacer y no hacen, a quienes ignoran, por acción u omisión, que aplicar el principio universal de acogida no es una opción sino una obligación.

En Barcelona, en la Barceloneta, un contador de la vergüenza escucha al mar y va sumando dígitos que, para comprender en toda su magnitud y horror, hay que convertirlos a seres humanos.

Quienes huyen son víctimas de delirios de tiranos, de delirios de fundamentalistas, de delirios de quienes comercian con las guerras y especulan con los deshechos, delirios de ídolos de pies de arcilla amasada con sangre. Huyen de la muerte, la tortura, la violación, la pobreza extrema, el hambre acumulada, las enfermedades...

La víctima 2117 es una mujer que iba en uno de esos botes que se sobrecargan de refugiados. Su fotografía, tendida muerta en la playa, da la vuelta al mundo, pero en el encuadre elegido por el fotógrafo se asoman otros rostros, otros refugiados que han tenido más suerte, o no, y no han muerto en el intento.

¿Pero y si todo lo dicho en la noticia fuera una especulación periodística basada en una trágica y plausible casuística? ¿Y si esa fotografía tuviera otra interpretación completamente distinta?

Jussi Adler-Olsen
habitual en la Barceloneta.
La víctima 2117 es un thriller de denuncia social y repulsa mundial que envuelve una trama de gran intensidad humana.

Es la octava entrega de la serie protagonizada por el Departamento Q de la policía en Copenhague. Y esta vez el protagonismo individual es muy superior a cualquier otro caso, habida cuenta que afecta muy directa e íntimamente a varios de sus miembros.

La trama gira alrededor de esa víctima muerta y de las otras víctimas vivas que aparecen en la imagen congelada que el fotógrafo Joan Aigualer, un frustrado periodista free-lance catalán, ha captado en la costa de Chipre donde ha ido en busca de una noticia que le saque del atolladero económico y le reposicione profesionalmente.

Esta foto destapa la caja de los truenos y emergen varias sub-tramas, protagonizadas respectivamente por el fotógrafo y los componentes del Departamento Q. Subtramas que se agitan coleando como serpientes a cual más peligrosa por un recorrido europeo que evidencia que el terrorismo y el asesinato individualizado tienen la misma raíz de locura y parecidos motivos.

La víctima 2117 de Jussi Adler-Olsen aprisiona en papel una trama tan actual que se convierte en crónica de una historia anunciada. La víctima 2117 es un despiadado y angustioso thriller tan real que es imposible distinguir donde empieza y acaba la ficción.