lunes, 27 de enero de 2025

Asesinato en la estación de Rocksburg de K. C. Constantine

Aunque en la novela negra coexistan el crimen y un enfoque social crítico, no siempre hay fusión entre ambos y a veces cada tema va por su lado. Pero cuando la mezcla cuaja, la lectura permite acercarse a una experiencia mucho más compleja que ya de por si ofrece una buena trama policiaca.

Asesinato en la estación de Rocksburg es una novela criminal con todo el alcance del adjetivo. Porque criminal no es solo quien comete o instiga un crimen y porque olvidarse del entorno social y las circunstancias que lo rodean y acontecen es construir un jeroglífico más propio de una novela enigma que no de una novela negra. Y Asesinato en la estación de Rocksburg es una novela negra.

A John Andrasko, trabajador en una siderurgia a la que se desplaza cada día en el tren de las 11:38 de la noche, lo han encontrado muerto en la estación de ferrocarril. Su cara está tan desfigurada que es imposible reconocerlo sino es por su documentación.

El crimen ha sido cometido con una botella rota de Coca-Cola y tantos golpes y con tanta saña solo pueden deberse a un crimen con mucho componente pasional y el jefe de policía pronto encauza sus sospechas en Tommy, hijastro de la víctima, y el misterio para el lector se traduce en si tiene o no razón y si así fuera como poder demostrarlo.

Y eso es así porqué al autor le interesan más los personajes que el propio asesinato, al que muestra como una vía de escape para un sentimiento negativo generado a partir de un sufrimiento no razonado. En ese sentido es más filosofo que criminalista.

La novela es un compendio de formas de abordar la vida, tantas como personajes con voz propia en ella aparecen. Un cúmulo de emociones que trasciende el hermetismo hierático que se le supone debe tener o como mínimo mostrar quien ostenta un cargo referente en la sociedad como es un jefe de policía, un sacerdote y un abogado.

K. C. Constantine deja de lado los convencionalismos y aborda a los personajes por sorpresa para que nos dejen ver que su cualidad humana no tiene que ser igual a la profesional y mostrarse de forma genuina.

Mario Balzic, el jefe de policía, es un buen padre y marido lo que no le impide que fuera del círculo familiar pueda mostrar un temperamento excesivo si la situación le supera y, además, ser un capacitado investigador.

Marrazo, el sacerdote, entiende y perdona los actos pecaminosos, porque a su modo, bebedor ocasional y asiduo jugador de póquer, sabe lo difícil que es mantener alejadas las tentaciones.

Mo Vulcanas, el abogado griego, es un leguleyo tan hábil en sus locuciones como rápido vaciando botellas para vivir en permanente sopor etílico.

Sin olvidar al fiscal del distrito, el teniente al mando del Departamento de Policía, el reportero…

Y el entorno es Rocksburg, al oeste de Pensilvania, una ciudad ficticia llena de trabajadores por cuenta ajena y con baja renta per cápita, que le permite mostrar los estratos sociales más bajos y necesitados entrando en las casas hasta el patio trasero, donde se almacenan los deshechos.

Una historia dura, donde la desesperación es consecuencia de la falta de esperanza. Y no es una perogrullada, o si, sinó, o también, una constatación.

Esta es la primera novela de una larga serie que lamentablemente no se encuentra traducida.

domingo, 19 de enero de 2025

Castigo de Carme Chaparro

Un castigo es la pena que paga una falta. Si es a nivel social ambos vienen determinados por unas reglas establecidas que buscan armonizar la convivencia. Si es a nivel familiar, también en aras de la convivencia, los criterios para establecer faltas y castigos son distintos en cada casa.

A Nimes alguien la ha castigado por su cumpleaños. En lugar de recibir besos, abrazos, risas y un regalo de su hijo Jaime, de 6 años, obtiene silencio ya que Jaime no está en casa y alguien ha querido que se le recuerde dejando una de sus orejitas en una caja de regalo envuelta con una lazada.

Todo apunta a secuestro, pero Nimes no es rica, ni conocida, ni bien relacionada como para ser de interés delictivo ni tiene enemigos que le quieran tan mal. A no ser que su ex tenga algo que ver, lo que indicaría una bajura moral de enormes dimensiones.

Castigo es una novela negra que denuncia comportamientos sociales que fomentó la dictadura, y que aún hoy no se han investigado a fondo, ni se han resarcido en la medida de lo posible. Un argumento sostenido por cuatro patas: culpa, castigo, perdón y venganza, que se van alternando y afectando a los distintos protagonistas en distinta proporción y que alimenta el avance de la trama.

Una trama que va incorporando, progresivamente, nuevos ingredientes que, a la vez que va vistiéndola de complejidad dimensional, va desnudando los personajes para enfrentarlos a la toma de decisiones que los unen y los separan como imanes enloquecidos.

Castigo es la segunda entrega, después de Delito, de una serie, que mantiene un hilo conductor en la figura de Santi, el forense con alto coeficiente intelectual incapaz de mantener relaciones sociales y afectivas duraderas; y Berta, la conductora de un espacio televisivo de máxima audiencia. Ambos tienen una relación en común en la que no son pareja sino trío.

Carme Chaparro sabe lo que quiere escribir y lo que el público demanda y va ofreciendo migajas para que nadie se pierda, al tiempo que retuerce la trama para mostrar el máximo de caras posibles que ofrece ese prisma que es la vida.

Y aunque a la novela le sobren páginas, no se preocupen: es el mal que nos aqueja en este siglo XXI, genera y aguanta la tensión y estimula el interés a ritmo de thriller con el ardid pasapáginas. come uñas, que propicia los capítulos cortos, mucho diálogo y muchas interrelaciones entre los distintos personajes.

Un nuevo guion en formato libro, pero no se preocupen: es el mal que nos aqueja en este siglo XXI donde se ve mucho y se lee poco.

 

domingo, 12 de enero de 2025

Te veré bajo el hielo de Robert Bryndza

Un jardinero descubre el cadáver de una joven en un lago helado dentro del recinto del Museo Horniman, al sur de Londres. Al revelarse su identidad se descubre que se trata de Andrea, hija del dirigente Simon Douglas-Brown de la cámara de los lores, con poder suficiente como para ajustar la investigación a sus intereses.

Erika Foster, una prometedora policía aquejada por un luctuoso suceso con un equipo de asalto a su mando, regresa al cuerpo para investigar esa muerte.

Pronto su carácter choca con el rígido comportamiento de la familia, que parece preocuparle más mantener intacta su imagen y su estatus que la resolución del crimen. Y por ello, Erika, tendrá sus más y sus menos con la familia, con uno de sus compañeros de investigación y con su jefe, tolerante y comprensivo hasta un límite.

Erika compone un personaje frágil, solitario, indisciplinado y rebelde, pero no para satisfacción personal sino para poder avanzar en la investigación ya que, ahora, su prioridad es su trabajo y no su vida personal. Es, posiblemente, el único modo que tiene a su alcance para exorcizar sus fantasmas.

La investigación no presenta un recorrido fácil y distintos aspectos criminales va aflorando a su paso. Por momentos avanza con rapidez y en otros tropieza consigo misma, como debe ser, como es en la vida real, y por eso se muestra con tan alto nivel de verosimilitud.

Robert Bryndza ha entretejido una trama interesante y muy compleja en la que el cuerpo de la joven Andrea es solo un hilo de los diversos que componen la urdimbre.

Perfila los personajes, todos grandes y relevantes, con rasgos, suficientemente explícitos como para que los conozcamos sin necesidad de extenderse en detalles.

Y describe los ambientes y los lugares, tanto exteriores como interiores, como si él los hubiera construido y decorado, haciendo hincapié en lo que verdaderamente ayuda a visualizarlos para permitir al lector moverse en ellos como si formara parte de la trama.

Te veré bajo el hielo es un thriller con alma de novela negra. Tiene lo mejor de ambos e interpela directamente a la maldad sobre su modo de proceder y aunque adolece de algún cliché no resulta manido.

Con esta novela, Te veré bajo el hielo, se inicia en 2017 la serie protagonizada por la inspectora jefe Erika Foster, que hasta hoy totaliza 6 entregas, la última en 2023, y que según críticas ha ido evolucionando a mejor. Habrá que comprobarlo.

viernes, 3 de enero de 2025

Jazmín, Pétalos de Rosa y Asesinatos de Sam Christer

Bajo este título aparentemente frívolo, y más propio de un Cozy Crime, se esconde una novela negra y policiaca de denso y complejo argumento que tienen que incorporar a su colección sin atisbo de duda.

En la soleada Brighton, si algún lugar de Inglaterra puede arrogarse este calificativo, amanece un día lluvioso con tres delitos de sangre que involucran a tres equipos de investigación de la central de policía mermada de recursos.

Tres casos dispares que precisan de investigación pormenorizada ya que los casos criminales nunca suelen ser lo que parecen.

Un cadáver antiguo aflora, nunca mejor dicho, en una tierra que la lluvia está removiendo; una perfumería de lujo sufre un robo con violencia; en la cola de un supermercado un adolescente da rienda suelta a vete saber que instinto disparando a quien tiene a tiro.

La sargento Kate Darroch, aun verde para coordinar equipo propio, se encarga del robo a la perfumería lo que la pone en contacto con la joven dependienta Ciara (se pronuncia Kira) que padece de hiperosmia, una sobrexcitada capacidad de detectar e identificar olores, lo que es un don y una maldición.

Al haberle vendado los ojos no resulta buena testigo por no poder identificar a los asaltantes, pero si puede ayudar por haber detectado unos olores significativos; claro que para que eso se produzca, primero tiene que comprobarse su no implicación en el robo y segundo tienen que creer que su capacidad olfativa es de una validez incontestable.

Si alguna vez una novela agradecería más páginas, contrariamente a los excesos que está resultando habitual, es esta sin duda alguna. Al despliegue argumental, cien por cien satisfactorio, le hubiera ido bien mayor recorrido para seguir disfrutando de la lectura. 

Sam Christer demuestra un buen dominio del tempo narrativo, una gran capacidad para sintetizar con carácter divulgativo aspectos científicos, una especial habilidad para redactar de forma transversal y un enorme ingenio para desarrollar tramas paralelas criminales de distinta tipología y en distintos escenarios.

Jazmín, Pétalos de Rosa y Asesinatos es una novela cuyo aspecto troncal lo forma tres casos criminales, basados en comportamientos humanos del día a día, y por eso no hay distinción entre personas y personajes.

Personajes tan potentes como para que sus propias historias nos interesen tanto como para compartir interés protagonista con las tres tramas criminales.

Y piden a gritos tener continuidad.

jueves, 26 de diciembre de 2024

Rizzoli & Isles, serie TV basada en la obra de Tess Gerritsen

Rizzoli & Isles, es una serie de televisión de temática policial que cuenta en los papeles protagonistas principales con Jean Rizzoli, una detective de homicidios, y la doctora y patóloga Maura Isles, como jefe forense del estado de Massachusetts.

La acción transcurre en Boston y alrededores y si algo caracteriza esta serie no solo es la capacidad por sorprender en el desarrollo de cada episodio sino por la estrecha relación, profesional y personal, que mantienen las dos protagonistas, siendo tan distintas una de otra y a la vez tan complementarias.

En cada caso la participación de ambas es igual de presente y determinante. Isles es minuciosa en su labor forense y aporta información siempre relevante; por su lado Rizzoli tiene la capacidad intuitiva de engarzar piezas al vuelo y la tenacidad para no ceder al desespero.

Su personalidad y su carácter son tan absolutamente dispares que consiguen provocar situaciones divertidas por extravagantes y suscitan reflexiones y criticas sociales interesantes.

La serie va adquiriendo un tono familiar, sin dejar nunca de lado la trama criminal, y el sentimiento de equipo no solo es entre ellas dos, sino que se extiende al resto de personajes que consiguen ejecutar unas investigaciones en plena armonía sin que haya ningún elemento discordante.

La presencia de dos mujeres al frente del elenco en los papeles predominantes confieren a la serie una actitud reivindicativa de la igualdad de oportunidades y demuestra que son las capacidades, y no el género, lo que determina la calidad profesional de cada cual.

La serie duró de 2010 a 2016 y ocupó 105 episodios repartidos en 7 temporadas y que están disponibles en plataformas de streaming. Y ahora que la acabo de revisitar para poder escribir esta entrada, confieso que me ha gustado más que la primera vez que la vi y me ha parecido menos superficial y por eso más interesante.


A Jane Rizzoli, a la izquierda, la encarna la actriz Angie Harmon i a Maura Isles, Sasha Alexander.

La idea argumental parte de la serie de novelas Rizzoli & Isles de la escritora norteamericana Tess Gerritsen de las que se han publicado 13 volúmenes, y en los que destaca notablemente la capacidad que tiene la autora para revelar los más bajos instintos de la condición humana.

La serie televisiva ofrece una cara más amable, pero no está exenta de maldad. Es absolutamente recomendable por sus escenarios de crímenes complejos y sus giros de guion que suelen sorprender agradablemente al alejarse de las premisas habituales.

A medida que avanzan los capítulos las relaciones personales entre los personajes cobran mayor protagonismo y algunos tienden a edulcorar, pero por otro lado resulta comprensible que tanto roce provoque cariño y más en un ambiente en el que te juegas la vida cada día. Las personas, aunque en algunos casos sea cuestionable, también tienen sentimientos.