miércoles, 24 de agosto de 2022

Seràs un dels nostres d’Ariadna Herrero

La vida en una secta forma part del multivers. Es viu una realitat intrínseca, on les accions i els pensaments tenen una finalitat que busca engrandir el poder del líder encara que és vengui com l’exaltació d’un jo interior i místic pels acòlits i un be per la comunitat.

Les sectes les formen i governen els espavilats i es nodreixen de gent desesperada i en mala ratxa, preferiblement sola, feble de caràcter i fàcilment manipulable, i si tenen diners millor que millor.

El líder marca el tempo per cada cosa i dins la secta la vida va a un altre ritme i la llibertat individual es queda a la porta de l’entrada, al costat de la disponibilitat del propi cos que mai més pertanyerà a qui el te sinó que serà un instrument a l’abast de les necessitats que marqui el líder. El sexe i el poder sempre van de la ma.

Tot el que és pot saber de les sectes ja s’ha vist en nombroses pel·lícules i series de televisió; el que no és pot saber, per formar part de la part més fosca i oculta de l’organització, allà queda.

Testimonis de persones que hi han estat i n’han pogut sortir no només amb vida, sinó amb un estat de salut física i mental satisfactori han alimentat l’imaginari col·lectiu explicant unes vivències que fan esfereir.

Seràs un dels nostres sona a amenaça, a imposició, a càstig i és que d'una secta es sap quan s'hi entra però no si es sortirà.


Ariadna Herrero
ha recollit aquest reguitzell d’informació per confeccionar un relat a mig camí entre docudrama i obra de ficció, que sembla més un diari d’activitats diàries d’un sectari que no pas una novel·la. Potser per això en la lectura queda apaivagada la tensió i ni tan sols el rocambolesc final pot capgirar-ho.

Al protagonista li sobre ingenuïtat i li falta intensitat; i per la seva carrera universitària i experiència professional se li suposaria més sentit comú que el que demostra sorprenent-se a cor que vols a cada nova passa que transcorre en el seu paper d’antiheroi romàntic.

domingo, 21 de agosto de 2022

La venganza del colibrí de Alberto Cavilla Peñalver

El golpe de estado del general Franco no solo buscó, y lo consiguió, descabezar el poder democrático del país, sino también erradicar cualquier atisbo de pensamiento ajeno, por considerarlo nocivo, a sus intereses.

Así la guerra no finalizó cuando acabó la contienda militar sino que se perpetuó hasta la muerte del dictador y más allá. Aún hoy en día se perciben coletazos que solo por contemporaneidad europea no acaban con nadie en una cuneta de carretera.

En la España rural todo se vivió con mucha más visceralidad y muchas familias se vieron arrojadas a la miseria, como mal menor, por no haber elegido bando vencedor. Y otras, sin escrúpulos, que si supieron cuándo y que brazo levantar se alzaron como ricos terratenientes y abarcaron latifundios para que todos estuvieran a su servicio o les temieran lo suficiente como para no pisar su sombra por la calle.

Paco Pizarro, según él mismo se cuidó de proclamar podría ser descendiente del aventurero conquistador, es uno de esos caciques que ha sabido hacerse temer vendiéndolo como respeto a su estirpe. Su numerosa familia, entre directa e indirecta, le teme tanto como le odia. El amor hacia su persona, si es que alguna vez existió, no se le conoce.

Mano de hierro en el trato familiar y en el trato de los negocios y en el trato con las gentes del pueblo y los otros poderes facticos.

A Paco no hay quien le tosa. De ahí que encontrarlo cubierto de sangre manando de bastantes cuchilladas en su propia cama un día de celebración familiar con todos revoloteando por el jardín y la mansión, resulta de lo más desconcertante.

Un comisario gallego recién llegado a Extremadura, y su inspector adjunto con la colaboración inesperada de un periodista, tienen la difícil tarea de interrogar a las más de veinte personas que el día de autos coincidieron en la comida y poner luz a un caso que quien más quien menos oscurece con medias verdades.

Contrastar sus coartadas, identificar sus recelos, encontrar los motivos. Una tarea tediosa y complicada, salpicada de suposiciones e hipótesis que parecen no conducir a ningún lado, de lo que se acaba contagiando el argumento de La venganza del colibrí.

Alberto Cavilla Peñalver recrea con pintura policiaca una de tantas historias rurales de la postguerra, en la que tiene mayor peso el trasfondo costumbrista que la investigación y tal vez por eso la intriga se resienta bajo el peso de los secretos de familia.

miércoles, 27 de julio de 2022

Madriguera de Zidrou y Oriol

Madriguera es la segunda entrega perteneciente a la serie sobre historias de personajes mafiosos espectacularmente iniciada con la inolvidable La Piel del Oso.

Jóvenes a los que el azar (maldito sea) pone su destino y su vida en manos de personajes sin escrúpulos que viven creyendo que sus decisiones son legítimas, inapelables y siempre correctas.

Jóvenes que tienen miedo de rebelarse por las consecuencias que puedan tener sus actos pero que ansían hacerlo para liberarse de la angustia que les produce su inmovilidad.

Una bala. Aún no se ha inventado nada mejor para decir adiós a los secretos que nos atormentan”.

Andrea Montale, quince años, acaba de presenciar, impotente por su condición y atenazado por el miedo, lo que ninguna persona, pero menos alguien de esa edad, debería ver jamás: como se rompe su vida en mil pedazos en unos minutos.

Descubre como la orfandad puede llevar en su condición, el desespero por la vida perdida y la esperanza por una vida nueva. Con la familia Damiani, Andrea va a iniciarse en el proceso de convertirse en adulto. Sexo, amor y violencia van a formar parte de esa transformación y ya no van a abandonarle jamás.

La vida es una sucesión de actos violentos. Lo que sucede es que se adaptan al entorno, conforman la cotidianeidad y se entienden tan necesarios que pasan desapercibidos. Como romper una cascara de almendra para comer su fruto. Una acción inevitable para obtener un fin y que nadie calificaría de cruel.

Andrea Montale va a crecer en ese entorno pero en el lado de los que empuñan la piedra y se comen la almendra, metiéndose, nunca mejor dicho, en la guarida del oso. Vivir en permanente peligro instrumentalizándolo bajo la premisa de que el honor de la familia fue, es y será siempre la prioridad que guie sus pasos y los de los demás.

El estilo narrativo de Zidrou (Benoît Drousie), conciso y elocuente, está compuesto de frases que merecen ser citas. Su argumento lineal va cimentando una trama que se lee en distintos niveles y que encierra varias historias en una, capaz de mostrar lo mejor y lo peor de cada ser humano.

Poco más hay que añadir a alguien con más de setenta guiones publicados con éxito indistintamente del género narrativo o registro donde se aventure.

Oriol, en esta ocasión y a diferencia de la anterior entrega La Piel del Oso, opta por un dibujo que emplea manchas de luz, colores vivos y fuertes, para resaltar las sensaciones que demanda el avance de la trama y recurre a la deformación controlada de rostros para acentuar las expresiones.

Pinceladas de impresionismo y expresionismo ensuciadas con rayones verticales para no olvidar que incluso lo bello conlleva fealdad en su interior.

Una segunda al mismo alto nivel que la primera, por lo que la recomendación es que si pueden leer las dos no se conformen con una. Son de una sensibilidad espeluznante.

lunes, 18 de julio de 2022

Sálvame de los hombres peligrosos de S. A. Lelchuck

Nikki Griffin es la anti-heroína más parecida a una heroína que exista. Joven, guapa, fuerte con un cuerpo envidiable por mujeres y deseado por hombres, cariñosa cuando le apetece y con quien lo necesita y dura con quien lo merece, inteligente, culta, emprendedora…

Regenta, con su socia Jess, una librería de libros de segunda mano que siempre está concurrida, y con clientela fija, y como negocio no va mal; y ejerce como detective privada más como misión en la vida que como profesión con fines lucrativos.

Sus clientes suelen tener el perfil de mujeres maltratadas, por eso cuando un alto ejecutivo de una empresa de tecnología punta la contrata para el seguimiento una empleada que podría estar filtrando información se huele que no le está contando toda la verdad, pero ante un anticipo de 20.000 dólares, aunque el dinero no sea una necesidad, es difícil resistirse.

El seguimiento demuestra que no hay perseguido sin perseguidor y Nikki pronto se dará cuenta de lo fácil que es pasar de cazador a objetivo.

Y si su vida profesional está doblemente cubierta y sobrada de emociones que dejan marcas en la cara, su vida familiar y su vida amorosa presentan agujeros e insuficiencias afectivas como para satisfacer una tesis sobre el comportamiento ante la culpa y el miedo al rechazo.

Un episodio traumático en su pubertad y la necesidad de afrontarlo y superarlo la ha encaminado a dedicarse a ayudar a quienes por ser buenas personas resultan débiles en una sociedad patriarcal donde los hombres se cubren unos a otros.

Nikki es la voz de quienes tienen miedo a hablar en voz alta, la de las mujeres que no pueden huir por estar atadas por una cadena invisible que las mantiene sumisas e incapaces de moverse como liebres deslumbradas por los faros de un coche.

Su radio de acción lo conforman las poblaciones que envuelven San Francisco en época presente, aunque su aversión al móvil pueda suponer lo contrario, y tiene su punto de mira en la tecnología intrusiva en la vida de las personas.

Si les gusta Kinsey Millhone, la detective privada fruto de la imaginación de Sue Grafton, les va a encantar Nikki Griffin, una versión 2.0 de la anterior.

En la novela de S. A. Lelchuck hay más violencia, menos concesiones a la lírica, más tecnología, distinto espacio temporal, cambia la familia y los amigos, pero funciona bajo las mismas premisas en las que se mueve Kinsey: ubicación y ambiente californiano, parecido ritmo narrativo y despliegue de dosis de tensión, sociabilidad, feminismo, sexo y humor.

Una novela que se lee incluso yendo de acompañante en la Aprilia roja de Nikki, aunque no se el mejor lugar para leer, pero es que una vez empezada la urgencia por terminarla no concede tregua, ni que sea solo por un momento.

Si leen Sálvame de los hombres peligrosos, aunque la cubierta sea cualquier cosa menos atrayente, este thriller policiaco humanista con apuntes conspiranoides, pedirán para ya la traducción de la segunda entrega, ¿aún no está?

domingo, 10 de julio de 2022

Muerte en Santa Rita de Elia Barceló

Santa Rita, que antaño fuera un balneario y luego un sanatorio de la provincia de Alicante, es ahora la vivienda de Sofía y también de otras personas que ha ido acogiendo, en distintos momentos, como si salvara náufragos a la deriva.

Son de distintas concepciones vivenciales y edades, pero tan bien avenidas que conforman una comunidad regida por unas normas, flexibles, de convivencia, que facilitan el buen ambiente y la comunicación.

Sofía es escritora que emplea dos seudónimos distintos según publique género rosa o género de misterio y tiene en Greta, su sobrina, a su revisora de textos y traductora de confianza.

Pero su avanzada edad hace temer un próximo desenlace y hay inquietud en el seno de la comunidad que teme por su futuro, pues es sabido que hay grupos económicos interesados en adquirir la casa y su entorno con fines inmobiliarios especulativos.

En esa situación la llegada de Moncho Riquelme, un antiguo amor de Sofía, es como echar gasolina al fuego, ya que no esconde sus ínfulas de nuevo dueño al tener a Sofía comiendo de su mano.

Segunda incursión en el género negro de Elia Barceló a años luz de la primera, La noche de plata, en la que el relato es crudo, descarnado y ominoso y en donde el tratamiento policiaco es contundente y verosímil.

En esta ocasión, Muerte en Santa Rita es una ligera novela policiaca que utiliza una muerte, dudosa entre accidente, suicidio o asesinato, como un McGuffin para poder centrarse en el crisol de personalidades, cuya experiencia pasada ha sido motor trasformador de la actual, de quienes conviven en Santa Rita. En la novela funcionan dos motores, el que activa los sentimientos y el que define la sensualidad.

Compararla con Agatha Christie no ha lugar por el simple hecho de que la novela no tiene la finalidad de dar solución al caso, que se da por la propia inercia de la trama, aparte de otras muchas razones.

La finalidad del argumento es ahondar en los misterios que encierran las personas, en sus defectos y sus virtudes, en su manera de afrontar los problemas y en buscar soluciones.

Su destreza en ese terreno es innegable y esta novela, donde los protagonistas son la trama principal, y el cadáver la secundaria, se luce ampliamente. Si bien hay que considerar que el final del caso policiaco pueda sorprender agradablemente a lectores menos versados y dar satisfacción a todos.

Santa Rita, como sus residentes, también tiene su historia, su pasado y sus problemas. Así las enfermedades, la vejez, el miedo a la soledad y las siempre confusas relaciones de pareja se muestran al desnudo como las plantas y las flores, descripciones excesivas, que indican en que estación se está, o en qué etapa de la vida, e informan de la cercanía del Mediterráneo que aporta su clima y su luz.

Muerte en Santa Rita es una novela con dos caras: una romántica y otra detectivesca; ni más ni menos que como su dueña Sofía con sus dos pseudónimos.

Una segunda novela continuando la serie ya está casi ultimada y la tercera y la cuarta ya están esbozadas.