domingo, 15 de octubre de 2023

El miedo en el cuerpo de Empar Fernández

Es de sobras conocido que las ciudades son una jungla... de asfalto. Una jungla con depredadores y presas. Una jungla donde quien sobrevive no siempre es el más fuerte sino aquel a quien la diosa fortuna decide proteger. No todos los animales de la selva son de fiar, Mowgli. 

Si a veces los cinco sentidos no son suficientes ni para un adulto ¿Cuántos precisaría un niño de 7 años, de relaciones sociales inhibidas, para permanecer a salvo?

Daniel Marín Torres no conoce Barcelona, de hecho, casi ni conoce el lugar donde vive, pero si recuerda esa pared contra la que chuta de forma precisa y metódica su pelota. Su madre, que está sentada cerca, lo ha llevado allí otras veces. Él prefiere su entorno habitual y sus rutinas, pero se resigna.

La pelota golpea la pared y ésta la devuelve con un sonido de bombeo de corazón lento… Bum…Bum…Bum… Un beat de batería. Una llamada insistente a una puerta inexistente que, claro está, jamás llegará a abrirse. Para Daniel es un gesto que regula sus ritmos y que, se supone, le hace feliz.

Daniel y su pelota son uno y por eso cuando en un rebote, la pelota toma una dirección imprevista, Daniel no piensa más que en recuperarla, no pierde ni un segundo en ir a por ella, a pesar de que signifique entrar en territorio desconocido; en territorio comanche, aunque eso él no lo sabe.

Mauricio Tedesco, inspector de los Mossos d’Esquadra, recibe la llamada que comunica la desaparición de Daniel y como conocido de la familia, se implica, junto a su equipo, en una investigación que pertenece a otra comisaría.

En una desaparición, y más de un crío, las primeras horas son decisivas. Hay que conseguir testigos, hay que recopilar información, reconstruir los movimientos y sobre todo hay que poner todo el esfuerzo y tesón más allá del debido cumplimiento del deber.

Empar Fernández va dibujando un plano donde entrecruza líneas del callejero de la ciudad con los comportamientos de los habitantes de la zona.

Lo hace, como en ella es habitual, ahondando en las sensaciones y en como cada cual las percibe, para traducirlas, según su nivel de humanidad y empatía, a sentimientos.

Sus novelas parten de decisiones y consecuencias. ¿Y si…? No se puede retroceder en el tiempo, aquella decisión, oportuna o equivocada, ha tenido esta consecuencia y esto no ha hecho más que empezar.

El miedo en el cuerpo, como sus otras obras, incita a una reflexión constante sobre los comportamientos y las actitudes. Muestra las diversas formas que tienen el dolor, el sentimiento de culpa y el miedo para manifestarse y como las afronta cada cual.

Las temáticas de esta autora pivotan a partir de una tragedia y sobre la onda expansiva que proyecta sobre los más allegados. Dicen que por no abordar el género de forma convencional no es novela negra. Tanto da la etiqueta, lo que importa es el material sobre el que se ha construido la trama. Y en eso, a negra, entendida como realismo social de maldades y miserias, no la gana ni el alquitrán humeante de un asfalto.

El miedo en el cuerpo es ese que una vez metido dentro te roe las entrañas. Como la lectura de esta novela. No la dejen escapar.

domingo, 1 de octubre de 2023

El problema final de Arturo Pérez Reverte

El problema final es un acercamiento al género policiaco clásico, que no novela negra, desde el respeto y la admiración de quien, siendo escritor de mérito y de éxito, sabe que la aparente sencillez en la redacción de Dama Agatha es fruto de un extraordinario virtuosismo.

Del autor, Arturo Pérez Reverte, no vamos a discutir su oficio, ni su dominio del lenguaje, ni sus aptitudes narrativas para hilvanar tramas inteligentes e interesantes.

Tal vez por eso acercarse a El problema final con la expectativa alta puede suponer un ligero desencanto.

El problema final es una novela policiaca de corte clásico, que en nada o poco se distingue de tantas otras escritas durante la edad de oro del género. Y que, como ellas, entretiene y mantiene el interés hasta el final solo para confirmar la identidad del asesino, como si de participar en un juego se tratara. Un enigma perfecto y una resolución inteligente.

Sin embargo, a la novela le falta imaginación, no para construir sino para sorprender, y le sobra erudición. Es claramente una fan service, una concesión a fans irredentos de Agatha Christie, pero principalmente de Sherlock Holmes y cinéfilos de nivel, ya que por momentos se asemeja a un trivial nivel pro por la cantidad de referencias, alusiones y guiños que despliega. La mayoría innecesarios en el desarrollo de la trama pero altamente vistosos para quien precise alimentar su ego con citas grandilocuentes.

La trama, a imagen y semejanza de las desplegadas por Agatha Christie, tiene un singular planteamiento y magnifico inicio. La idea de que un actor deba encarnar a su personaje de ficción preferido es sumamente original y secuestradora de atención lectora.

Por eso, Arturo Pérez Reverte, no busca un pastiche sino una trabajada revisitación de un método, Christie, y de un personaje, Holmes.

El aislamiento forzado de los protagonistas en un lugar momentáneamente inaccesible y el asesinato en habitación cerrada ya predisponen la ambientación adecuada y todo hace presagiar un derroche de falsas pistas, cuestionables coartadas y pasados que esconden secretos y nada de eso falta. El argumento es canónico en todo y por tanto no tiene ni un pero en cuanto al consabido planteamiento, nudo y desenlace.

En el nudo, el público habitual del género, que conoce sobradamente la obra de Dama Agatha, ya ha descontado la identidad del asesino y espera inútilmente ese giro de prestidigitador que le sorprenda; pero los siguientes sucesos solo son descargas de desfibrilador sobre un cuerpo ya inerte.

El problema final es una magnifica novela policiaca escrita hoy a modo y manera del ayer, que no pasará a la historia del género salvo por ser su autor y su supuesto protagonista quienes son.

jueves, 28 de septiembre de 2023

La cárcel de aire de Aurora Guerra

A Carlota la recluta Armando como pupila, como alumna, como compinche para perpetrar robos. Pero nada de robos al descuido de carteras o bolsos, no, robos de obras de arte protegidas por los 6 costados.

Pero primero Carlota debe aprender. De todo. Especialmente arte, pero también a vestirse, a utilizar los cubiertos, a entender la carta de un restaurante de muchos tenedores y a hablar. Hay que dejar de lado su parte choni y su hablar barriobajero y debe evolucionar para mezclarse con quienes tienen mucho dinero y, lo principal, no desentonar.

El punto de partida evoca inevitablemente al mito de Pigmalión, en una combinación de sus versiones cinematográficas de My Fair Lady, Pretty Woman y La Trampa.

Pero no se lleven a engaño, porque esa evocación solo está en su mente lectora; la autora tiene otros propósitos aunque no suelte prenda.

Hay una cierta tendencia a empatizar con quien realiza robos extraordinarios, prodigiosos y sobre todo sin violencia. Por eso este tipo de lecturas son amables, interesantes y divertidas.

Robos a museos, galerías de arte, coleccionistas, supone la revisión del mito de robar al rico, aunque, en esta ocasión, no sea para darle al pobre. Aún y así, el tema tiene ese punto romántico que supone la audacia. Ese punto novelesco al que es inevitable sustraerse y por eso se plasma en libro recurriendo a la ficción, porqué en la realidad sería poco menos que imposible.

Aurora Guerra que antes que literata es guionista, al menos en esta obra, aplica los recursos de las series de ficción televisiva para captar la atención, pero no suelta prenda de hacia dónde nos conduce.

Y hay misterio y suspense y romance y su justa dosis de sexo. Estamos ante un thriller muy bien trazado del que vamos suponiendo su intención a partir de tres voces narrativas y dos espacios temporales que van ajustando las piezas para sorprendernos con la imagen final que nada tiene que ver con la imaginada y muchísimo menos con la supuesta.

La cárcel de aire es un trampantojo de principio a final. La autora juega con los personajes y con los lectores, de buena fe, para que se diviertan tanto como ella al escribir la novela. Da para una brillante serie televisiva, incluso, ¿por qué no? para una película.

Los personajes son tan distintos que su contraste da nuevos sabores: la agorafobia, el control y el desparpajo son elementos distintivos de cada uno y que suponen su debilidad y su fortaleza a partes iguales.

Y Carlota, que no calla nunca, que siempre tiene que decir la última palabra, que pincha y pincha hasta hacer sangrar, resulta, de entre todos, el personaje más emotivo y por eso es inevitable tomarle cariño.

Léanla. Es una lectura aérea, fresca y muy entretenida de esas que no se caen de las manos y además de pasárselo bien, no les importe poner cara boba a cada nueva sorpresa. Forma parte del entretenimiento.

domingo, 24 de septiembre de 2023

La Sociedad Espiritista de Londres de Sarah Penner

Desde finales del siglo XIX hasta bien mediado el siglo XX la ciudadanía se divide entre la ciencia y las pseudociencias. Así la clarividencia, el tarot, la astrología, la telequinesis, el espiritismo… en fin todo el catálogo de disciplinas con recursos extrasensoriales, son objeto de devoción y de rechazo simultáneamente.

 Hay defensores y detractores de contrastada solvencia; así, entre el grupo de los primeros, entre quienes creen, destacan por ejemplo Charles Dickens o Arthur Conan Doyle y entre quienes no creen, a pesar que tal vez desearían tener pruebas para hacerlo, está ni más ni menos que el gran Harry Houdini.

Los dos primeros fueron socios fundadores del Club de los Fantasmas, creado en Londres en 1862, y que aún hoy existe, y cuya realidad da pie a ser ficcionada como La Sociedad Espiritista de Londres que constituye el eje principal de esta novela.

Sarah Penner, escritora inquieta y atrevida que disfruta recogiendo elementos históricos con los que recrear sus argumentos policiales y que nos hizo disfrutar tanto con El Secreto de la Boticaria, nos sumerge en la Inglaterra victoriana para adentrarnos en el fascinante mundo del espiritismo.

Ha habido una muerte relacionada con La Sociedad Espiritista de Londres y Morley, su vicepresidente y director del Departamento de Espiritismo, contacta con la prestigiosa médium francesa Vaudeline D’Allaire para que ayude en su esclarecimiento habida cuenta del poco avance que presenta la investigación policial.

Vaudeline solo se dedica a invocar espíritus de víctimas de crímenes y su fama trasciende países.

Por eso Lenna Wickes, científica que quisiera creer en esa disciplina que absorbió a su hermana Evie, se ha convertido en su alumna ya que desea aprender los rituales de invocación a fin de esclarecer la muerte de su hermana.

Pero la investigación va a colisionar con intereses de quienes actúan de forma fraudulenta y que no desean que sus actos salgan a la luz.

La ilusión como proyección de una representación fruto de la imaginación contrapuesta a la realidad del procedimiento científico. La fe frente a las pruebas tangibles.

La novela La Sociedad Espiritista de Londres es un relato policíaco victoriano que se vale del espiritismo para aportar una dosis extra de misterio y canalizar una militante defensa del feminismo; algo en lo que la autora demuestra tener habilidad y convicción.

Una lectura que apaga velas encendidas para volverlas a prender y en donde no basta con poner los cinco sentidos: hay que incorporar habilidades extrasensoriales; ¿las tienen? ustedes?

domingo, 17 de septiembre de 2023

Vinyes de Sang d’Àngels Dalmau

A la Plaça de la Vila tota la gentada que celebra la Festa Major en honor al patró San Fèlix estan xalant d’allò més doncs la seva colla, Els Castellers de Vilafranca, acaben d’aconseguir domar la bestia més feréstega que se’ls resistia.  Han carregat i àdhuc, el més difícil de tot, descarregat, un 3 de 10 amb folre i manilles.

La diada no pot començar de millor manera però si que pot continuar malament quan al retirar-se la pinya es troba el cos d’un casteller estirat a terra. Pot ser un mareig ja que la calor a la base es sufocant i les estretors fan que pugui mancar l’alè. Però no hi haurà aquesta sort, i la persona aviat serà cadàver, i pitjor, víctima

La Marcela Miró, criminòloga amb un màster en Psicologia Forense, que ha tornat a casa per passar les festes en família, és convocada per formar equip amb el mosso Adrià Lluch, ambdós son de Vila i coneixen la gent, el caràcter i les costums. Doncs tot i que Vilafranca del Penedès sigui capital de comarca no deixa de ser un lloc petit, on tothom sap gairebé tot de tothom.

L’equip el comanda l’inspector Vallmon que ni és de la zona ni comparteix els sentiments que son signe d’identitat, i que a més te certes aprensions que condicionen la seva forma d’actuar.

La investigació policial es veurà sacsejada per sorpreses i es coneixeran afers familiars, antics i recents, que estaven en penombres i que ara poden enlluernar.

Una investigació que es va desenvolupant amb mètode, minuciositat, compromís d’equip i sense estalviar afany.

Àngels Dalmau, juga a casa i sap quines tecles cal prémer per donar-li cos a la trama i no fer llenya, i forma una pinya amb força personatges, membres de nissagues locals, amb caràcters rics en matisos, que es diria inspirats en la realitat per la naturalitat amb la que es mouen i que enriqueixen l’elenc de persones sospitoses. I fa de Vila, Vilafranca, un personatge més, amb ubicacions que deixen de ser decorats per tenir presencia en la resolució del cas.

Amb tot plegat, resulta una novel·la negra que buida els armaris familiars de tot el que amb el temps han acumulat. I és que el despit, les enveges, rancúnies, pors, vergonya i deler de venjança, son tan ancestrals com les vinyes que envolten la ciutat.

Vinyes de sang és un noir rural costumista que fa dels sentiments motiu de crim.

Agafa les senyes d’identitat de Vilafranca, castellers i vinyes i cava i les entrellaça amb assassinats, misteris i boleros per aixecar una torre sòlida que no trontolla i que l’enxaneta corona amb solvència.